miércoles, 19 de febrero de 2014

LA FUERZA DEL PEDALEO SE CONCENTRA EN EL 100% DEL DESPLAZAMIENTO Capitalino trae patentada desde Estados Unidos la Maxxi Andina

No será la mejor bicicleta del mundo, pero lo que siempre buscó: que el 100% de la fuerza que uno imprime al pedalear se concentre en el desplazamiento. Ahora está patentada en la U.S. Patent Oficce de Estado Unidos y lo que quiere es que su uso se masifique. Es la Maxxi bike o Maxxi Andina fabricada por un sucrense.
El inventor no es mecánico sino un médico inconformista chuquisaqueño, como él se define, que cree que lo que uno hizo ayer siempre puede ser mejor hoy.
René Aillón, un médico cirujano graduado de la Universidad San Francisco Xavier en 1959 y que migró a los Estados Unidos, es el padre de un nuevo modelo de bicicleta, único en el mundo, que pretende lograr un desplazamiento cómodo, seguro y eficiente.
A diferencia de una bicicleta normal que tiene dos estrellas, la Maxxi Andina tiene cuatro estrellas que le dan fuerza al desplazamiento sin que eso signifique emplear una fuerza adicional. Dos estrellas están colocadas en el lado izquierdo y otras dos en el lado derecho con sus propias cadenas que se conectan por un único eje.
El chasis no es igual al de la bicicleta corriente; no lleva el barrote de encima; la altura es similar a una normal pero sí es 15 centímetros más larga.
Los pedales no están a la altura del asiento o en el mismo nivel del cuerpo del ciclista sino un poco hacia adelante, de tal forma que la fuerza de los músculos de las piernas se concentra al 100% en el giro de 360 grados de los pedales. En una subida, por ejemplo, uno puede desplazarse sin tener que estar balanceando el cuerpo para lograr mayor fuerza.
En el caso de la bicicleta corriente, explicó Aillón, el pedaleo tiene un “punto muerto” en la parte superior e inferior de los pedales y la fuerza de las piernas es efectiva en sólo 45 grados del giro total.
El hecho de que no tenga un barrote en la parte superior permite que el ciclista pueda pararse con mayor comodidad y seguridad, además de partir presionando el pedal en el sitio que está.
Con estas características, la Maxxi Andina es ideal para salir de paseo, especialmente en terrenos de desniveles continuos como los hay en la ciudad de Sucre; para trepar subidas empinadas o para imprimir velocidad en terrenos planos e irregulares.
Aunque su diseño es apto para todo tipo de ciclista, gran ventaja pueden sacar las personas que gustan pasear sin tener como presión el tiempo sino el disfrute al aíre libre. También es recomendable para las personas de la tercera edad.
Esta bicicleta tiene caja de cambios como una bicicleta corriente.

Convencido

René Aillón está convencido que esta variación de bicicleta se tiene que introducir al mercado y qué mejor hacerlo desde Sucre.

Médico aficionado a los fierros

René Aillón contó que su afición por los fierros nació de muy joven con el gusto por las motos.
Recordó que cuando hacía su internado en el hospital Santa Bárbara, la vez que llegaba un accidentado en moto no lo hacía solo sino que también la motocicleta. Así, él podía conseguir una motocicleta malograda a precio bajo; una vez en su poder, la llevaba a desarmar a su casa, y el chasis al taller de la casa Ford, que funcionaba en la actual Casa de Turismo, para desdoblarlo. Después la volvía a armar y se quedaba con una moto en buenas condiciones.
Ya en Estados Unidos no la perdió esa afición. Instaló su taller y con el pasar de los años pasó de las motos a las bicicletas.
Con el invento consolidado, no dudó en hacer lo mismo en su domicilio particular de Sucre, a donde llega cada verano (enero a marzo) de vacaciones, para mostrarle a Sucre y el país la primera bicicleta de este tipo.
Contó que fue a la zona del mercado Campesino, compró dos bicicletas con Bs 1.800, las desarmó, cortó, soldó, pintó y armó, y dio vida a la Maxxi Andina.
Aillón aseguró que una bicicleta de ese tipo se puede armar en un día.
Por la facilidad en la soldadura trabaja con bicicletas de fierro, pero también es posible en materiales de aluminio y policarbonato, para que sean más livianas.

Su actitud inconformista lo llevó a crear la Maxxi Andina

“Tengo un espíritu inconformista. La gente siempre me ha tratado así. Las cosas no son como son”, manifestó el médico René Aillón a modo de sentar las bases que lo motivaron a crear la Maxxi Andina.
Contó que como médico trabajó 50 años en la sala de operaciones como anestesiólogo, ahora está jubilado, y eso le enseñó a que si uno ve algo siempre lo puede hacer mejor. En ese trajín, mencionó, uno se acostumbra a ver las diferencias de las cosas, algo que otras personas no las ven.
Así, como mecánico aficionado también empezó a ver las diferencias y a pensar que las cosas se pueden hacer de “una forma y otra”. Por lo general, la gente se acostumbra y siempre piensa que su bicicleta es “muy bonita y muy linda”, y que no necesita más cambios para mejorarla.
Sin embargo, eso no sucedió con el chuquisaqueño que pensó a “lo loco, a lo sucrense”, y se convenció que puede haber una solución mejor al pedaleo con gran esfuerzo.
De ese modo, manifestó, en su taller montado en su casa de Massachusett empezó a cortar y soldar las bicicletas hasta llegar al producto que tiene ahora: la Maxxi Andina.
Este proceso, según Aillón, le demandó un par de años al cabo de los cuales ingresó al archivo de patentes de la U.S. Patent Oficce y se encontró con la grata sorpresa de que no había una igual a su invento, entre las miles de tipos de bicicletas.


VARIACIONES
El inventor explicó que la bicicleta en cuestión también puede tener algunas variaciones o ser armadas con características especiales; para paseo, carrera y hasta con un motor eléctrico que se activa al presionar un botón cuando las fuerzas le están fallando al ciclista.
Eso sí, aclaró, todas las variaciones tienen una característica común que es la forma máxima de utilizar la energía personal de manera eficiente.

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