lunes, 24 de junio de 2013

Guías de Bolivia forma mujeres líderes para el país

Ciudadanas responsables del mundo, conscientes de los problemas que afectan a la sociedad, defensoras de los derechos humanos y la conservación del medio ambiente son las que forma la Asociación Guías de Bolivia. Brinda a niñas y mujeres del país destrezas para desarrollar un liderazgo que les permita convertirlas en portadoras de mensajes transformadores.

Este movimiento educativo y voluntario, presente en 143 países, fue creado hace un siglo por Baden-Powell para generar oportunidades únicas de desarrollo personal, mediante actividades de integración, cuidado de la naturaleza y el empoderamiento de temáticas que conciernen a las mujeres en general.

“Nuestro objetivo es formar líderes capaces de decir lo que piensan y creen, seguras de sí mismas, proactivas, solidarias, capaces de trabajar en equipo y conscientes de lo que pasa en su sociedad, para que hablen por las niñas y mujeres que pasan hambre, sufren violencia y no tienen buena salud”, explica Paola Quiroga, comisionada internacional de Guías de Bolivia.

Este grupo está integrado por unas 200 personas en La Paz y Cochabamba; no obstante, hace dos décadas, había alrededor de 3.000 guías a nivel nacional en ciudades e incluso en comunidades alejadas.

Esto, sin embargo, no es una limitante para continuar sus actividades. Las reuniones se realizan todos los sábados por la tarde en el colegio Saint Andrew’s, pero también organizan campamentos, caminatas, excursiones, y otras misiones de servicio social, siempre tratando de abordar una determinada temática.

Además de trabajar con temas de acción global, como la pobreza y el hambre, la educación sanitaria, detener la violencia contra las niñas y coadyuvar a la sostenibilidad ambiental, también se concentran en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Este año, por ejemplo, sus actividades harán más énfasis en el objetivo 4, sobre la salud materna y la disminución de la mortalidad infantil.

Patricia Revollo, encargada del área educativa, indica que reciben niñas desde los seis años en adelante, separándolas según su edad: de seis a nueve años en el grupo de las Alitas; de diez a 12 en las Golondrinas; de 13 a 14 en las Garzas; de 15 a 16 en las Gaviotas; y, finalmente, de 17 a 18 años en las Palomas. Después las preparan para ser futuras guías, conformando comités de apoyo.

El impacto en sus vidas

Hace seis años, Belén Antuña ingresó a Guías de Bolivia y encontró en este grupo una segunda familia. “Me gustaría ser una de las guiadoras para enseñar a otros lo que yo estoy aprendiendo. Aquí nos enseñan que todos somos iguales, que las mujeres tenemos voz y las mismas capacidades y también a tener compromiso con nuestro entorno”, afirma.

A este movimiento ingresan niñas y adolescentes con diferentes personalidades. Algunas son muy extrovertidas, otras más tímidas, pero todas llegan a templar su carácter al interactuar con sus pares y aprender valores de respeto, confianza, lealtad e igualdad.

Las enseñanzas que reciben tratan de ponerlas en práctica en sus actividades cotidianas y las transmiten entusiastas a sus compañeros de curso y a sus familias.

“Una vez, en un recreo, una amiga botó la envoltura de su chupete al piso y se estaba yendo bien tranquila, pero yo le obligué a alzarla y botarla a la basura. Me paré con los brazos cruzados hasta que me hizo caso”, cuenta Laura Torrico, de 12 años.

Después de reunir a algunas niñas del grupo Golondrinas y preguntarles sobre lo que aprendieron este año, varias intentan intervenir para compartir sus experiencias.

Mientras unas enfatizan que las mujeres merecen ser tratadas con delicadeza, otras mencionan la importancia de cuidar el medio ambiente para eliminar la contaminación. Y otras aseguran que todos somos iguales y merecemos el mismo respeto.

A pesar de tener opiniones variadas, todas coinciden en que más adelante les gustaría ser guiadoras, “y pasar estas enseñanzas a nuestros hijos y a las nuevas generaciones para tener un mundo mejor”.

Quiroga, por su parte, destaca que en todos estos años de formación, observaron que muchas mujeres que empezaron desde niñas en Guías de Bolivia, ahora ocupan puestos importantes como ministras, directoras de Organizaciones No Gubernamentales y en cooperaciones internacionales, siempre ejecutando programas con enfoques sociales.

Asimismo, ven cómo las jóvenes que participan en los talleres y encuentros internacionales se destacan en su participación, por su capacidad de pronunciarse sobre una diversidad de temas y problemáticas sociales, dando voz a las mujeres en pro de la igualdad de género.

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