En Bolivia, actualmente, las manos creativas de hombres y mujeres producen de manera silenciosa, obras con identidad. No obstante la lucha parece haber tomado matices mucho más complejos a partir de la suspensión del ATPDEA, situación que provocó que los más de 3.000 afiliados a la Red de Organizaciones Económicas de Productores Artesan@s (OEPAIC) vean paralizados los contratos suscritos con Estados Unidos y, como consecuencia, la pérdida de cientos de miles de dólares.
El presidente de la OEPAIC, Miguel Charupá, señaló que la ausencia de las preferencias arancelarias del ATPDEA, significan “la pérdida del mercado norteamericano” y ello hace que “sólo una organización artesanal intermedia”, pierda en promedio, alrededor de 120.000 dólares anuales.
Agregó que, antes y tomando en cuenta la dinámica de exportación de este sector, por año, solían firmar un acuerdo de venta cada cuatro meses por un monto aproximado de 30.000 dólares, que sumados sobrepasan los 100.000 dólares.
Estas cifras suben si la organización es más grande y se reducen, si es pequeña, aclaró Charupá. En todo caso, el perjuicio es evidente y lo que antes era suma en la economía nacional se troca en resta, enfatizó.
Frente al panorama —un tanto hostil—, la pregunta recurrente gira en torno a las posibles salidas que se puedan encontrar. Y ellas, en la opinión del entrevistado, son políticas nacionales de apoyo a la producción artesanal, consolidación de nuevos mercados y promoción de un trabajo que podría inyectarle dinamicidad a la economía del país.
Perder el mercado estadounidense no le ha quitado la pujanza a esta Red de artesanos, quienes apuestan desde el 2004 por el mercado interno. El trabajo tesonero fue expuesto en la feria denominada IntegrArte 2009, con sede en Sucre.
Artesanía con identidad cultural es el mensaje de este sueño que cumplió su sexta versión. Esta feria organizada por la Red permitió que puedan llegar a Inglaterra, Argentina, Brasil, Alemania, España y Estados Unidos, este último, considerado —hasta hace poco—, su mejor mercado.
En los ambientes de la histórica facultad de Derecho, en la capital, concurrieron los tejidos en lana de alpaca, de Tarija; la cerámica, la pintura en madera y los tejidos en algodón, de Santa Cruz; los alimentos procesados y los textiles de Sucre; los trabajos en madera y palma, de Beni; los tejidos autóctonos de Potosí; y la cerámica aymara, de La Paz, entre un vasto mundo de productos que destacaron por su calidad y módicos costos.
Hubo de todo para todos, pues los precios estaban desde los 2 bolivianos (que cuesta una barra energética), hasta 3.100 bolivianos (que permitió llevarse a casa, un juego de muebles clásico de seis sillas tallado en madera y acero).
La Red de Organizaciones Económicas de Productores Artesan@s con Identidad Cultural es una asociación sin fines de lucro en cuyo seno están agrupadas ocho grandes organizaciones aglutinantes de artesanos en todo el país.
La Red representa a más de 3.000 bolivianos con identidad cultural del área rural y periurbana, siendo la mayoría de sus miembros, mujeres.
Charupá enfatizó que la OEPAIC representa “a los artesan@s con identidad cultural, defiende los derechos del sector, con el fin de exigir mejor trato de las autoridades nacionales e internacionales en temas tributarios, legales, organizativo, productivo y de comercialización”.
En este entendido, destaca —también— el apoyo recibido de la cooperación internacional y de manera fundamental el proveniente del Gobierno de Bélgica, traducido en convenios interinstitucionales con diversas ONG.
Un breve viaje imaginario por los anaqueles de esta feria permiten conocer el país artesano.
Comart Tukuypaj asocia a más de 1.700 afiliados, quienes realizan una variedad de prendas de alpaca, bordados, madera tornada, tejidos de varios lugares de Boliva, así como alfombras, bolsas, aplicaciones en tela y bordados de alta calidad.
La Unión de Ceramistas y Quechuas de Bolivia reúne a 110 artesanos de La Paz, Potosí, Sucre y Tupiza.
En Uniarte, trabajan 60 especialistas en objetos llamativos de cerámica, diseños ecológicos en madera tallada y pintada, hamacas, bolsas, aplicaciones en tela y bordados de alta calidad.
