Un estilete, una regla metálica y pegamento (carpicola) son las herramientas con las que se fabrican los muebles ecológicos más resistentes de Bolivia. De estilo minimalista, se fabrican en Cochabamba utilizando cartón reciclado con una técnica completamente innovadora.
Se llama EnKarte y es un emprendimiento ecológico y social que desde ayer muestra sus piezas en la Expomueble cartón reciclado en la Galería Arte 21, calle Pankara N° 1002, en la zona de San Miguel. Hoy feriado abrirá de 10:00 a 17:00 y hasta mañana en los horarios de 10:00 a 13:00 y 15:00 a 20:00.
Como el cartón reciclado es la materia prima, son muebles muy livianos, pero tienen una resistencia que puede soportar grandes pesos. Por ello, no es extraño ver a varias personas probando la resistencia de un escritorio de 9,5 kilogramos, que soporta una tonelada.
EnKarte fue creado por Koko Burgoa hace año y medio siguiendo la regla ecológica de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar, en este caso el cartón para la fabricación de muebles. A ello se le añade una R más: reinserción laboral, con lo que se pretende enseñar a personas con discapacidad, de bajos recursos y también emprendedores a fabricar este mobiliario. Hasta la fecha el proyecto ha reciclado cinco toneladas de cartón.
“Es un proyecto que nace de la necesidad de hacer algo. Uno se da cuenta de que la vida es tan efímera y muchas veces no contribuimos en nada a la sociedad (...). Fue así que decidí hacer un proyecto que una la ecología y la responsabilidad social, y me fijé en el cartón, uno de los materiales que menos se recicla”, señala el responsable del emprendimiento, que junto a su familia lleva adelante EnKarte.
Resistencia y creatividad
Juegos de living, escritorios, camas, sillas, mesas y todos los muebles pensados se pueden fabricar con el cartón. La imaginación es el límite. El precio oscila entre los 75 y 500 bolivianos y tienen tres acabados: rústico, pintado e impermeabilizado.
Pero, ¿por qué son tan resistentes? A través de una investigación, Burgoa experimentó e implementó una técnica en la que el cartón forma una especie de esqueleto interno -parecido a las celdas de un panal de abejas- que tiene una ingeniería de relleno, hecho del mismo material, ayudando a distribuir el peso que soporta la estructura.
Burgoa empezó a recuperar el cartón prácticamente de la basura. En la actualidad, y gracias a la difusión del proyecto, la familia cuenta con la ayuda del Gran Hotel Cochabamba, de la familia Pavisic, que mensualmente le donan más de una tonelada de este material, además de otros ciudadanos y empresas que donan el producto.
Una vez obtenido el cartón, que de otro modo estaría destinado a la basura, se desinfecta, se lamina y corta. Los mejores cortes se asignan para la parte externa de los muebles y lo demás para el interior.
Además de ser muebles ecológicos, sus diseños están pensados para tener tres funciones adicionales y ser complementarios entre sí para que unidos creen nuevas estructuras.
Un escritorio se convierte, por ejemplo, en un modular o un modular en un sofá. Por otro lado, Burgoa creó el “ ecopupitre”, que puesto de una forma es una mesa pequeña, pero que se convierte en un modular y un pequeño pupitre. Cada uno de los muebles es sellado e impermeabilizado antes de pintarlo.
Responsabilidad social
Otra faceta muy importante del proyecto es ofrecer alternativas a sectores de la sociedad menos favorecidos. Ello a través de talleres gratuitos en los que se enseña a las personas a fabricar sus propios muebles de cartón. En enero de 2013, Burgoa comenzó a desarrollar esta parte del proyecto a través de un taller en el que participaron 29 efectivos del Centro de Instrucción de Tropas Especiales en Cochabamba.
En dos semanas cada uno de ellos elaboró sus propios muebles y terminaron convencidos del potencial del reciclaje. El próximo taller se dará a personas con discapacidad visual.
Para Burgoa, crecer en una familia en la que la responsabilidad con el planeta y la sociedad siempre fue un valor primordial, fue decisivo a la hora de crear EnKarte. “Es importante que se asuma que reciclando una tonelada de cartón se salvan 17 árboles, se ahorran 140 litros de petróleo, 50.000 litros de agua, dos metros cúbicos en un botadero, 900 kilos de dióxido de carbono y se estima que reciclando la mitad del papel y cartón mundial se evita la tala de 20 millones de hectáreas. Así contribuimos a cuidar el ecosistema”, finaliza.
Su sueño es lograr que los muebles se exporten y que la idea se replique dentro y fuera de las fronteras.
Ekonomicasa, una vivienda de cartón
La marca EnKarte ha creado el primer prototipo de la primera minicasa ecológica en Bolivia hecha de cartón, la Ekonomicasa. La vivienda tiene unas dimensiones de tres metros por 1,60 y 2,50 de alto. En su interior tiene un escritorio que sirve de modular, dos sofás que se convierten en una cama, dos sillas, una cocina y un ropero. También tiene un espacio reservado para poner un box de ducha, lo que es posible gracias a que el cartón es impermeabilizado.
La idea de hacer la casa inició a su vez otro proyecto para diseñar baños de compostaje, hechos con cartón reciclado y que en lugar de funcionar con agua los hacen con arena, aserrín y tierra.
La casa pesa menos de 100 kilogramos y soporta hasta dos toneladas de peso distribuido. Es resistente y se puede remolcar utilizanso sólo una bicicleta.
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