ENTRE MÁS DE 3 MIL PROYECTOS, MAMUT FUE LA ELEGIDA | LA EMPRESA GANA EL PRIMER LUGAR EN EL CONCURSO TIC AMÉRICAS DE LA OEA Y LA YABT.
Manuel Laredo, gerente de Mamut, tiene una maestría en polímeros en la Universidad de Barcelona España y un curso de negocios en la Universidad de Georgetown en Estados Unidos.
“La idea de crear este proyecto nace el 2013 a través de Innova Bolivia junto a Antonio Laredo y Ronald Gonzáles. Quisimos hacer un proyecto que nos permita vivir pero al mismo tiempo que tenga un impacto positivo en la vida de las personas, es por eso que vimos el problema que tiene Bolivia con las llantas. Importa más de un millón de llantas y hay aproximadamente 20 millones de llantas en toda Bolivia. Vimos cómo reutilizarlas para generar un producto que de un beneficio a la sociedad. Se trata de un producto amortigüante que evita lesiones a niños y a deportistas en el momento de recreación”, cuenta.
EL CONCURSO
“Postulamos a este concurso de talento e innovación de América organizado por la Organización de Estados Americanos (OEA) y Young American Business Trust (YABT), que se realizó en República Dominicana con la participación de todos los países de la OEA. El concurso fue hace unos días atrás, nos postulamos con el proyecto de Mamut y se evaluaron más de 3.000 proyectos. Se evalúa cuatro puntos importantes: que sea un producto innovador que no hay en Bolivia y en muchos países, creemos que es muy novedoso utilizar las llantas como un recurso y reutilizarlo como piso amortigüante, nos evaluaron la tecnología; desarrollamos junto a un grupo de personas la fórmula química que permita que se haga este proyecto en Bolivia. Nosotros picamos la llanta y la metemos a una olla, mezclamos con un mixer junto a componentes químicos y la introducimos a unas planchas, prensamos y luego sale el producto”, explica Laredo.
De igual manera, Mamut utiliza el producto de caucho para hacer pavimentos, vacían como si fuera cemento y encima colocan recubrimientos de poliuretano.
“Competimos con otros dos finalistas, nosotros fuimos los únicos que competimos desde el punto de vista industrial, tuvimos una etapa de calificación de jueces internacionales, que calificaron el producto en tecnología, impacto social y otros puntos. Hemos utilizado caucho de 45 mil llantas, generando 20 empleos directos y más de 100 indirectos. El promedio de edad de personas que trabajan junto a nosotros es de 26 años de edad, la mitad son mujeres; todas estas características han sido analizadas”, explica.
“Si bien ganamos 5.000 dólares de capital, en realidad para nosotros es motivante que el proyecto haya validado nuestro impacto en Latinoamérica. Tenemos planeado franquiciar este modelo en diferentes países y ciudades, haber vivido esta experiencia nos permite conectarnos con personas de otros países y en realidad lo más importante es la motivación para salir adelante es una validación para mí y para los que trabajan conmigo”, indica.
“Tenemos planeada toda una implementación de infraestructura para la Odesur, nosotros estamos interesados en que nos tomen en cuenta, tenemos capacidad de generar gestión. Además, ofrecemos mantenimiento a nuestro producto, cosa que con un producto importado es más difícil. El próximo paso es abrir mercado en Paraguay con socios que tenemos ahí porque es un producto que no hay en ese país”, asegura.
MAMUT
“Queremos hacer pistas atléticas, ha sido interesante el modelo de negocio porque hemos nacido como una idea el 2013 en Innova Bolivia, después de un año hemos logrado que el Banco Bisa nos de un préstamo de 50.000 dólares, posteriormente hemos constituido la empresa, actualmente estamos transformando un producto que dura seis meses en un producto que dura diez años, pero que impacta en la vida de las personas”, dice.
“Nuestra primera venta fue al restaurante Kentucky Fried Chicken en Santa Cruz, nosotros vendemos todo por Facebook y la web, es un modelo de comercialización nuevo que generalmente las empresas grandes manejan y me ha permitido vender en lugares como Riberalta y Tupiza”, asegura Laredo.
“El piso sirve para áreas de parque infantiles, es específicamente para los niños, piscinas, gimnasios que es donde hay más demanda, canchas deportivas, establos para caballos, industrias, en las paredes para amortiguar temperatura y sonido, para tapar columnas, entre otros, es interesante porque la gente siempre me da más utilidades para el producto. Los colores que tenemos son rojo, verde, negro, azul y amarillo”, explica.
“Creemos que para proyectos así necesitamos la participación del ciudadano que se de cuenta de que el proyecto sirve y que la llanta que está botada, si la lleva a un lugar donde se puede hacer un manejo correspondiente, va a terminar siendo un producto que va a mejorar su calidad de vida. Si la gente compra productos verdes va a generar que empresas que tienen productos verdes tengan mejor mercado, eso genera que la gente que recicla tenga más demanda y que la población no bote su basura sino la entregue para seguir haciendo estos productos; se genera una cadena de valor que crea un bienestar en la sociedad”, asegura.
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