“Al principio tenía desconfianza por lo que me preguntaban, después me di cuenta que mis ventas mejoraron. Ahora estoy feliz con este proyecto de ‘Mi Caserita’”, dijo Marcela Zelada, dueña de un frial en el barrio de Chasquipampa.
Comentó que los consultores de Fundes, además de la capacitación otorgada le ayudaron a pintar su tienda, aprendió a poner en orden y en lugares separados los productos alimenticios de los de limpieza. Afirmó que sus clientes se incrementaron.
“En mi tienda había mucho desorden y la red me ayudó a cambiar. Me enseñaron a convencer y tratar al cliente. Ahora sé que el cliente tiene la razón. Mi tienda está mejor. También aprendimos a detectar los billetes falsos. Nos dan materiales y colocamos los precios en los productos para facilidad del cliente”, expresó María Cristina Mamani, propietaria de un almacén en Villa Fátima.
Celsa Quispe Guarachi, dueña del almacén “Santa Mónica” de la calle Pedro Salazar, afirmó que “lo que más me ha gustado es el trato al cliente y sobre todo nos capacitamos en cómo administrar el dinero. Mejoramos en las ventas y nos está yendo muy bien”.
Los caseritos también participan. Uno de ellos es Roberto Taco Ticona, del almacén “Don Roberto”, ubicado en Bajo Achumani. “Nos da una herramienta más para mejorar nuestro negocio. Nos han enseñado a manejar un negocio de manera más técnica. Hemos mejorado las ventas y los clientes están felices, se sorprenden por ver una tienda bien organizada y limpia”. Mencionó que ya tiene dos almacenes y pretende implementar una minicadena de tiendas de barrios.
Janela Escóbar, otra de las beneficiadas, formó la Asociación de Caseritas para una mejor organización de las afiliadas y tiene su tienda en Alto San Pedro.
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