La actividad que empezó doña Teresa Gómez recolectando hojas de cuadernos y papeles de oficinas, se convirtió luego en su pequeño negocio que ahora le ayuda a generar parte de los ingresos para el sustento de su familia.
Así nació la microempresa Renacer SuperArte en Santa Cruz dedicada a la producción de bolsas, empaques y otros productos en base a papel reciclado que luego vende a pedido o en ferias llegando a generarle ingresos mensuales de unos Bs 1.800, según relató esta mujer emprendedora que trabaja con cuatro personas.
Iniciativas empresariales pequeñas como esta o de mayor envergadura se multiplican cada año en el territorio nacional y así lo confirma el Reporte GEM Bolivia 2010, que ubica al país con la segunda tasa de actividad emprendedora en etapas iniciales (TEA) más alta entre 59 naciones evaluadas.
El departamento de Santa Cruz sobresale en este estudio por tener la mayor cantidad de emprendimientos nuevos, superando a La Paz y Cochabamba y también se destaca por concentrar en su mayoría a mujeres emprendedoras.
Este hecho es atribuido por instituciones y expertos a la pujanza económica cruceña.
El reporte GEM Bolivia 2010 fue desarollado en su segunda versión por Maestrías para el Desarrollo de la Universidad Católica Boliviana ‘San Pablo’, con base en una encuesta a 3.500 personas entre 18 y 64 años de edad de todo el territorio nacional y haciendo un análisis particular de los tres departamentos del eje central.
De acuerdo con esa investigación, Bolivia registró en 2010 una tasa de actividad emprendedora en etapas iniciales de un 38,6%, quedando en segundo
lugar luego de Vanuatu, una pequeña isla de 200.000 habitantes en el Pacífico Sur, que tiene a la mitad de su población involucrada en un emprendimiento naciente o un nuevo negocio (52,2%).
La TEA se refiere a la cantidad de emprendimientos nuevos que personas de 18 a 64 años deciden poner en marcha. Bolivia superó la tasa de actividad emprendedora inicial registrada en el reporte de 2008 (29,8%) cuando ocupó el primer lugar en el ranking.
Entre tanto, la proporción de personas con emprendimientos establecidos en el país (es decir con más de 3,5 años de antigüedad) alcanza al 18,5%, levemente inferior al mismo indicador de 2008 (19,1%).
Entre los departamentos del eje central, sobresale Santa Cruz con la mayor tasa de actividad emprendedora (47%) seguida de La Paz (35,7%) y Cochabamba (34,6%). En emprendimientos ya establecidos con más de tres años y medio de antigüedad, también Santa Cruz registra la tasa más alta (20,4%), seguida de Cochabamba y La Paz (18,8% y 18%).
Asimismo, en Santa Cruz la mayoría de los emprendedores iniciales son mujeres (53%) mientras que en Cochabamba y La Paz, la participación de hombres en la creación de nuevos negocios es mayor (55% y 54%, respectivamente).
Cuando se indaga sobre las motivaciones que impulsan a los bolivianos a emprender, se observa que la principal es la oportunidad, pero está medida en relación al deseo de incrementar sus ingresos (38,5%) seguida de los emprendimientos por necesidad (21%).
El director del Reporte GEM Bolivia, Marco Antonio Fernández, destacó como un logro la alta predisposición a emprender que hay en Bolivia así como el aumento en el nacimiento de nuevos negocios, lo que le da ventaja frente a otros países pero planteó retos.
“Tenemos una buena actitud y predisposición hacia el emprendimiento, y se están creando cada vez más negocios, pero el reto es cómo mejoramos la calidad de esos emprendimientos y los convertimos en negocios de oportunidad con independencia, que coadyuven al bienestar del emprendedor y a un mayor desarrollo económico; que no sean solo emprendimientos por necesidad o de sobrevivencia”, enfatizó.
Según Fernández, entre los factores que apueden ayudar a mejorar la productividad y competitividad de los nuevos emprendimientos están la de generar un mejor entorno de negocios, así como una mayor inversión en educación, tecnología e innovación.
El estudio GEM revela que solo un 25% de la población boliviana entre 18 y 64 años afirma haber recibido capacitación para iniciar o gestionar un negocio. Otro indicador muestra que el 84% de los emprendimientos iniciales en Bolivia no tienen una oferta innovadora. Cochabamba se destaca con emprendimientos con mayor oferta innovadora; en Santa Cruz está la mayor parte de emprendedores que perciben que su producto es nuevo.
APUNTES
- Actitudes y percepciones. El 75,8% de los bolivianos considera que tiene la capacidad necesaria para emprender; el 53,2% percibe oportunidades para emprender; solo el 28,4% tiene temor al fracaso y el 54,5% tiene intenciones de emprender. Las mujeres, en general, tienen mejores percepciones para emprender.
- Emprendedor boliviano. El perfil del emprendedor boliviano es en promedio el de una persona (con mayor probabilidad de que sea hombre) entre 25 y 34 años, con educación primaria, pertenecientes a un estrato de ingreso de Bs 1.000 a Bs 2.000 por mes, independiente en su condición laboral y cuya motivación para emprender es la oportunidad.
- Emprendedor cruceño. El perfil del emprendedor cruceño promedio en etapa inicial es el de una persona (que es mujer), entre 25 y 30 años, con educación secundaria, forma parte de un estrato de ingreso entre Bs 2.000 y Bs 4.000, independiente en su condición laboral y que emprende por oportunidad.
