Roberto Linares, de 70 años, lija con especial cuidado la taza que acaba de moldear en arcilla. Junto a él, 11 de sus compañeros de la tercera edad realizan el mismo proceso. Después, colocan las piezas en un horno para su secado y ni bien concluye ese procedimiento, pintan figuras en las cerámicas inspiradas en culturas ancestrales, como la tiwanacota.
Junto a Roberto, Gloria Barrón, Irene Ariñéz, Ana Delgadillo, Sofía Chávez, Luis Gironda, Blanca Pérez, Isabel Manzaneda, Josefa López, Marta Aduviri y una decena más de compañeros, integrantes de la promoción de la Universidad Municipal del Adulto Mayor, aprenden el arte de la cerámica, en el Centro de Innovaciones Técnicas (CITE) dependiente del Gobierno Municipal de La Paz, que hace unos días reabrió sus puertas.
La escuela-taller funcionó desde el 2012 en Obrajes y el viernes pasado, la Alcaldía estrenó una nueva infraestructura en la zona de Mallasilla.
En sus aulas, los adultos mayores no sólo aprenden técnicas para la fabricación de la arcilla, sino que además, según el capacitador y técnico en cerámica, Elvis Elaro, "descubren al artista dormido en ellos, a pesar de que muchos de ellos perdieron capacidad psicomotora. Acá hacemos renacer esas habilidades, hacemos nacer algo que estaba dormido”, explicó.
Los estudiantes Linares, Ariñéz y Barrón, coincidieron plenamente en que con las clases no sólo descubrieron un talento escondido, sino que también moldear arcilla tiene beneficios terapéuticos. "Ejercitamos las manos, la mente y la creatividad”, contó Linares.
"Ayuda en algunas dolencias, a disminuir el estrés y la depresión”, agregó Ariñéz. Por su parte, Barrón opinó que en cierto modo aprenden para posteriormente convertirse en maestros y por qué no tener un negocio propio.
La encargada del CITE, Verónica Velásquez, aclaró que el objetivo de los cursos de cerámica no es sólo "capacitar a las personas para que tengan un emprendimiento”, sino que se "busca cerámica que refleje una cultura, una identidad y un contexto”.
En los cursos básicos de cerámica, los estudiantes aprender a fabricar piezas con acabados de calidad. "La mayoría tienen corte pre-colombino, con algunos rasgos contemporáneos, pero haciendo énfasis en formas clásicas, que incluso se encuentran en el arte griego”, explicó Velásquez.
La funcionaria señaló que recuperar el arte antiguo y agregarle toques modernos, para producir piezas originales, es uno de los resultados a los cuales se busca llegar. "Nuestros pueblos tienen insertadas formas básicas de las vasijas. Nosotros rescatamos estos elementos y les damos un toque moderno, no hacemos réplicas”, dijo.
En la actualidad, en el CITE se exhiben trabajos de cursos pasados. Algunos tienen acabados brillantes y otros acabados opacos como los tiwanacotas.
En el CITE también se utilizan técnicas ancestrales para la fabricación de las piezas como el engobe, que consiste en agregar detalles con arcillas de colores. La arcilla se obtiene en vetas de la zona de Mallasa, aunque Elaro explicó que la hoyada de La Paz está llena de lugares donde se puede obtener este material. La entidad abre sus puertas a cualquier persona, sin límite de edad, que tenga el perfil de un emprendedor, ya que se busca que la inversión no quede en un "simple hobby”. Las capacitaciones son gratuitas, y los cursos se realizan dos veces por semana y también diariamente.
Por ahora, el CITE capacita a adultos mayores y funcionarios de la Alcaldía. Como parte de convenios con instituciones municipales, se ofrecerán cursos a personas con capacidades diferentes.
En diciembre , los responsables anunciaron que será posible inscribir a niños para los cursos navideños de cerámica. Las inscripciones se realizarán en el Edificio Tobia (Calle Potosí, esquina Colón).
La nueva infraestructura permitirá dictar dos talleres de manera simultánea. "Somos dos capacitadores, tenemos dos aulas grandes y tratamos de ampliar la oferta. Hay mucha demanda para quien quiere aprender arte”, concluyó Velásquez.
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