lunes, 24 de septiembre de 2012

Brasitas, un proyecto innovador que elabora carbón ecológico

Las Brasitas es un producto ecológico que sirve para encender y mantener el fuego de una chimenea o de una parrilla. Jóvenes que alguna vez vivieron en la calle hoy fabrican estos bloques biocombustibles -también llamados briquetas- a partir del aserrín desechado que queda de la elaboración de muebles en los talleres de la Fundación La Paz.

Ellos forman parte del programa Sarantañani de la mencionada fundación.

Este innovador producto se destaca por su capacidad de generar calor, sin utilizar ningún aditivo o aglutinante.

“Lo que hacemos nosotros es recoger ese aserrín que resulta de la elaboración de los muebles de madera en los diferentes talleres. Cuando finalizamos la recolección hacemos un proceso de selección para luego depositar el material en una máquina especial”, comenta el educador de Sarantañani , Javier Avilés.

Las Brasitas son circulares y están hechas de aserrín prensado, miden de cinco a seis centímetros y se han convertido en una alternativa al uso de leña o carbón.

Se considera amigable con el medio ambiente porque es un producto reciclado, biodegradable, que emite menor cantidad de humo y produce menos ceniza en comparación con el carbón o la madera.

“El objetivo es prevenir y evitar la tala de árboles que terminan convirtiéndose en leña. Además las Brasitas tienen la ventaja de generar un poder calorífico superior al de la leña”. señala el director de la Fundación La Paz, Jorge Domic.

Las Brasitas es el primer proyecto que realiza carbón ecológico en La Paz, una idea que se lleva a cabo en varios países del mundo, donde se elaboran briquetas de otros residuos, como la cascarilla de arroz, la cáscara de coco, el cartón, entre otros.

De manos jóvenes

El proyecto nació hace dos años en el programa Sarantañani de Capacitación Técnica que forma parte de la fundación. Poco después, recibieron una máquina -a través de una donación alemana- que compacta el aserrín en bloques a presión, y posteriormente se implementó el emprendimiento con la ayuda de Swisscontact.

Una vez dispuesto el equipo que protege sus ojos, nariz y boca Juan Teófilo Apaza de 16 años deposita el aserrín en la máquina.

Con ayuda de otros cuatro jóvenes y el asesoramiento del capacitador, encienden la máquina, que produce ocho briquetas por minuto.

Los bloques de aserrín que salen de la máquina se humedecen con un atomizador.

Luego y poco a poco desde la parte inferior de la máquina empiezan a salir rápidamente una a una las briquetas, que luego de juntarse son depositadas en bolsas también reutilizables y reciclables. Cada una tiene tres kilos de producto, alrededor de 30 piezas, y tienen un costo de 15 bolivianos.

“Es fácil aprender y cuando tenemos práctica hacemos rápido todo. Yo no sabía que el aserrín se podía convertir en algo tan parecido al carbón. Antes pensaba que era basura”, dice Gustavo Uruchi, de 13 años, uno de los jóvenes de Sarantañani que trabaja en el proyecto.

Promoción a conciencia

“Se decidió no promocionarlo en época invernal, ya que sería una forma de incentivar de forma indirecta a la quema de madera y sus derivados. Por ello, y como es un emprendimiento que apoya el cuidado del medio ambiente, lo hacemos desde agosto”, explica Avilés.

Para su utilización se recomienda humedecer unas tres briquetas con alcohol y ubicarlas debajo de las otras piezas antes de encender el fuego. Otra opción es utilizar una vela.

También se puede integrar con el carbón regular en una chimenea o parrilla.

De momento se trabaja en una campaña de promoción que facilite el ingreso de las Brasitas a los supermercados nacionales y así poder llegar a una producción de 600 bolsas al mes. Hoy, el producto se encuentra a la venta en las instalaciones de la Fundación La Paz.

Para Domic, uno de los aspectos más importantes de Brasitas es poder capacitar a jóvenes que alguna vez vivieron en la calle y que sean capaces de generar sus propios emprendimientos.

“Con las Brasitas también queremos que los jóvenes tengan oportunidades de obtener ingresos a partir de la venta”, finaliza.

“El objetivo es prevenir y evitar la tala de árboles que terminan convirtiéndose en leña. Además las Brasitas tienen la ventaja de generar un poder calorífico superior al de la leña”.
Jorge Domic, director de la Fundación La Paz.

Datos del proyecto
Producción Actualmente la Fundación La Paz trabaja con otros cuatro proyectos involucrados con la conservación y protección del medio ambiente.


Reciclaje Uno de los proyectos es el acopio y triturado de botellas PET. A base de ése surgió otro que se enfoca en la fabricación de escobas a partir del reciclado de estos envases plásticos.


Cartón Otro emprendimiento trabaja con el acopio y reciclado de papel y cartón para realizar diferentes tipos de artesanía, que está a cargo de jóvenes mujeres.


Ecoturismo En la Fundación La Paz también se capacita a los jóvenes para que sean guías en la actividad del ecoturismo con la finalidad de promocionar viajes por el Camino del Inca, Yunga Cruz, Chuñawi hasta llegar a Chulumani, en Sud Yungas, en donde esta institución tiene un eco-albergue.

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