- El emprendimiento. El perfil tipo de un emprendimiento en etapas iniciales en Bolivia, muestra las siguientes características: predomina en el sector de servicios al consumidor (más del 60%), ofrece un producto que -en la percepción del emprendedor- no es nuevo prácticamente para más del 64% de sus clientes y no contiene innovación de procesos ni de la tecnología de producción (84%). Asimismo enfrenta muchos competidores (60%), su producción no está dirigida a la exportación (sólo un 20% llega a mercados extranjeros). Por otro lado, la magnitud de su inversión es relativamente pequeña ($us 660) financiándose principalmente de aporte propio.
Programa apoya a Mipymes
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) busca contribuir la productividad y competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) mediante la cooperación en asistencia técnica, apoyo financiero y apertura de mercados.
Ese es el trabajo que realiza en coordinación con la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía (Cadepia) de Santa Cruz y de Cochabamba, todo ello en el marco del programa ASAP, que es financiado por la Embajada de Dinamarca y que busca beneficiar a sectores productivos de zonas urbanas del país, explicó Ricardo Parrado, coordinador del Programa ASAP-CNI.
En ese sentido, la CNI y Cadepia diseñaron el mecanismo AfinanN para facilitar el acceso a recursos financieros. Mediante una evaluación de factibilidad técnica y financiera de la oportunidad de negocio, AfinaN brinda asesoría financiera a mipymes, créditos puente del fondo rotatorio del programa ASAP-CNI (con una tasa preferencial) y subvenciones del 80% para asistencias técnicas.
Es así que en el marco de ese programa se puede acceder a financiamientos con una tasa de interés de un 10% anual para capital de operaciones a sola presentación de contrato.
Asimismo, da financiamiento a empresas de alto impacto social o asociaciones, equivalente al 50% de lo requerido.
Este programa financió la participación de mipymes en Expocruz que lograron altas ventas.“Queremos que más microempresarios conozcan y se beneficien de este programa. El único requisito es afiliarse a Cadepia. Buscamos ayudar a los nuevos emprendimientos a ser más sostenibles”, dijo Parrado.
Desafíos pendientes
EXPERTOS
Políticas públicas y capacitación
Dentro del estudio GEM Bolivia 2010 se entrevistaron a 39 expertos nacionales para conocer las condiciones que afectan al desarrollo emprendedor de Bolivia. El aspecto que, en opinión de los expertos, restringe, en mayor medida, la actividad emprendedora en el país se refiere a las políticas gubernamentales o públicas (29,4%), seguido del contexto institucional, político y social (19,6%), apoyo financiero (17,4%) y la educación para emprender (9,8%). Contrariamente, el factor que,en opinión de los especialistas, es ahora mucho menos limitante que en 2008 es el clima económico.
Para apoyar el desarrollo emprendedor en Bolivia, según estos profesionales, lo que más se requieren son políticas públicas que estimulen la creación de nuevas empresas, mayor educación emprendedora, además de mayor disponibilidad de recursos para el financiamiento.
Fundes
Mejorar el entorno de negocios
La competencia desleal de los mercados informales, las dificultades de acceso a financiamiento y la burocracia en los trámites son algunos obstáculos que frenan los emprendimientos en el país, afirma Leslie Claros, gerente general de Fundes Bolivia.
Considera que las iniciativas para superar esos problemas aún son insuficientes. En ese sentido, enfatizó en que urgen esfuerzos público-privados para apoyar el desarrollo emprendedor. “Para que esos emprendimientos crezcan y se conviertan en pymes y generen más empleo, hay que generar un entorno de negocios más favorable”, indicó.
Con respecto a la alta tasa de actividad emprendedora en Santa Cruz, enfatizó en que se debe a que este departamento se destaca por su crecimiento económico, siendo atractivo para pobladores de otros departamentos.
Fundes se dedica al fortalecimiento de capacidades empresariales de mipymes para mejorar su inserción a mercados.
Fundación trabajo empresa
Más negocios por oportunidad
En Bolivia se requiere un mayor incentivo de los emprendimientos de oportunidad que incorporen propuestas innovadoras para ser más competitivas en el mercado, afirma René Salomón, director de la Fundación Trabajo Empresa y, a su vez, coordinador de la Red Bolivia Emprendedora. “El estudio GEM muestra que hemos mejorado en actividad emprendedora. Pero aún predominan los emprendimientos por necesidad”, dijo.
Salomón destacó el dinamismo de Santa Cruz en la generación de nuevos emprendimientos y lo atribuyó a su pujanza económica.
La Fundación Trabajo Empresa brinda a los emprendedores capacitación, asistencia técnica y oportunidades de negocio. Ya benefició a 2.700 emprendedores entre 2010 y 2011.
La Red Bolivia Emprendedora aglutina a actores gubernamentales, privados y de la sociedad civil organizada que brindan diferentes servicios a emprendedores.
Funda Pró
Incentivos y mayores condiciones
Un entorno de negocios más favorable puede contribuir, según el director ejecutivo de Funda-Pró, Miguel Hoyos, a un fortalecimiento de los emprendimientos empresariales en el país.
“Eso significa mejores condiciones económicas, sociales y jurídicas, políticas gubernamentales de incentivo al desarrollo de nuevos negocios y mayores opciones de financiamiento. Falta también mayor inversión en educación emprendedora. Como dice el estudio GEM, Bolivia es uno de los países con mayor tasa de emprendimiento, pero la gran mayoría de estos siguen siendo por necesidad y no por oportunidad”, dijo.
Funda-Pró es una fundación de desarrollo creada en 1992, que utiliza mecanismos financieros para apoyar a emprendedores, iniciativas de microfinanzas y estudio de pregrado y posgrado. Posee un fondo de emprendedores y opciones de cofinanciamiento y coinversión.
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