martes, 12 de mayo de 2015

Kuper, maquinaria de verdad pero en miniatura

No son simples juguetes de acero. Son máquinas de verdad. Sí, de verdad, pero en miniatura, a escala proporcional. Por ejemplo, el Bulldozer de 10 kilos y medio se desarma en 250 piezas y hace todas las tareas de una topadora de verdad. El camión minero, pesa 20 kilos, se desarma en 186 partes y cuenta con sistemas de dirección, de amortiguación y de volteo de carga, o la grúa de 10 centímetros de alto se desarma en 134 partes y puede levantar hasta dos kilos de peso, gracias a un complejo sistema de ejes, palancas, engranes y poleas.

Se trata de la empresa Kuper, de José Núñez Muñoz, la cual, aunque se presente como una firma de juguetes de acero, en los hechos lo que hace es construir maquinarias a escala.

Estas creaciones (camiones, jeeps, motoniveladoras, orugas, palas mecánicas, grúas, montacargas, tráileres, locomotoras y otros), que originalmente estaban destinadas a niños, ahora lo adquieren también coleccionistas y representantes de grandes industrias que, admirados por la perfección de la proporción y el funcionamiento, quieren réplicas a escala de sus factorías, maquinarias e industrias.

Según explica el emprendedor, todo empezó en la Navidad de 1987, cuando su taller de metal mecánica tenía poca demanda por las fiestas de fin de año. Con el tiempo a su disposición, además del material y de sus conocimientos, se le ocurrió construir juguetes mecánicos para sus hijos como regalo de Navidad.

Y, sin pensarlo, se encontró con que había fabricado sus primeras nueve volquetas a escala, que, además de los regalos para los niños, alcanzaron para ponerlos a la venta y cambiar completamente la línea del taller, que pasó de construir portones y tinglados a dedicarse exclusivamente a la maquinaria en miniatura.

Hoy, uno de sus hijos, Mauricio, es arquitecto y colabora a su padre con el diseño de las máquinas, para su posterior elaboración en el taller de El Alto, donde ocho mecánicos especialistas en metal, chaperías, engranajes y otros arman los juguetes pieza por pieza, cuidando de la funcionalidad de cada articulación.

Según refiere José Núñez, las creaciones de la familia no son copia fiel de la maquinaria de grandes marcas, como Caterpillar, Komatsu o Dressel, aunque funcionen como éstas, por eso los juguetes no llevan impresos las marcas internacionales, pese a la sugerencia de alguno de sus clientes.

“Nosotros lo que queremos es promocionar nuestra marca, que además está registrada. Son creaciones Kuper”, explica el propietario, a tiempo de aclarar que la marca se encuentra en la calificación internacional 28.

De hecho, los juguetes Kuper han llegado a tener tanta demanda que por estas fechas, el propietario recibe pedidos para entregarse recién en julio. “Construir un juguete nos demora por lo menos unos cuatro días. Una de nuestras debilidades es la poca capacidad de producción”, explica.

Y sin embargo, los pedidos siguen llegando, y no sólo de juguetes, sino también réplicas de industrias. Kuper ya construyó torres de pozos petroleros para Chaco, y recientemente una delegación de empresarios de Arica le solicitó réplicas de los sistemas portuarios para tenerlos en sus oficinas centrales para hacer una explicación gráfica a los visitantes.

Otro sueño de la empresa es la construcción de un parque temático con las industrias bolivianas. Este proyecto, que sería ejecutado en El Alto, está en proyecto, y cuando se concluya será presentado en busca de aprobación.

Resistentes, ecológicos, didácticos

• Los juguetes Kuper son resistentes, ecológicos, didácticos e interactivos, según el gerente propietario, José Núñez Muñoz.

• Resistentes, porque son elaborados con planchas de acero y supervisados por ocho profesionales especialistas en metales, chapas, engranes y otros mecanismos.

• Ecológicos, porque no contaminan, no utilizan carburantes ni baterías para moverse. Todo el sistema es mecánico.

• Didácticos, porque los niños pueden aprender cómo funciona realmente el mecanismo a escala pequeña.

• Interactivo, porque al ser juguetes pesados y de diseño complejo, el padre o una persona mayor debe participar en el juego explicándole al niño y aprendiendo junto con él.

• Por todas estas cualidades, los juguetes Kuper ganaron muchos premios en su participación en ferias.

• Por toda esta demanda laboral y profesional, pueden tener precios que van desde los 4.200 bolivianos en el caso del carro minero o 45 bolivianos, los jeeps. La topadora se vende en 3.700.



De copacabanito a Kuper

• Kuper debe su nombre a la primera camioneta de la familia, un Toyota 1981, al que llevaron a bendecir ante la Virgen de Copacabana. Por eso, iban a llamarlo “Copacabanito”, pero tras una serie de diminutivos probados, lo dejaron en Cuper. Para el caso de la empresa de juguetes, se optó por usar la letra K, pensando en que, comercialmente, era más atractivo, como Tomka, con K.

• El auto original Kuper fue vendido, pero su nombre quedó como herencia para el emprendimiento familiar. El taller funciona en El Alto, en la calle Quiswaras 2280, pero las ventas tienen lugar en la feria de la 16 de julio, todos los domingos.

• También se reciben pedidos de otros lugares mediante contactos con los celulares 79681320 y 77711781 o al email jugueteskuper@yahoo.es. También tiene página Facebook /juguetes de acero Kuper. Una vez realizado el acuerdo, el cliente puede hacer su depósito a una cuenta bancaria y la empresa envía el encargo mediante encomienda.

1 comentario:

  1. Buen día estoy viendo la publicación de los juguetes y quedé impactado con su creatividad quisiera saber precio del camión minero y de todos sus juguetes de c/u para comprar me encantaron, creo que será el mejor regalo para mis nietos. Gracias

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