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domingo, 8 de noviembre de 2015
El emprendimiento boliviano destaca, pero muestra fragilidad
El crecimiento sostenido de la economía, de 5,1% al año desde 2006, ha impulsado la expansión del emprendimiento en Bolivia, una actividad que destaca en el mundo, pero que presenta debilidades en la generación de empleo, acceso a financiamiento y planificación, entre otros.
El estudio “Monitor del Emprendimiento Global (GEM) - Reporte Nacional Bolivia 2014”, da cuenta que el país presenta un porcentaje de actividad emprendedora en etapa inicial, del 27,4% de la población adulta (de entre 18 y 64 años de edad), lo que representa el cuarto lugar más alto entre los países de economías basadas en recursos naturales y el sexto lugar más alto entre los 70 países que aplicaron el GEM en 2014.
El emprendimiento —entendido como la capacidad de una persona o grupo de crear productos o servicios diferenciados— “es fundamental para el desarrollo de la economía en su conjunto. Los emprendedores son personas que ven oportunidades donde otras ven dificultades, son personas que arriesgan sus propios recursos”, destacó el titular de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas.
En Bolivia —que ocupa el tercer lugar en actividad emprendedora en América Latina y el Caribe, por detrás de Ecuador y de Perú— el 57% de la población considera que “existen oportunidades para iniciar un negocio”, destacó Verónica Querejazu, coautora del estudio elaborado en la Escuela de la Producción y la Competitividad de la Universidad Católica Boliviana (UCB) “San Pablo”.
Sin embargo, aunque el 73% de la población adulta reconoce tener la preparación suficiente para iniciar un negocio, únicamente el 47% tiene intenciones de emprenderlo en los próximos tres años, y no precisamente por el temor al fracaso, que está presente en el 38% de los bolivianos.
Los obstáculos para el acceso al crédito y a la tecnología, la burocracia estatal, la informalidad, la escasa capacitación para la actividad y la falta de políticas públicas diferenciadas para el fortalecimiento del sector desalientan la apertura de negocios propios en Bolivia, según el estudio, que advierte que la pronosticada ralentización de la economía nacional —por la reducción en los precios de sus principales productos de exportación— tendrá efectos sobre el dinamismo de la demanda interna y, por ende, un impacto negativo sobre la actividad emprendedora mayoritaria del país: comercio y servicios.
“El ciclo de bonanza que hemos tenido en estos últimos años ha motivado el emprendimiento, pero esta actividad es muy precaria y está dirigida al mercado local (...). Si se cae la demanda, el emprendimiento también se va a caer”, sostuvo Querejazu, quien subrayó que otras debilidades del sector son su escasa generación de empleo y su poca inversión.
El reporte indica que la mayoría de los emprendimientos en Bolivia (71%) proyecta crear cinco o menos fuentes de trabajo en los próximos años y que únicamente el 6% del total prevé generar al menos 20 empleos en el próximo quinquenio. Asimismo, solo el 20% de los emprendimientos nacientes precisan de una inversión igual o mayor a Bs 50.000.
A este panorama se suma la “saturación” de los sectores donde se genera más emprendimientos (comercio, manufacturas y alojamientos y restaurantes). “El comercio ambulante o minorista y las actividades de venta de diferentes productos y servicios de comida, por ejemplo, están tremendamente saturados”, apuntó Bruno Rojas, especialista en mercados de trabajo del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario.
“La visión emprendedora del boliviano puede ser adecuadamente promovida a áreas y sectores que tengan un mayor impacto en lo económico, social y medioambiental”, afirmó a su vez el presidente de la CEPB.
En criterio del empresario este debe ser un trabajo que se desarrolle desde el ámbito de la educación, en sus distintos niveles (primario, secundario, técnico y universitario), en las facilidades que deben tener en los distintos trámites para el inicio y desarrollo de sus actividades y un apoyo permanente gubernamental, hasta que se consolide el emprendimiento, agregó el empresario.
“Necesitamos otro tipo de emprendimientos que aporten, generen empleo y valor agregado”, pero “el Estado se lava las manos y deja que la población cree sus propias fuentes de ingreso”, dijo Rojas.
Este medio envió un cuestionario al Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social para conocer su posición respecto a la situación del emprendimiento en el país, pero no se recibió respuesta hasta el cierre de esta edición.
Respaldo del GEM en Bolivia y el mundo
El estudio “Monitor de Emprendimiento Global (GEM) - Reporte Nacional Bolivia 2014” fue elaborado con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Fundapro, Avina, Fortaleza SAFI y el Fondo de Inversión Cerrado Acelerador de Empresas. El GEM es una alianza de alcance mundial dedicado a la investigación y estudio de la actividad empresarial y su relación con el crecimiento y desarrollo económico en diferentes países.
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