En la Asociación de Artesanos y Artesanas de Tajzara, mucho corazón logró que más de 150 familias de la zona alta de Tarija, introduzcan en Bolivia y fuera de ella tejidos en fibra de oveja, llama y alpaca, además de la calidez de la gente chapaca.
El presidente de la OEPAIC, Miguel Charupá, señaló que la ausencia de las preferencias arancelarias del ATPDEA, significan “la pérdida del mercado norteamericano” y ello hace que “sólo una organización artesanal intermedia”, pierda en promedio, alrededor de 120.000 dólares anuales.
Agregó que, antes y tomando en cuenta la dinámica de exportación de este sector, por año, solían firmar un acuerdo de venta cada cuatro meses por un monto aproximado de 30.000 dólares, que sumados sobrepasan los 100.000 dólares.
Estas cifras suben si la organización es más grande y se reducen, si es pequeña, aclaró Charupá. En todo caso, el perjuicio es evidente y lo que antes era suma en la economía nacional se troca en resta, enfatizó.
Frente al panorama —un tanto hostil—, la pregunta recurrente gira en torno a las posibles salidas que se puedan encontrar. Y ellas, en la opinión del entrevistado, son políticas nacionales de apoyo a la producción artesanal, consolidación de nuevos mercados y promoción de un trabajo que podría inyectarle dinamicidad a la economía del país.
Perder el mercado estadounidense no le ha quitado la pujanza a esta Red de artesanos, quienes apuestan desde el 2004 por el mercado interno. El trabajo tesonero fue expuesto en la feria denominada IntegrArte 2009, con sede en Sucre.
Artesanía con identidad cultural es el mensaje de este sueño que cumplió su sexta versión. Esta feria organizada por la Red permitió que puedan llegar a Inglaterra, Argentina, Brasil, Alemania, España y Estados Unidos, este último, considerado —hasta hace poco—, su mejor mercado.
En los ambientes de la histórica facultad de Derecho, en la capital, concurrieron los tejidos en lana de alpaca, de Tarija; la cerámica, la pintura en madera y los tejidos en algodón, de Santa Cruz; los alimentos procesados y los textiles de Sucre; los trabajos en madera y palma, de Beni; los tejidos autóctonos de Potosí; y la cerámica aymara, de La Paz, entre un vasto mundo de productos que destacaron por su calidad y módicos costos.
Hubo de todo para todos, pues los precios estaban desde los 2 bolivianos (que cuesta una barra energética), hasta 3.100 bolivianos (que permitió llevarse a casa, un juego de muebles clásico de seis sillas tallado en madera y acero).
La Red de Organizaciones Económicas de Productores Artesan@s con Identidad Cultural es una asociación sin fines de lucro en cuyo seno están agrupadas ocho grandes organizaciones aglutinantes de artesanos en todo el país.
La Red representa a más de 3.000 bolivianos con identidad cultural del área rural y periurbana, siendo la mayoría de sus miembros, mujeres.
Charupá enfatizó que la OEPAIC representa “a los artesan@s con identidad cultural, defiende los derechos del sector, con el fin de exigir mejor trato de las autoridades nacionales e internacionales en temas tributarios, legales, organizativo, productivo y de comercialización”.
En este entendido, destaca —también— el apoyo recibido de la cooperación internacional y de manera fundamental el proveniente del Gobierno de Bélgica, traducido en convenios interinstitucionales con diversas ONG.
Un breve viaje imaginario por los anaqueles de esta feria permiten conocer el país artesano.
Comart Tukuypaj asocia a más de 1.700 afiliados, quienes realizan una variedad de prendas de alpaca, bordados, madera tornada, tejidos de varios lugares de Boliva, así como alfombras, bolsas, aplicaciones en tela y bordados de alta calidad.
La Unión de Ceramistas y Quechuas de Bolivia reúne a 110 artesanos de La Paz, Potosí, Sucre y Tupiza.
En Uniarte, trabajan 60 especialistas en objetos llamativos de cerámica, diseños ecológicos en madera tallada y pintada, hamacas, bolsas, aplicaciones en tela y bordados de alta calidad.
En la Asociación de Artesanos y Artesanas de Tajzara, mucho corazón logró que más de 150 familias de la zona alta de Tarija, introduzcan en Bolivia y fuera de ella tejidos en fibra de oveja, llama y alpaca, además de la calidez de la gente chapaca.
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