El aparato productivo de Bolivia está compuesto por un total de 40.687 empresas legalmente registradas en el país, según las Estadísticas del Registro de Comercio de Fundempresa disponibles a julio de 2009.
De acuerdo con ese reporte, un 67,2% (27.338) de esas empresas es de tipo unipersonal, un 29,1% (11.850 empresas) es Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL), un 3,2% (1.304) es Sociedad Anónima (SA) y un 0,47% (195) es de otro tipo societario.
Si bien esa base empresarial nacional no está clasificada según el tamaño de unidades productivas, Fundempresa deduce que además de las grandes firmas, algunas micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) también forman parte del predominante porcentaje de compañías de tipo unipersonal, SRL y SA, registradas en el país.
Fuentes consultadas en Fundempresa explicaron que dentro de las firmas de tipo unipersonal se puede encontrar algunas micro y pequeñas compañías. Asimismo, dijeron que dentro de las SRL se puede hallar también ciertas pequeñas y medianas empresas y dentro de las SA, algunas medianas empresas.
No obstante, analistas y otras instituciones ligadas al sector coinciden en su preocupación por la alta informalidad que predomina aún entre las mipymes.
El estudio Construyendo el de sarrollo a través de las pymes (pequeñas y medianas empresas), difundido por Fundes Bolivia en 2003 establece, basándose en estimaciones del Cedla, la existencia de 501.567 unidades empresariales en el país, entre formales e informales. De esa cantidad, un 99,6% es de microempresas; el 0,2% de pequeñas empresas; un 0,065%, de medianas empresas y un 0,05%, grandes empresas, señala dicha publicación.
Otros estudios citados en el Plan Sectorial de Desarrollo Productivo con Empleo Digno del Gobierno dan cuenta de otras cifras. Allí se cita un informe del BID que establece en cerca de 612.000 unidades productivas el número de empresas en Bolivia, de las cuales un 98% corresponden a micro y pequeñas empresas. También indica que la Udape estableció para 2005 un universo del 84% de microempresas, el 14% de pequeñas empresas y el 3% de medianas y grandes empresas, tomando en cuenta datos de empleo formal en Bolivia.
Por su parte, la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Cademype) considera que existen unas 800.000 unidades económicas dentro de ese segmento empresarial en Bolivia, la mitad de las cuales corresponde al área textil y confecciones.
El resto está distribuido entre micro y pequeñas empresas del sector de cuero, madera, alimentos, metalmecánica y otros.
No existen estadísticas oficiales actualizadas sobre la cantidad de real de este tipo de unidades productivas en el país, coincidieron en afirmas diversas instituciones consultadas por EL DEBER, que lo atribuyen a la elevada informalidad que predomina entre las mipymes en Bolivia.
Sin embargo, algo en lo que coinciden los reportes existentes es en la importancia de las mipymes en la generación de empleo en Bolivia. Si bien algunos analistas y estudios económicos señalan que el sector de las mipymes contribuye con más del 80% del empleo nacional, datos del Instituto Nacional de Estadística (a 2007) indican que la economía informal –que abarca las empresas de menor escala- genera aproximadamente un 65,2% del empleo en Bolivia (se estima que la población total ocupada en el país es de unos 4,8 millones de personas, aproximadamente).
De acuerdo con la categorización que hace Fundes en su estudio sobre las pymes en el país, una microempresa es considerada a una unidad productiva que posee de 1 a 9 trabajadores; la pequeña empresa tiene de 10 a 19 trabajadores; la mediana empresa de 20 a 49 empleados y la gran empresa, más de 50 trabajadores.
La Cademype considera que la mayor concentración de las micro, pequeñas y medianas empresas en Bolivia se encuentra, por igual, en los departamentos de La Paz y Santa Cruz, aunque no precisó porcentajes. No obstante, observa que en los últimos años Santa Cruz se ha ido convirtiendo en un creciente polo de atracción de mipymes.
