viernes, 13 de noviembre de 2020

Floricultura de Cochabamba no se rinde ante la pandemia

 El cultivo de flores se vio afectado por la reducción de precios, pero existen emprendimientos que apuestan por expandir un negocio que beneficia a cientos de familias.

Las flores de la familia Cartagena resistieron el impacto de la pandemia de coronavirus y brotaron con mayor intensidad debajo de decenas de viveros que fueron instaladas en la campiña cochabambina, en el centro de Bolivia. 

“En esta pandemia estábamos por rendirnos pero, aunque bajó el precio, no nos dimos por vencidos, seguimos. Nos levantaremos; otras se rindieron, nosotras no”, afirmó Adela Román Rodríguez, la gerente de la florería que está a cargo de la cadena productiva y de la comercialización de estos productos. 

Adela también se encarga de distribuir las flores a los mercados del interior del país, especialmente a La Paz, cuya demanda se reactivó luego de cuatro meses difíciles marcados por las restricciones impuestas por la pandemia. 

Los precios de las t’ikas (flores en quechua) aún no recuperaron los precios que se tenían antes de la pandemia, pero Adela se muestra esperanzada por la forma en la que vuelve a florecer el negocio.

La cosecha de las flores, especialmente de rosas y claveles, es una tarea que requiere destreza a la hora de cortar los tallos. La familia de la floricultora participa en la delicada tarea de cuidar la integridad de cada uno de los coloridos pétalos que adornan estas plantas. 

Mientras ella evalúa las dificultades de este año, varias personas cosechan las flores que luego se regalarán entre enamorados o que simplemente le darán color a un día especial, según se puede percibir en un video que recorre las redes sociales.  

“Desde hace tiempo estoy cosechando, ya casi un año, pero siguen floreciendo. Con flores nomas trabajo ya desde hace tiempo y estamos ampliando porque con eso vivimos toda la familia”, afirmó.

La floricultura es una de las actividades económicas emblemáticas de los valles cochabambinos que se desarrolla desde la década de los años 70. En la actualidad, al menos 15 comunidades de los municipios de Quillacollo, Vinto-Pairumani y Tiquipaya se dedican a esta actividad.

Casi la totalidad de la producción de flores en esa zona está dirigida al mercado interno, pues las cifras de exportación cayeron en los últimos 15 años, según datos procesados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Al momento, la florería Cartagena—ubicada en la comunidad de Iskaypata Pairumani— se está expandiendo con el apoyo de Banco BISA. A través de sus ejecutivos, la entidad financiera realiza un seguimiento constante y personalizado a estos emprendimientos promovidos por las comunidades. 

“Vendemos para Día del Padre, para el Día de los santitos, para el día de los enamorados, para el Día de la Amistad. Desde Todos Santos hasta diciembre vendemos muchas flores”, remarcó doña Adela con esperanza.



domingo, 1 de noviembre de 2020

Los desafíos de las pymes latinoamericanas en la nueva economía

CAF ha destinado más de USD 2.000 millones este año para apoyar a las pymes de la región y ha definido una estrategia para impulsar la innovación, integración productiva e internacionalización de estas empresas con el fin de contribuir al incremento de la productividad y a la reactivación económica. Estos temas se abordarán en la Conferencia CAF La nueva economía y el futuro de las pymes que se realizará el 5 y 6 de noviembre de manera virtual.

(Ciudad de México, 30 de octubre de 2020). Antes de la pandemia las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representaban el 99% del total de compañías, aportaban cerca del 60% del empleo en América Latina, pero sólo una cuarta parte del valor de la producción total de la región; las mipymes exportadoras representaban solo el 5% del valor de las ventas externas totales, en comparación al 40% en los países desarrollados. Al mismo tiempo, más del 30% reportaban restricciones para acceder a financiamiento.  

La crisis derivada de la pandemia del Covid-19 afectó fuertemente a más del 60% de las micro y pequeñas empresas y cerca de un 51% a las medianas, según la encuesta realizada en 121 países por el Centro de Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés). Por su parte, la Cepal estima que los efectos de la pandemia representarán el cierre de 2,7 millones de empresas en América Latina, la mayoría mipymes.

Pero la pandemia también trajo consigo la aceleración de la digitalización y está profundizando cambios en otras tendencias globales, como la organización de las cadenas globales de valor y los modelos de negocio típico, que empezaban a aparecer ya antes de la crisis. Esta situación impone grandes retos adicionales a las pymes de América Latina, como es el caso del capital humano requerido para las nuevas tecnologías en una región con grandes brechas educativas y donde la informalidad y la baja productividad se transmite, como un virus, de empresa en empresa en las pocas sofisticadas cadenas de valor. 

“La innovación empresarial, la integración productiva efectiva, la internacionalización y el adecuado y suficiente financiamiento son claves para impulsar la reactivación y elevar la productividad de las pymes. Por ello, CAF -banco de desarrollo de América Latina-, convierte a las pymes en el eje de la nueva estrategia para apoyar la recuperación de las economías de sus países miembros”, aseguró Jorge Arbache, vicepresidente de Sector Privado de CAF. 

La nueva economía y el futuro de las pymes es el tema central de la Conferencia CAF, que se realizará de manera virtual el próximo 5 y 6 de noviembre con las siguientes temáticas:

Crisis, reactivación y salto a una nueva economía. Impacto en las pymes latinoamericanas.
Tendencias en las cadenas globales de valor. Desafíos y oportunidades para las pymes de la región.
Acelerando la transformación digital para las pymes.
Pymes Latinoamericanas para la nueva economía. Casos de éxito.
Políticas públicas para impulsar las pymes hacia la nueva economía.

El análisis y los debates en torno a estos temas ofrecerán insumos concretos para ayudar a definir estrategias que apunten decididamente a generar alternativas de desarrollo para las mipymes de la región, en el marco de los desafíos que imponen los actuales retos tecnológicos y el entorno económico y social que se ha configurado y consolidado con la crisis de la pandemia, pero que nos trae también oportunidades en una nueva economía en construcción.

Conoce el programa, los panelistas y regístrate en CAF.com