El Programa “Unidos, pongamos Bolivia a trabajar” identificó a los sectores de alimentos orgánicos, textiles, curtiembre, madera, joyería y nueva tecnología, como los más altamente competitivos y que pueden ser capaces de generar trabajo estable con el consiguiente crecimiento en el volumen de las exportaciones.
Este programa ya culminó, con éxito, cinco Ferias Productivas donde se mostró la elaboración de productoras y productores de diversas partes del país, tanto en el oriente como en el occidente, puesto que tanto los trabajadores de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra como de El Alto y de La Paz, pusieron a exhibición sus obras.
Esa nueva experiencia, en la que están involucrados desde el jefe de hogar, así como las madres, abuelas, abuelos y personas jóvenes, tuvieron la posibilidad de compartir sus experiencias, proyectos y esperanzas con quien posibilitó esta nueva relación: Samuel Doria Medina, quien impulsa el desarrollo económico de las pequeñas unidades productivas.
Esas pequeñas unidades productivas son precisamente las que tienen el amplio potencial inmerso para desarrollar sus aptitudes en las áreas antes mencionadas, puesto que el trabajo manual es bastante bien redituado en el exterior, situación importante por el tema de las exportaciones.
Para Doria Medina, cada región tiene un plan específico, por lo que es importante explotar el potencial que tiene cada departamento como los tubérculos en la zona del altiplano; las verduras, frutas y carne en los valles; el arroz y la caña en el oriente del país, así como otros productos que permitirán al productor abrir nuevos mercados.
“La tendencia es abrir nuevos mercados para crear nuevos y más empleos. De ese modo se crea oportunidades tanto en el campo como en la ciudad. En el campo con agricultura moderna y en la ciudad con industrias y con comercio de alimentos orgánicos; a modo de ejemplo, crearemos oportunidades económicas para obreros, fabriles, técnicos y profesionales entre otros”, dijo el empresario.
Agregó que tanto las bolivianas como los bolivianos dan muestras diarias de su capacidad de trabajo en los nueve departamentos del país.
Ferias productivas
Uno de los primeros sectores que exhibió sus productos fue el referido a alimentos orgánicos como el procesamiento industrial de cacao (chocolates, café oro y torrado); la carne de llama (en filete, embutidos y jamón); la quinua (perlada hojuelas, perlada y barras energéticas), plantas medicinales, cochinilla y estevia.
Al respecto, cabe recordar que el Programa de Alimentos Orgánicos se constituye en un eje fundamental del Programa, donde destaca la cadena productiva que se desarrolla en tres etapas: la agricultura, industrialización y comercialización, generando nuevas oportunidades económicas así como nuevos trabajos y emprendimientos.
Mientras que el rubro de los textiles comprende la confección e industrialización del algodón, industrialización de fibra de alpaca, vicuña y llama, y confección de alpaca y vicuña. En tanto que la curtiembre tiene a la industrialización del cuero y la fabricación de derivados del cuero; carteras, calzados, sacos y chamarras.
Este programa ya culminó, con éxito, cinco Ferias Productivas donde se mostró la elaboración de productoras y productores de diversas partes del país, tanto en el oriente como en el occidente, puesto que tanto los trabajadores de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra como de El Alto y de La Paz, pusieron a exhibición sus obras.
Esa nueva experiencia, en la que están involucrados desde el jefe de hogar, así como las madres, abuelas, abuelos y personas jóvenes, tuvieron la posibilidad de compartir sus experiencias, proyectos y esperanzas con quien posibilitó esta nueva relación: Samuel Doria Medina, quien impulsa el desarrollo económico de las pequeñas unidades productivas.
Esas pequeñas unidades productivas son precisamente las que tienen el amplio potencial inmerso para desarrollar sus aptitudes en las áreas antes mencionadas, puesto que el trabajo manual es bastante bien redituado en el exterior, situación importante por el tema de las exportaciones.
Para Doria Medina, cada región tiene un plan específico, por lo que es importante explotar el potencial que tiene cada departamento como los tubérculos en la zona del altiplano; las verduras, frutas y carne en los valles; el arroz y la caña en el oriente del país, así como otros productos que permitirán al productor abrir nuevos mercados.
“La tendencia es abrir nuevos mercados para crear nuevos y más empleos. De ese modo se crea oportunidades tanto en el campo como en la ciudad. En el campo con agricultura moderna y en la ciudad con industrias y con comercio de alimentos orgánicos; a modo de ejemplo, crearemos oportunidades económicas para obreros, fabriles, técnicos y profesionales entre otros”, dijo el empresario.
Agregó que tanto las bolivianas como los bolivianos dan muestras diarias de su capacidad de trabajo en los nueve departamentos del país.
Ferias productivas
Uno de los primeros sectores que exhibió sus productos fue el referido a alimentos orgánicos como el procesamiento industrial de cacao (chocolates, café oro y torrado); la carne de llama (en filete, embutidos y jamón); la quinua (perlada hojuelas, perlada y barras energéticas), plantas medicinales, cochinilla y estevia.
Al respecto, cabe recordar que el Programa de Alimentos Orgánicos se constituye en un eje fundamental del Programa, donde destaca la cadena productiva que se desarrolla en tres etapas: la agricultura, industrialización y comercialización, generando nuevas oportunidades económicas así como nuevos trabajos y emprendimientos.
Mientras que el rubro de los textiles comprende la confección e industrialización del algodón, industrialización de fibra de alpaca, vicuña y llama, y confección de alpaca y vicuña. En tanto que la curtiembre tiene a la industrialización del cuero y la fabricación de derivados del cuero; carteras, calzados, sacos y chamarras.
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