Mónica pinta paisajes, Luis Alberto es especialista en elaborar adornos con papel, Jenny trabaja con macramé y las tarjetas de Raúl llegan hasta Estados Unidos.
Ellos y otros jóvenes conforman el grupo de 42 emprendedores que desde el pasado jueves ofrece sus productos en la Tienda de Artesanías Ceoli, un lugar que es el escaparate de trabajos muy creativos y realizados con mucho esfuerzo.
Los muchachos forman parte del Proyecto de Formación Laboral de la Fundación Ceoli y han aprendido a transformar sus discapacidades en habilidades con las manos que se plasman en su excelente producción.
Las secuelas de parálisis cerebral, retraso mental, síndrome de Down, autismo y paraplejía no detienen a los nuevos microempresarios que además de exponer sus creaciones podrán lograr algunos ingresos con la nueva tienda que está ubicada en la avenida Heroínas y 25 de Mayo en instalaciones administradas por las hermanas clarisas.
Dedicación
El director de la Fundación, Ronald Caballero, explica que aunque los jóvenes tienen limitaciones siempre logran concretar sus trabajos realizados con ingenio y creatividad. Los modelos salen de ellos mismos por lo que cada producto es único.
Las artesanías en venta son adornos con papel reciclado, cuadros, tarjetas, joyas, llaveros, rosarios y más con precios desde seis bolivianos.
“Hemos estado más de un año haciendo cosas y el trabajo se ha ido perfeccionando hasta lograr la oportunidad de tener este punto de venta fijo”, dice Caballero.
Otros mercados
Exportación
La Fundación Ceoli vende entre 5 mil y 6 mil tarjetas pintadas por jóvenes con discapacidad en Estados Unidos desde hace cinco años.
Calidad
Este producto es de alta calidad y cuenta con la identificación, incluida su fotografía, de la persona responsable de la elaboración.
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