Pelletbol, microempresa constituida hace un año, se dedica a la producción de combustible hecho a base de cáscaras de castaña, cuya utilidad energética es aprovechada en estufas, calefones y cocinas. La empresa funciona en Uyuni (Potosí) con materia prima recogida en Riberalta (Beni).
“En nuestro país el consumo de biomasa en las zonas rurales se reduce principalmente al uso de la leña y el carbón, como los más conocidos. Ante esta situación ha surgido nuestra inquietud de utilizar la cáscara de castaña como alternativa para generar energía ecológica en el país. Fue solo un proyecto pero ahora ya somos empresa”, sintetiza Lisset Contreras, gerente general.
Concebido en la Universidad. Todo nació bajo la creatividad y emprendimiento de Lisset Contreras y Mario García, dicen ellos mismos. Fue concebida desde las aulas de la universidad como proyecto en el 2009 y hace un año se concretó en una microempresa asentada en la capital del salar más alto del mundo.
“Hemos localizado nuestra empresa en Uyuni, porque el frío en esa zona es crudo. Las personas usan estufas con electricidad y con garrafas, y eso implica costos y riesgos a la vez. Además, los hoteles son los que más demandan nuestros productos”, señaló Mario García, jefe de producción.
La microempresa unipersonal, hoy con registro en Fundempresa, inició sus actividades con una inversión de 60 mil dólares, asentando la fábrica procesadora en la localidad de Uyuni.
“Somos la primera empresa de Bolivia y la única en el mundo en transformar la cáscara de la castaña y producir Pellets con esta materia prima”, explicó Contreras.
Exportación y apoyo. Los propietarios de Pelletbol, dicen tener una pequeña exportación mensual de 30 toneladas a los mercados de Uruguay y Argentina para uso doméstico. “Ellos nos piden producir a futuro por lo menos mil toneladas al mes. Estamos en ese proceso. Nos falta mayor inversión y apoyo del Gobierno", señaló García.
El mercado argentino les ha demandado más volumen de producción para la generación de energía a mayor escala. Según contreras, la pequeña planta instalada en Uyuni tiene la capacidad de producir 500 toneladas mensuales de Pellets. Además, ya es generadora de 50 empleos directos, en su mayoría acopiadores de cáscara de castaña de las comunidades rurales de Riberalta. Esperan expandir y seguir creciendo.
Etapas
Un producto nuevo y menos contaminante
Iniciativa. Contreras y García eran estudiantes de Ingeniería Comercial de la UMSA. En 1999 participaron y ganaron en el concurso de la feria científica de dicha universidad. El 2010, fueron a Francia y resultaron galardonados por su novedosa investigación y los resultados alcanzados.
Constitución. El 2011 constituyen la microempresa Pelletbol, registrando la razón social en las instancias correspondientes y sobre todo en Fundempresa.
Montaje. La maquinaria con la que trabajan, según sus propias versiones es todavía una adaptación de otros equipos utilizados en esta industria.
Beneficios. El biocombustible es 100% sostenible. Además, reemplaza a combustibles procedentes de bosques nativos. Altamente ecológico.
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