Son graciosos animalitos de la fauna del altiplano, los valles y el oriente bolivianos como vicuñas, llamas, cóndores, zorros, armadillos, vizcachas, llamitas, avestruces, tucanes, caimancitos, patos silvestres y víboras, entre otros, que se vendieron como “pan recién salido del horno”, en la XXX Feria Internacional de Cochabamba.
“Son juguetes que no se van a destruir fácilmente, porque están fabricados en madera dura; permiten a los pequeños encariñarse con los mismos, al extremo de poderlos disfrutar todas las navidades o cumpleaños”, comenta Edwin Miranda, uno de los fabricantes.
Los diseñadores y fabricantes de los denominados juegos alternativo “Munay”, pertenecen a la asociación comunitaria “Munay Tambo”, constituida a mediados de 2008 por un grupo de indígenas urbanos y profesionales, como Elva Miranda, Wilder Flores y Víctor Flores.
La asociación nació con la premisa de recuperar la vida comunitaria, los saberes indígenas, el equilibrio ecológico, las deidades, la religiosidad y las fiestas tradicionales de las culturas andinas, hace cuatro años, como una respuesta a la inequidad social e individualismo imperantes en la sociedad actual.
“Ante la crisis ecológica, nuestra producción (revista, juguetes y juegos didácticos) busca recuperar las sabidurías indígenas, que nos inducen a todos los niños, jóvenes y adultos bolivianos, a vivir de manera equilibrada y amable con la naturaleza”, sostuvo Edwin Miranda, miembro de la sociedad comunitaria.
Desde esta visión indígena de la sociedad boliviana, “Munay Tambo” empezó a diseñar, elaborar y producir materiales educativos y de reflexión en los campos de la salud, educación y las culturas precolombinas, como los urus, tihuanacotas, aymaras y quechuas.
Al margen de los juguetes alternativos de la fauna boliviana, la microempresa comunitaria produce una revista de sabidurías indígenas, que se comercializa en las tiendas de las editoriales Kipus y Plural; así como una serie de juguetes didácticos para la enseñanza escolar denominada “Yachay”, que se comercializan entre maestros y estudiantes que visitan las ferias artesanales de Cadepia y el municipio de Cochabamba.
Las seis ediciones publicadas, hasta el momento, de la revista sobre sabidurías indígenas, abordan temas de la cosmovisión indígena del universo, el calendario agrícola y las fiestas andinas, que son utilizadas como material didáctico por varios establecimientos educativos de Cochabamba.
Se encuentran en la mesa de preparación cinco números de la Revista que el gobierno municipal de Cochabamba mostró interés en publicarlos para su difusión en unidades educativas del nivel primario. Entre los juegos didácticos diseñados para la enseñanza escolar, mencionó el cubo de figuras y la chacana, que revalorizan los saberes indígenas, la vida armónica con el medio ambiente y la cosmovisión andina.
Edwin Miranda Córdova | emprendedor
"Somos una empresa comunitaria que compite de forma desleal con vendedores de juguetes chinos"
EMPRENDEDOR EDWIN MIRANDA
Personal
• Fecha de nacimiento: Nace el 6 de julio de 1964 en la ciudad de Oruro.
• Estado civil: Casado con Verónica Gutiérrez (42), tiene cuatro hijos: Luis (18), Inti (11), Sacha (5) y Nayra (2).
• Pedagogo egresado de la Universidad Mayor de San Simón el año 1992, afiliado a la Cadepia y con trámites de registro de comercio en Fundempresa.
Laboral
• Miembro de la microempresa comunitaria “Munay Tambo”, dedicada a la producción de juguetes alternativos “Munay”, juegos didácticos desde la cosmovisión andina y revista de sabidurías indígenas, en sus talleres de edición y carpintería ubicados en la avenida Panamericana, Santa Vera Cruz y Tiquipaya, con seis asociados.
Iconografía
• Desde su especialidad profesional, los seis miembros de la Asociación Comunitaria “Munay Tambo”, vienen diseñando una serie de juguetes infantiles en madera y otros materiales como cuero y cerámica, que toman en cuenta la iconografía de la cultura Tiahuacacota y del imperio de los Incas. Los juguetes de la cultura andina tendrán símbolos, imágenes, cuadros, estatuas y monumentos de la gran ciudad de piedra que fue construida hace 4 mil años en el altiplano boliviano, cerca al lago Titicaca, como una forma de recuperar un pasado cultural y arquitectónico que debe enorgullecer a las nuevas generaciones, sostuvo Edwin Miranda.
• La iconografía heredada debe ser utilizada no solamente en la industria de los textiles, sino también por la artesanía y la juguetería.
• “En base a nuestro pasado histórico, los bolivianos tenemos las capacidades necesarias para hacer una propuesta educativa y de juegos, para niños y adolescentes, no solamente de Bolivia, sino también de Latinoamérica y del mundo”, sostuvo.
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