“En los últimos cinco años se ve un creciente asentamiento de micro y pequeñas empresas en Santa Cruz; son productores que han ido emigrando de Oruro, El Alto y La Paz. Los micro y pequeños empresarios buscan alejarse de las zonas conflictivas a lugares más tranquilos. En cantidad de mipymes se mantiene la misma proporción entre Santa Cruz y La Paz”, afirmó Marco Antonio Gonzales, presidente de la Cademype.
Julio Silva, ejecutivo del Centro Boliviano de Competitividad de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), cree que los problemas políticos y sociales ahuyentan a los emprendedores hacia lugares que ofrecen mejores oportunidades para los negocios. Es así, dijo Silva, que Santa Cruz se vuelve atractivo también para los microemprendimientos.
Emilio Gutiérrez, director académico del Centro de Emprendimiento y Formación de Exportadores (Cefex) dependiente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz, comparte esa opinión.
Según Gutiérrez, el estudio Capacitación para la Promoción de las Exportaciones de las Pymes de Santa Cruz elaborado por Caem Consultores para la Prefectura, identificó altos niveles de competitividad en las pymes del departamento de Santa Cruz.
Características de las mipymes
- Microempresa. Es el primer embrión empresarial. Está compuesto por trabajadores que nacen básicamente desde el núcleo familiar. Su principal motivación es la subsistencia familiar y se caracteriza por su informalidad comercial y laboral. No existen obligaciones remunerativas ni sociales con los que trabajan. Las decisiones son tomadas principalmente por intuición y de forma empírica, sin planificación. El dueño maneja todas las áreas de la empresa, en particular la producción. Está representado por empresas con cinco o menos trabajadores.
- Pequeña empresa. Por crecimiento o necesidad, el empresario se ve obligado a contratar más personas ajenas a la familia. Esto origina un cambio de actitud y más responsabilidad en el empresario, al tener que asumir obligaciones patronales. Si bien sigue el control directo de la empresa por parte del dueño, por el amplio volumen de actividades se ve obligado a delegar cargos. Incorpora personal técnico con alguna especialidad. (Según un estudio de Fundes las pequeñas empresas tienen hasta 19 trabajadores).
- Mediana empresa. Logra insertarse en parte del mercado y su crecimiento lo obliga a contratar más personal, principalmente técnicos y profesionales. La empresa va estructurándose en áreas definidas: producción, finanzas, comercialización, etc. De un manejo empírico, el empresario se ve obligado a incursionar en el aprendizaje técnico y a delegar funciones. Por el tamaño de la empresa opta por formalizarse, aunque parcialmente. La familia aún es importante pero se impone lo técnico. (Incluye a empresas hasta 49 empleados, según estudio de Fundes). *Emilio Gutiérrez/CEFEX
Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
- Trabajo. Las mipymes son altos generadores de empleo. Se las considera un ‘colchón’ o ‘amortiguador’ social al desempleo.
- Flexibilidad. Alta facilidad para adaptarse a los cambios del mercado y exigencias de los clientes.
- Ventajas. Bajo costo de la mano de obra y buenas destrezas y habilidades de los trabajadores. Se está logrando una buena calidad del producto nacional.
- Calidad. Para que la pyme pueda impactar en la reducción de la pobreza a través del empleo debe generar trabajo de calidad (calificado, productivo y sostenible).
- Competitividad. Se deben promover las ventajas competitivas dinámicas asociadas a la tecnificación de la mano de obra y que ayude a las pymes a insertarse bien en los mercados.
- Informalidad. Gran parte de las mipymes no cumple con todo el trámite legal correspondiente para su funcionamiento.
- Producción. Sus volúmenes de producción son muy bajos, en comparación con los volúmenes requeridos en el exterior.
- Desorganización. Las empresas no desarrollan una buena estructura de costos ni realizan inversiones periódicas.
