jueves, 6 de marzo de 2014

Iniciativas unipersonales dominan panorama empresarial de El Alto

En la celebración del Vigésimo Noveno aniversario de la creación de la ciudad de El Alto, las últimas cifras de Fundempresa dan cuenta que “la ciudad más joven de Bolivia” duplicó el número de sus empresas en el último período fiscal. Sin embargo, de acuerdo a los datos del economista, José Chingo Baldivia, alrededor del 90 por ciento de las empresas registradas legalmente en Bolivia corresponde a unidades unipersonales, según su libro Microfinanzas, reformas y desarrollo rural, presentado recientemente en La Paz.

“A enero de la presente gestión, el Municipio de El Alto cuenta con 12.273 empresas activas, registrando un crecimiento de 99% en comparación a enero de 2013 cuando existían 6.176 empresas. Dentro de esta cifra, 4.816 empresas se dedican a la venta al por mayor y menor, 2.243 se dedican a la construcción y 1.343 al transporte y almacenamiento”, detalla el informe de Fundempresa.

Si se divide la totalidad de empresas por tipo societario: 10.984 son unipersonales, 1.266 sociedades de responsabilidad limitada, 20 sociedades anónimas y dos empresas pertenecen al resto de tipo societario.

Asimismo, la institución encargada del registro de las empresas informó que la tendencia para este 2014 es la continuidad de este crecimiento, si se toma en cuenta enero cuando se inscribieron 501 empresas, significa un incremento del 62% comparado con enero de 2013. “Dentro de las principales actividades, la mayor cantidad de empresas inscritas se dedican a la venta al por mayor y menor con 210 empresas inscritas en enero de 2014, 65 empresas se dedican al transporte y almacenamiento y 63 a la construcción”, añade el documento.

HISTORIA DE PRODUCTORES

La historia de El Alto es también de su fuerza productiva. El dirigente de esta ciudad, Gualberto Quispe, fue uno de los más aguerridos defensores del sector textil-confecciones. En las décadas pasadas, los confeccionistas eran objeto de abusos por parte de algunos malos policías, quienes enterados de la existencia de talleres artesanales casi clandestinos, irrumpían en las viviendas donde procedían con la mayor saña a decomisar la ropa confeccionada. Los decomisos eran frecuentes y en más de una ocasión los productores del sector acabaron en las celdas policiales hasta que paguen un supuesto delito.

Otra de las figuras emblemáticas es actualmente, Virginia Ajuacho, dirigente de la Confederación Nacional de Micro y Pequeños Productores (Conamype), quien fue elegida como una productora de excelencia por varias entidades que trabajaron en El Alto impulsando la actividad productiva con encadenamientos a los mercados internacionales. Hablar de exportaciones de calidad es un tema corriente para Ajhuacho quien hoy se apresta a viajar al Brasil para abrir mercados a las confecciones alteñas.

UN CONSTITUYENTE

Otro dirigente que también se destacó en la Federación de Micro y Pequeña Empresa de esta ciudad fue Emilio Gutiérrez, quien en su calidad de constituyente por la ciudad el 2006, fue al autor de los artículos relativos a la promoción de las microempresas y a la necesidad de que el Estado Plurinacional apoye el crecimiento de este sector que brinda trabajo al 83 por ciento de la mano de obra en el sector privado en Bolivia en condiciones adversas.

Fue una actitud valiente y visionaria de Gutiérrez que se anticipó al modelo económico vigente en el país, pensando en las reales capacidades de los recursos humanos en El Alto y en la promoción de la calidad de vida en la urbe. Gutiérrez impulsó también desde su posición como Vicepresidente de la Comisión de Economía y Finanzas de la Asamblea Constituyente la incorporación de las cooperativas y de los cuentapropistas como objeto de atención del Estado y de su desarrollo que son las tareas pendientes al presente.

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