Desde el 2008, el aniversario de la fundación del pueblo misional de San Ignacio (capital de la provincia José Miguel de Velasco del departamento de Santa Cruz) se celebra con la feria “Mujer Abriendo Senderos”; una actividad que permite a las artesanas chiquitanas y del país exhibir sus trabajos y les ayuda a generar ingresos económicos para sus familias.
“La mujer no tenía una ruta definida en emprendedurismo y le era muy difícil introducirse en la vida económica y social de su municipio”, señala Rudy Cuéllar, director del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad); institución que desde hace cuatro organiza junto al Gobierno Municipal de San Ignacio de Velasco esta feria como parte del aniversario del municipio (31 de julio).
La autoridad recuerda que la primera exposición reunió una veintena de artesanas en precarios stands. “Hoy, San Ignacio se ha convertido en un referente y en un municipio escuela, no sólo para emprendedoras ignacianas, sino para mujeres del oriente y del interior del país que quieren desarrollar una empresa”.
Así lo reflejan, según detalla, los 90 stands, construidos de jatata (palmera utilizada para techar ambientes) y palos de bambú, en los que se exhibieron los productos fabricados por más de 300 mujeres.
Un 80% de ellas son de San Ignacio de Velasco y de municipios cruceños aledaños y el 20% restante pertenecen a los departamentos de Chuquisaca, La Paz y Potosí.
Esos productos fueron elaborados en los rubros de costura, tejido, pintura, alfarería, bijoutería y gastronomía (comidas, masas y dulces).
Lorena Cadario, coordinadora de la Oficina Municipal de la Mujer, dependiente del Gobierno Municipal y principal impulsor de la iniciativa, informa que el proyecto intenta apoyar a la mujer que es o fue objeto de violencia, física, psicológica o sexual y a la que desea desarrollarse e independizarse económicamente.
Para lograrlo, anualmente se organizan varios talleres de motivación y capacitación dirigidos a este sector de la población. “Un grupo de mujeres se está formando actualmente para ser líderes de las provincias y para poder estar en el futuro en condiciones de ayudar a quienes son objeto de algún tipo de violencia en su región o quieren emprender algún negocio”, explica.
Tres semanas antes de la feria, se convoca y capacita a las que participarán en ella, en finanzas y marketing. “Les enseñamos a evaluar en cuánto van a vender sus productos y cómo pueden ofertarlos en la rueda de negocios, es decir, cómo hacer que los degusten y que tengan etiquetas de vencimiento, en el caso de los alimentos; o una marca en el caso de las prendas, y que atiendan a los clientes frente a su mostrador y con una linda sonrisa”, detalla Cadario.
Esa capacitación, según la especialista, permite el intercambio de experiencias y genera competitividad.
Rudy Cuéllar explica que la exposición también incrementa la producción que realizan las mujeres de la región en diferentes rubros. “En el sector textil las señoras antes confeccionaban 50 camisas típicas chiquitanas al mes, ahora se hacen alrededor de cinco mil prendas”.
Manifiesta que el incremento en la producción y la demanda generó la necesidad de conformar asociaciones. “En un pueblo, es típico que existan dos o tres señoras que confeccionan la mayoría de las prendas de vestir de sus habitantes, con la feria fue necesario que esas costureras se organizaran en grupos de 20 ó 30 personas para cumplir con los pedidos del interior”.
Cadario hace referencia a que en los últimos tres años se generaron contactos con inversionistas nacionales. “Ahora, las señoras tienen pedidos y venden directamente a reconocidas tiendas de ropa de Santa Cruz, que mezclan en sus diseños lo típico con lo moderno”.
Añade que a esa clientela se sumaron el Gobierno Municipal y otras instituciones que requieren un promedio de 100 prendas, cada tres o seis meses.
En el caso de las joyas y accesorios detalla que existen ofertas de todo precio según la materia prima utilizada. “La bijoutería más económica es la que fabrican con pepas o semillas de frutos, y existen las más caras que se hacen de piedras preciosas como la bolivianita o la amatista”.
Cuéllar añade que luego de evaluar los resultados se instaló un centro artesanal en una de las oficinas de la Alcaldía de San Ignacio.
En busca de la igualdad
Desde el 11 de abril del 2006, la Oficina Municipal de la Mujer busca que ésta mejore su nivel educativo, tenga una participación ciudadana más activa y se incorpore al mercado laboral con buena remuneración y se elimine la explotación laboral.
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