lunes, 13 de agosto de 2012

Emprendimientos de jóvenes bolivianos cruzan fronteras y logran marcado éxito

PelletsBol y AjíManí son dos ideas que se gestaron entre grupos de compañeros de la universidad, que se convirtieron poco a poco en proyectos y posteriormente en realidad, gracias al empujón brindado por la Fundación de Emprendedores y Finanzas Maya, con el respaldo del banco BISA a través del proyecto Innova Bolivia.

Maya organiza anualmente el concurso Innova, dirigido a la comunidad universitaria, de este certamen han resultado investigaciones que han derivado en el nacimiento de nuevas empresas y productos que actualmente están en el mercado.

Dado el éxito obtenido durante varios años, a partir de 2012, la competencia se denomina “Innova Bolivia” de proyectos innovadores, al que se han adherido todas las universidades estatales y privadas del país. Este mes será lanzado el concurso y entre las etapas de inscripción, selección, capacitación y premiación, se prolongará hasta mayo de 2013.

PELLETSBOL

Uno de los mejores proyectos que lograron reconocimiento incluso en concursos internacionales, es PelletsBol , se trata de una empresa dedicada a la fabricación de “pellets” (pequeñas porciones de material de biomasa aglomerado o comprimido mecánicamente), fabricados a base de la cáscara de almendra, que son utilizados como combustible en la industria.

En el norte amazónico del país, específicamente en el municipio de Riberalta, la producción de castaña genera grandes cantidades de desechos ya que el 60% del fruto no puede consumirse, tomando en cuenta este potencial, cuatro compañeros de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), vislumbraron la posibilidad de convertir estos residuos, en algo útil.

“Los pellets al ser quemados generan calor y energía; tienen mayor poder calorífico que sus similares de madera, en el estudio de mercado averiguamos que en Argentina, Chile, Paraguay y países de Europa hay bastante demanda para generar vapor, energía eléctrica y calefacción”, explicó Mario García.

Según datos oficiales, hasta el período 2009, Bolivia exportó unos 70 millones de dólares en castaña, monto que se obtuvo por la venta de un volumen de 22 mil toneladas, es decir que todos estos residuos, pueden convertirse en exportaciones.

“En la zona amazónica los comunarios queman la cáscara junto a los desechos sólidos, cierta parte es botada al río Beni y cierta parte es colocada en las calles para evitar el polvo, nosotros tenemos la planta en Uyuni y la línea de producción ya está instalada”, agregó.

Su compañera en el emprendimiento, Liset Contreras, explicó que como no existe mercado en Bolivia, toda su producción será destinada a la exportación una vez concluidos los trámites legales en Bolivia y sean elegidos los potenciales destinos.

“Innova Bolivia ha sido como una catapulta para nuestra empresa, todo nació de una idea mas o menos hace cuatro años, comenzamos a investigar y vimos el potencial de la cáscara de castaña”, agregó.

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