En un laboratorio y durante siete días las hojas de coca se maceran para extraer sus propiedades y convertirse en un parche dérmico que alivia dolores de cabeza y musculares. La tradición ancestral de ponerse la hoja sagrada sobre la piel para aplacar malestares inspiró a tres jóvenes bachilleres a crear un nuevo producto.
Su nombre es PLAC-BO y fue creado por tres alumnas del sexto de secundaria del colegio Horizontes para participar en el concurso Cultura Emprendedora 2013, organizado por la Alcaldía de La Paz.
Con PLAC-BO obtuvieron el tercer lugar de 600 modelos de negocios presentados en el concurso. El objetivo fue consolidar un producto de medicina natural que aproveche las ya conocidas propiedades desinflamatorias y analgésicas de la hoja de coca.
"Nos llamaba la atención hacer algo con la que se demuestre nuestra cultura y optamos por la coca . El tema de la hoja de coca se relaciona mucho con el narcotráfico, así que decidimos romper con eso y explotar sus propiedades medicinales”, explica Mariana Crespo, una de las estudiantes.
Después de investigar, optaron por elaborar un parche analgésico desinflamante de coca, debido a que con éste el calor se concentra en un punto específico del cuerpo; pero además porque no existía nada parecido en el mercado boliviano ni extranjero.
Así comenzó el proceso de desarrollo del producto en el que debían hallar la forma de transformar las hojas de coca y concentrarlas en un gel utilizando componentes que sean naturales y no incluyan conservantes.
Otro rostro de la coca
Después de consultar a la bioquímica Patricia Vela, empezaron a experimentar en varios laboratorios para obtener el preciado gel de coca y luego completaron el parche natural utilizando gasa y "micropore”, una cinta adhesiva utilizada para curaciones.
Para seguir la tradición del uso de la hoja para las dolencias, las tres jóvenes elaboraron dos presentaciones del PLAC-BO.
Una tiene forma circular, del tamaño aproximado al de una moneda, y se coloca sobre las sienes para aliviar dolores de cabeza y jaquecas. Puede estar sobre la piel hasta seis horas.
La otra presentación tiene el tamaño aproximado a la palma de una mano y se coloca en el cuerpo para calmar dolores articulares y musculares. Su uso puede prolongarse hasta por 12 horas. Ambas están dirigidas a un público juvenil y adulto, no así para niños.
Familiares y amigos fueron los "conejillos de indias” de ambas presentaciones. Ante cualquier dolor que presentaban las jóvenes aprovechaban para probar en ellos el producto.
A pesar de que las creadoras inicialmente tenían cierta incredulidad sobre la efectividad del producto, notaron cómo empezaron a buscarlas para conseguir más parches PLAC-BO.
"Algunas personas y empresas querían que les vendamos más de estos parches, porque es más natural que los que existen en el mercado y más barato. En cada paquete grande vienen tres unidades a un costo de 20 bolivianos. Creó mucha expectativa”, comenta otra de las creadoras, Lingli Chen.
El paquete de parches para las sienes tiene cuatro unidades y tiene un precio de seis bolivianos. Desde la fecha de su empaque los parches tienen una vida útil de tres semanas si se guardan en el refrigerador, de otro modo duran alrededor de una semana.
Oportunidad y grandes ideas
Para las participantes del concurso Cultura Emprendedora, el evento es una oportunidad para demostrar que realizar las ideas que tienen los jóvenes puede significar el inicio de una empresa.
Por ello, tienen previsto registrar la suya en el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi) y venderla, en un futuro, a algún laboratorio que cuente con la logística y maquinaria necesaria para elaborar los parches en forma masiva.
"Estamos dispuestas a vender la idea para beneficiar a la población y porque creemos que es una oportunidad para que el laboratorio que produzca los parches brinde trabajo a más personas, algo que es muy necesario en esta época”, manifiesta Adriana Jitton, que también forma parte del equipo.
El premio las hizo acreedoras a 5.000 bolivianos, tres becas de la Escuela Militar de Ingeniería y otros productos.
Jitton y Crespo planean estudiar medicina y Chen cursará la carrera de negocios internacionales. Sus inquietudes profesionales sirvieron para concretar una idea que tenía que ver con la salud, pero además con cambiar la imagen de una hoja emblemática dentro y fuera de las fronteras bolivianas.
Sobre el concurso
Convocatoria La novena versión del concurso Cultura Emprendedora convocó a más de 4.000 estudiantes de quinto y sexto de secundaria de 650 unidades educativas.
Proyectos En 2013 se logró la presentación de 600 ideas de negocio, trabajadas por los estudiantes de las diferentes unidades educativas fiscales y particulares del municipio de La Paz.
Premios Las siete mejores ideas fueron premiadas en una gala. El primer lugar fue otorgado a Erick Cristhian Zacarías Tórrez con su proyecto de una lavadora de pedal.
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