Una situación crítica vive el sector de las micro y pequeñas empresa. Por la emergencia sanitaria que vive el país 100.000 unidades productivas se declararon en quiebra, informó este martes la Confederación de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype). El sector pidió al Gobierno crear líneas de crédito para reactivar al sector, una de las primeras víctimas económicas de la pandemia.
Desde el 22 de marzo el país vive una emergencia sanitaria que obligó al Gobierno a dictar una cuarentena total, para evitar la expansión del virus. La medida frenó todas las actividades económicas y muchas empresas tuvieron que cerrar.
Si bien el objetivo es resguardar la salud de las personas ha dejado secuelas graves en la economía. Néstor Conde, presidente de Conamype, dijo que, por la paralización de actividades, a escala nacional, 100.000 empresas, tanto formales como informales, tuvieron que declararse en quiebra debido al nulo flujo de circulante que ocasionó la medida.
Detalló que, en promedio, cada empresa emplea hasta cinco personas, esto equivale a 500.000 fuentes de empleos de forma directa que se han perdido.
En todo el país, según Conde, operan 600.000 empresas del sector, que corren el riesgo de no volver a operar. Por eso, para resguardar el empleo que generan las mypes, el dirigente plantea que el Gobierno establezca una línea de crédito para que las unidades productivas se puedan reactivar.
Dejó en claro que el sector no quiere bonos, pero sí facilidades en préstamos; con tasas de hasta un 6% y un periodo de gracia de al menos seis meses.
Sin embargo, adelantó que no todas las empresas comenzarán a trabajar, una vez que se levante la cuarentena, con todo su personal. “Si antes se trabaja con diez personas ahora lo harán con cinco lo mínimo”, explicó.
Sobre el futuro, el dirigente dijo que “se viene un panorama oscuro” para el sector.
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