La incorporación de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) a la Bolsa Boliviana de Valores es algo inédito en el ámbito mundial y da paso a pequeños emprendimientos, explica el gerente general de la entidad financiera, Javier Aneiva Villegas.
Señala el interés de la entidad de lograr “mayor productividad en el país” a través del respaldo al sector de la micro, pequeña y mediana industria, desde las empresas de jeans de la laguna Alalay.
En Cochabamba el mejor ejemplo de lo que es una PYME es la industria de productos ecológicos Naturaleza. La empresa ingresó hace cinco años en el mercado de la Bolsa Boliviana de Valores.
“En el país, en general, estamos acostumbrados a tener empresas familiares y hay que buscar que se constituyan sociedades o directorios para garantizar la continuidad, asegura.
Este criterio es compartido por el ejecutivo principal en la dirección de Políticas Públicas y Competitividad en la Corporación Andina de Fomento (CAF), Andrés Oneto.
El experto, en una charla realizada a empresarios de las Pymes del país, en Cochabamba, asegura que el 70 por ciento de las empresas familiares no pasan de siete años de vida, el 30 por ciento llega a los 25 años y una de cada diez muere.
Oneto recomienda la conformación de directorios que incluyan a expertos además de la familia.
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