domingo, 1 de mayo de 2016

Equipo del Inti II apunta a impulsar autos solares



El equipo de Inti II, el vehículo híbrido que ganó en su categoría en la Carrera Solar de Atacama (Chile), llegó a Cochabamba, donde sus integrantes piensan continuar trabajando en este tipo de tecnología de energía limpia, incluyendo la fabricación en serie de autos solares.

“Lo mejor de la carrera fue la experiencia de recorrer lo que un día fue territorio boliviano. El camino y paisajes nos motivaron y, según no- sotros, corrimos como locales”, describió Salvador Gonzales sobre el triunfo boliviano conseguido en suelo chileno, en la competencia ecológica que se realizó entre el 21 y 26 de abril.

“Fue la segunda participación, esta vez estuvimos más preparados y reforzados. Fuimos por la revancha”, contó Miguel Fernández Vásquez, uno de los tres pilotos del equipo. Junto a Salvador y Rudy Almanza, manejaron Inti II, un coche híbrido que funciona con electricidad, producida de absorción de energía solar.

BATERÍAS. El auto mejorado tiene un banco de baterías de litio de dos kilovatios, un motor de un kilovatio, amortiguadores, un asiento ergonómico similar al de una bicicleta, jaula antivuelco, sistema de dirección de varillaje y la parte electrónica en los mandos. Los paneles solares, a diferencia del primer prototipo que se presentó en la misma competencia en 2014 y obtuvo el décimo puesto, iban en otro vehículo de apoyo.

La carrera, destinada a visibilizar la tecnología sustentable y cambiar la cara del transporte urbano, fue un reto para el equipo cochabambino compuesto por ocho jóvenes, la mayoría ingenieros en diferentes áreas.

“Nos juntamos en 2013, por iniciativa de la Asociación Boliviana de Energías Renovables (ABER). Entramos a un concurso y recibimos dinero como premio, con el que construimos el primer coche que fue a diversas ferias de energías renovables. A fines de 2014 participamos en la Carrera Solar Atacama, donde clasificamos, pero un desperfecto mecánico no nos permitió ganar”, explicó Fernández.

Este año la carrera registró a 21 inscritos, de los cuales 15 se presentaron y, tras un periodo de pruebas técnicas, clasificaron 13, entre ellos el equipo nacional. “Los pilotos eran ciclistas de carrera profesionales, nosotros aficionados. Nos llamamos ‘la pesada de Bolivia’ porque el piloto debe tener un lastre si pesa menos de 80 kilos, pero en el equipo dos de los pilotos no necesitaban lastre y yo solo cuatro kilos”, recordó Miguel.

El grupo arribó a Cochabamba la noche del viernes. “Estamos asombrados con el resultado, de cómo un modelo tan elemental como el nuestro ha podido triunfar por sobre otros que tuvieron miles de dólares de apoyo y de empresas. Nuestro vehículo era simple, creo que por esa misma razón ganamos”, recordó Carlos Fernández, responsable de la digitalización del diseño.

El auto recorre hasta 65 kilómetros por hora, “60 kilómetros nos permitieron ganar. Los equipos contrarios intimidaban un poco, sin embargo, creo que no tenemos nada que envidiar. Yo estaba seguro, el vehículo dio la talla y podría decir que gracias a mí ganaron”, manifestó Enrique Birhuett, mecánico del Inti II.

Los ingenieros recordaron que solamente se tenían unos a otros, mientras que los demás participantes contaban con apoyo técnico, fisioterapeutas, nutricionistas, hasta programadores que revisaban una y otra vez el funcionamiento de sus coches.

Horacio Velásquez, encargado de la parte eléctrica, indicó que “lo mayor no es mejor y con la simplicidad logramos el éxito”. Además de los trofeos, trajeron recuerdos del desierto y de las orillas del mar, que los motivaron y ayudaron a no desfallecer. “De equipo y repuestos, solo teníamos una llanta y uno que otro repuesto que no necesitamos”, manifestó Rodrigo Arenas, encargado de logística.

COMPONENTES. La competencia solo permitía la participación de ocho personas, pero el grupo tiene más componentes que desde casa “hacíamos barra”, contó Marcelo Tórrez, diseñador del logotipo y encargado de las compras de todo el equipo de los prototipos.

“El vehículo no es el único en el país y tampoco el equipo. Por prensa nos enteramos que había otro y no llegó a competir (Alt Katari-2, de la Universidad Pública de El Alto). El segundo equipo no ha tenido mucha repercusión, pero apoyamos estos proyectos en todo lugar”, dijo Tórrez.

En el futuro otros equipos podrán competir y obtener, quizás, los mismos logros, ya que ABER impulsa el concurso nacional Grand Prix Cochabamba Solar 2016, previsto para noviembre. “Ése es uno de nuestros proyectos”, resaltó Miguel Fernández Fuentes, representante de ABER.

Según Fernández, la competencia impulsará proyectos energéticos limpios. “A largo plazo queremos que estos autitos circulen en las ciudades, imaginen si todo fuera a energía eléctrica, la contaminación sería cero”. Explicó que está pendiente el impulso de producción, en serie, de autos híbridos. Inti II será mostrado en el país como opción para cambiar el transporte.

Detalles de la carrera Solar

Objetivo

Considerado como el único rally ecológico de Latinoamérica, la competencia busca incentivar a los inventores a crear opciones de transporte sostenible.

Ganadores

Inti II ganó en la categoría de vehículos híbridos. Recorrió 711 kilómetros en 29 horas. En la categoría Evolución compitió el coche Alt Katari-2, de la Universidad Pública de El Alto (UPEA).


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