martes, 21 de junio de 2016

Mammut convierte llantas en baldosas y OEA le premia

Un proyecto cochabambino que convierte desechos de llantas en baldosas de caucho de alto tráfico fue elegido por la Organización de Estados Americanos (OEA) como “el de mayor impacto social” entre 3.000 emprendimientos innovadores de distintos países de América. La empresa que lo impulsa se llama Mammut.

El producto es ecológico y surgió hace tres años en el concurso Innova Bolivia. Desde el principio, la iniciativa se destacó, no solo por la manera en la que su creador empezó y consiguió un financiamiento de 50 mil dólares para desarrollarla, sino también por la forma en la que se comercializó, a través de las redes sociales. “Hemos llegado por medio de internet a lugares de Riberalta y Tupiza que ni siquiera tienen caminos”, relató el mentor del proyecto y gerente general de Mammut, Manuel Laredo. El empresario viajó la semana pasada a República Dominicana para recibir el premio de la OEA.

El producto ha cambiado la vida de los bolivianos porque utiliza un residuo y lo convierte en un material de construcción, que al margen de ser “verde” o ecológico, ofrece muchas ventajas a los que lo usan como piso amortiguante y de alto tráfico. Las baldosas, que ya han sido empleadas en proyectos públicos como el parque Vial de Cochabamba amortiguan, por ejemplo, las caídas de los niños en espacios de entretenimiento o de riesgo. Las baldosas de caucho también pueden ser utilizadas en pistas atléticas, gimnasios o canchas deportivas en las que los deportistas no volverán a sufrir lesiones tras sus caídas.

“Uno de nuestros objetivos es aportar con nuestro producto a la infraestructura de los Juegos Odesur”, adelantó el emprendedor que ya tiene proyectos con los municipios de La Paz y Santa Cruz.

Otro de los objetivos de la empresa es ayudar al país a deshacerse de las más de 20 millones de llantas en desuso que están desperdigadas en todo el país y que pueden constituirse en una amenaza. Un ejemplo es lo que ocurrió este año en Cochabamba con el desastre causado por la quema de llantas en K’ara K’ara. Cada año, Bolivia importa de manera legal cerca de un millón de llantas, pero miles ingresan de manera ilegal. “Mientras más parques y espacios deportivos se construyan, más baldosas se necesitarán y menos desechos habrán”, comentó.


No hay comentarios:

Publicar un comentario