Mario Yaffar. Fue elegido esta semana como el nuevo presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), en momentos en que el aumento salarial supera el índice de la inflación. Hecho que le preocupa porque el sector industrial, de todos los tamaños (unas 10 mil unidades productivas), sigue enfrentando la informalidad y la competencia desleal. Espera tener más contacto con el Gobierno y destaca la bonanza económica que en su criterio debe aportar al crecimiento industrial
— Con su experiencia de diez años en La Francesa, ¿puede mencionar los cambios en el sector industrial boliviano?
— Hoy estamos atravesando una época de bonanza económica. Sin embargo, seguimos en un desarrollo incipiente. Seguimos en la cola en competitividad industrial en América Latina. Al único país que le ganamos es Paraguay. Hace una década no existían los recursos prestables para invertir y no había inversión. Hoy existe una alta liquidez, pero se mantiene esa falta de inversión.
— ¿Hay una nueva generación de empresarios industriales?
— Se han mantenido los rubros. Bolivia no ha tenido industria pesada; básicamente se asienta en los sectores alimenticio, manufacturero, agroindustrial y farmacéutico. Ha crecido pero sigue habiendo poca diversificación y ése es el desafío, el ampliar la estructura industrial. El sector textil estaría decreciendo y el agroindustrial creciendo.
La industria está trabajando en la certificación, gestión de calidad, uso eficiente de energía y cuidado ambiental.
— ¿Cuántas industrias se sumaron a la CNI en este tiempo?
— Un importante número de unidades productivas que se incorporan a la actividad son pequeñas y medianas empresas (pymes); otras medianas han dado el paso para ser sociedades anónimas con la visión de participar en la actividad bursátil y crecer. Llama la atención que, según el registro de Fundempresa, sólo el 11% están ligadas al sector productivo (hay registradas unas 72 mil). Tenemos afiliados a través de asociaciones sectoriales, cámaras departamentales y deben ser más de 10 mil empresas; hay algunas que no están formalizadas, pero las asimilamos a través de nuestros Núcleos Productivos.
— Es un número importante que genera empleo y productos de valor agregado, ¿qué se necesita para fortalecerlas?
— En este análisis no podemos dejar de hablar de la formalidad vs. la informalidad. Las pymes tienen la característica de invisibilidad e itinerancia, tienen corta vida. A la CNI le interesa constituir un observatorio de la pyme y acompañar al Gobierno para fortalecerlas. Un concepto difícil de dilucidar es sobre cuál pyme está más cerca de la ilegalidad que de la informalidad. (Ejemplo: su pertenencia al Régimen Tributario Simplificado).
— Hay varias leyes que serán modificadas y afectarán al sector industrial, ¿están tomando en cuenta a la informalidad?
— Todas están por ser evacuadas. Lo que tememos, porque no se nos permite participar ni opinar, salvo en el caso de la ley de inversiones, es que cada vez son más duras para ese pequeño sector. Vemos que hay políticas de fomentar pero con medidas como el aumento salarial se genera una mejor situación para las informales (no hay control sobre ellas para saber si cumplen con leyes laborales).
— ¿Pueden como CNI incidir en que la formalidad se impulse?
— Al interior de la CNI tenemos programas que apoyan y fortalecen la actividad de las pymes. Pretendemos que el sector industrial crezca en capacidad y número. No queremos ser unos cuantos.
— ¿Cuál el desempeño del sector industrial el año pasado?
— El sector tiene un crecimiento positivo pero pequeño, está entre el 3% y 4%, salvo el año pasado que fue del 4,78%.
— ¿Qué falta?
— Apoyamos que se canalicen más créditos al sector productivo. Nos preocupan diversos aspectos: la competencia del contrabando y del Estado; el control de precios, porque se debe asimilar los incrementos salariales con los mismos precios (venta de productos); la aplicación de más impuestos por diferentes medios; las inversiones para el sector de energía que atienda la demanda industrial (que consume el 30%); anuncios de cobrar tarifas diferenciadas de electricidad, lo cual rechazamos.
— ¿Y cuándo cree que se sienten a hablar con el Gobierno?
— El tripartismo sería ideal, pero no están dadas las condiciones. El sector de los trabajadores no va a aceptar nunca sentarse a hablar con la parte patronal y el Gobierno está atrapado en esa situación.
— ¿Entonces cuál va a ser el relacionamiento con el Gobierno?
— Nunca vamos a dejar de intentar que se nos escuche.
Perfil
Nombre: Mario Yaffar
Profesión: Economista
Cargo: Presidente de la Cámara Nacional de Industrias
Empresario industrial desde el primer día de trabajo
Paceño. Estudió en el colegio San Calixto de Següencoma (hoy San Ignacio). Obtuvo la licenciatura en Economía de la Universidad Católica (UCB). Tiene dos maestrías, una en Competitividad Global de la Universidad Andina Simón Bolívar y la otra en Finanzas de la Empresa en la UCB. “Mi primer trabajo fue en la empresa familiar, La Francesa, en la que comencé desde los puestos de abajo; pasé al área productiva y luego fui gerente de área por años”, recuerda. Y desde hace 12 años es gerente general de La Francesa. “En realidad no he tenido otro trabajo. Estoy ligado a la empresa hace 37 años”, destaca. La capacitación permanente del empresario es un hecho que pone en relieve. “Fue importante aplicar la teoría a la práctica. Esa teoría que está en los textos, en el día a día, es totalmente diferente. Ésa es la experiencia más importante”, asegura. “El sector industrial es el segmento productivo, el que genera productos y bienes, agrega valor, no es especulativo, incorpora valor, genera empleo, y también actividad financiera”, precisa.
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