Falta poco para las nueve de la mañana y el resultado del trabajo que comenzó la noche anterior se manifiesta a través del aroma que sale del horno industrial. Alrededor de medio centenar de unidades son colocadas en un empaque hecho especialmente para transportarlas. Estas empanadas contienen cuatro diferentes rellenos que por lo general se encuentran sobre la masa de una pizza.
De un tiempo a esta parte no es extraño ver al constructor civil Javier Farrachol Torrico, de 56 años, recorrer diferentes instituciones públicas y privadas, en el centro de la ciudad, con una caja en la cual lleva las Empanapizzas, que elabora desde abril de 2015 cuando regresó de México.
Este entremés de media mañana actualmente tiene cuatro rellenos: jamón-pepperoni, jamón-salame, hawaiana y el tradicional queso y jamón.
En 2014 hizo una consultoría en el restaurante de unos amigos bolivianos en Monterrey, México. Él y uno de ellos, según indica, decidieron fusionar las pizzas y empanadas, haciendo una especie de "guiño” a las salteñas.
De retorno en Bolivia, y después de varios intentos por regresar a su antigua fuente laboral sin éxito, decidió que no iba a quedarse con los brazos cruzados frente a una sociedad que, de alguna manera, prescinde de las personas de su edad.
"Para las personas de mi edad es difícil conseguir trabajo. Así que pensé que podía poner en práctica en La Paz lo que hicimos en México y empecé a elaborar las Empanapizzas (...). Antes las hacía todos los días, hoy sólo dos veces a la semana, pero me estoy enfocando más a seminarios y talleres”, detalla Farrachol.
A pesar de que existen algunas salteñerías en La Paz que ofrecen, hasta con anuncios en internet, la salteña de pizza, el color, la consistencia y la masa de la elaboración de las Empanapizzas tienen otras características.
Le han contado sobre los anuncios de las salteñas de pizza por eso no le agrada llamarlas así y añade que hay algunas personas que desde que el comenzó a elaborar su producto han tratado de copiar su receta.
Un recorrido de sabor
Este paceño y padre de dos hijos recorre las instituciones del centro y tiene un mapa mental del piso, el cliente y el tipo de empanada que prefiere. Pero la tarea no es sencilla, pueden pasar varios pisos sin que haya ninguna compra.
A pesar de ello, y de los policías que son su principal problema para ingresar en las instituciones, cada vez que pronuncia "buenos días” al abrir una puerta ofrece sus Empanapizzas con una sonrisa intacta y renovada.
Al caminar cargando la práctica caja que fabricó para estas empanadas, y cuyo peso le provocó una tendinitis hace algunos meses, admite que no entiende cómo funciona la lógica de algunas instituciones en donde prefieren que los trabajadores salgan de su fuente laboral para comprar una salteña o tucumana a media mañana, perdiendo alrededor de media hora en ello. En lugar de dejarlo vender sus Empanapizzas sin que las personas pierdan mucho tiempo en consumirlas, y cuyo aroma no trasciende en el ambiente como otros alimentos.
Después de varias negativas en varios pisos de la Caja Nacional de Salud, en el edificio Krsul, de la avenida Camacho, se producen las primeras ventas, a seis bolivianos la unidad. Hoy la favorita es la hawaiana.
En la actualidad, es la única persona que se encarga de todo el proceso, desde la compra de ingredientes hasta la venta del producto final. Le gustaría emplear a algunas personas que le ayuden con la elaboración de las Empanapizzas y la venta, aunque le parece difícil.
El futuro a los 56 años
"Algunas universidades me ofrecieron contratos para comercializar las Empanapizzas, yo ofrecí reducir un poco el precio para que las vendan a seis bolivianos, pero quisieron elevar el costo y no me parece apropiado que se haga esto, así que no acepté (...). Lo que me gustaría es poder montar una cocina grande, como un taller, en donde se elabore este producto y dar oportunidad a otra gente”, señala.
Si consigue algún trabajo en una obra o consultoría asegura que pondría en pausa su pequeño emprendimiento gastronómico, cuyo centro de operaciones es su departamento.
Su principal impedimento, según argumenta, es que desde los anuncios en los periódicos sentencian a las personas de su edad a una jubilación anticipada e involuntaria, situación que no condice con la necesidad de subsistencia de las personas mayores de 50 años.
Después de un año en un rubro en el que jamás pensó incursionar cuenta que el secreto de tener una cartera de clientes fieles es ser una persona educada y siempre, pero siempre, salir de un lugar diciendo a las personas "que tengan un buen día” porque a veces con el ajetreo y caos cotidiano hasta los buenos deseos, por más diplomáticos que parezcan, escasean pero no por ello son menos necesarios.
"Todo trabajo que se pueda hacer de forma honesta es valioso. A veces las trabas que me ponen en ciertas entidades son innecesarias, pero de lo que se trata al final del día es de no cruzar los brazos”, finaliza Farrachol.
Contacto y cifras
Información Para obtener mayor información sobre el emprendimiento puede escribir al javifarrachol@gmail.com o llamar al 65628646 o 71288980.
Datos La tasa de desempleo bajó de 3,5% a 3,2% entre 2014 y 2015, según los datos difundidos en el informe presidencial 2006-2016. Instituciones como el CEDLA han señalado que la cifra es poco confiable.
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