- Problemas. Informalidad, competencia desleal, inseguridad jurídica, dificultades de acceso a créditos y falta de capacitación técnica.
- Materia prima. Bajos volúmenes disponibles de cierta materia prima.
- Capital. La falta de capital impide un rápido incremento de la producción y la pérdida de contratos y clientes.
Análisis de sectores y expertos
Proponen dar más impulso a los emprendimientos ‘por orpotunidad’
En Bolivia urge mejorar la productividad de las micro y pequeñas empresas que han ido surgiendo por necesidad o subsistencia e incentivar aquéllas creadas realmente por oportunidad, basadas en tecnología, conocimiento e innovación, afirma Marco Antonio Fernández, director de la Maestría en Administración de Empresas de la Universidad Católica Boliviana.
Citando el estudio GEM 2008, Fernández señala que la motivación para emprender un negocio en Bolivia sigue siendo la necesidad; es decir, que la gente decide emprender frente a la falta de un empleo o alguna fuente de ingresos y no así tras identificar oportunidades potenciales de negocio.
Un grupo de 36 expertos consultados en ese estudio consideró que las políticas públicas pro emprendimiento, mayor capacitación y mejores alternativas de financiamiento son los factores que pueden impulsar una actividad emprendedora más competitiva en el país.
Productores, a la espera de proyectos industriales y búsqueda de mercados
Mientras algunas mipymes del país demandan un mayor apoyo e incentivo del Gobierno al sector, otras están a la expectativa de los resultados que puedan arrojar los planes gubernamentales comprometidos para el sector productivo.
Marco Antonio Gonzales, presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa , destacó la importancia de los complejos productivos de textiles que han comenzado a instalarse en La Paz y que prevén implementar también este año en Santa Cruz, Cochabamba y Tarija, ello como un esfuerzo coordinado con el Gobierno y con créditos del Banco de Desarrollo Productivo, puntualizó.
“Se debe revertir la informalidad. Casi el 89% de las micro y pequeñas empresas es informal”, lamentó Gonzales.
Por su parte, Janeth Cofield, presidenta de la Cámara de la Pequeña Industria de Santa Cruz, resaltó el proyecto piloto que se está implementando con la Cooperación Danesa, que incluye el viaje de una delegación a Dinamarca, a fines de septiembre, para gestionar más apoyo para el sector.
Estudios plantean desafíos para una mayor competitividad de las mipymes
Una de las conclusiones del estudio Bolivia: Situación y perspectivas de las Mipymes y su contribución a la economía realizado por Dionisio Borda y Julio Ramírez, por encargo del BID, señala que “las mipymes requieren como condición básica para su desarrollo y consolidación, de una estabilidad macroeconómica”.
Asimismo, esa investigación indica que es importante definir un marco regulatorio favorable e impulsar programas de desarrollo de mercados y de capacitación. Observa, además, la urgencia de una base estadística y estudios sectoriales que profundicen la problemática de las mipymes.
Dicha publicación menciona que las empresas de mayor escala (con más de 50 trabajadores) contribuyen con un 65% del PIB y sólo generan el 8,7% del empleo nacional. Las mypes (con menos de 9 trabajadores) proveen el 25,5% del PIB, pero generan el 83,1% del empleo nacional.
El estudio Mipymes en las exportaciones bolivianas, del IBCE-Usaid, demanda una política integral para impulsar una mayor exportación.
Cifras destacadas
Unipersonal
67%
Según los datos de Fundempresa, existen 40.687 empresas registradas en Bolivia. Un 67,2% es unipersonal, un 29,1%, SRL y un 3,2, SA
Por departamento
32%
Es el porcentaje de empresas registradas en La Paz, según Fundempresa. Un 28,7% está en Santa Cruz y un 16,2%, en Cochabamba.
Microempesas
99%
De un total de 501.567 empresas formales e informales, un 99% es de microempresas, según un cálculo de Fundes Bolivia (2003). El 0,27%, es de pymes.