viernes, 13 de mayo de 2016

Mamut convierte llantas en pisos y contribuye al medio ambiente

Aproximadamente 45 mil llantas en desuso están fuera de las calles de Cochabamba gracias a una industria conformada por tres jóvenes emprendedores que utilizan este material reciclado y lo convierten en pisos amortiguantes de caucho.

Este producto se utiliza en piscinas, gimnasios, viviendas, campos deportivos, parques infantiles, protectores de columnas, carriles peatonales, ambientes de fisioterapia y salas de kínder.

La empresa Mamut, que se inició como hobby, fue tomando forma gracias a un primer impulso que recibió, en 2013, de la Fundación Innova Bolivia, organización que le otorgó un premio de 4.000 dólares.

Con este denominado capital semilla, los tres socios fundadores, Manuel Laredo, de 34 años, Ronald Gonzales, de 26, y Antonio Laredo, de 33 años, constituyeron su empresa.

Después de haber puesto en orden los papeles de la compañía, los emprendedores empezaron a trabajar en la parte más complicada, el financiamiento. Consiguieron un crédito de 50 mil dólares del banco Bisa.

Manuel Laredo rememora que antes de que esta institución bancaria decidiera aprobar el préstamo, otras entidades financieras les habían cerrado sus puertas.

Innova Bolivia, además del premio en efectivo que les otorgó, certificó que se trataba de un proyecto viable y promisorio.

"Gracias a este capital semilla y la validación de Innova Bolivia nació Mamut, que se consolidó rápidamente como una empresa".

Mamut emplea actualmente a ocho jóvenes que tienen como promedio una edad de 26 años, y ocupa en forma indirecta a 30 personas.

¿Por qué nombraron a su empresa Mamut?

Manuel Laredo explica que quisieron hacer una analogía de su producto con el mamut, un animal prehistórico de gran peso y que tiene durabilidad.

LOS CIMIENTOS

Con el crédito adquirido, el grupo de emprendedores construyó la fábrica y empezó a transformar las llantas de goma en pisos de caucho. El 1 de abril de 2014, recuerda Laredo, se enfrentaron a uno de sus retos más difíciles, la comercialización del producto. Una empresa de Santa Cruz fue la primera que confió en este grupo y adquirió la primera partida.

Después de que esta empresa de Santa Cruz comprara las primeras baldosas de caucho, los pedidos empezaron a llegar en mayor cantidad.

El producto se vendió, hasta la fecha, en las ciudades de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba, Tarija , Sucre y Potosí, y en las poblaciones de Yacuiba, Riberalta y Tupiza.

Laredo calcula que en este tiempo han fabricado unos 20 mil metros cuadrados de baldosas de caucho para una diversidad de clientes que residen en las diferentes ciudades del país.

El primer año (2014) sus ventas en todo el país bordearon los 200 mil dólares y la gestión pasada (2015) se incrementó hasta en un 60 por ciento , lo que es un indicador de que su producto está masificándose en el país.

En un sector del parque vial de Cochabamba, ubicado en la avenida Ramón Rivero, se colocó este piso de caucho, que, según Laredo, protege a los niños en caso de caídas, reduciendo el riesgo de lesiones severas.

CARACTERÍSTICAS

Las baldosas que se fabrican en Mamut son de 50 por 50 centímetros y de 30 por 30, además de las hexagonales.

La característica principal de este producto es que absorbe el impacto, vale decir, que si una persona mayor o un niño cae al piso no se provoca un daño mayor.

Laredo señala que este tipo de pisos es bastante utilizado en otros países, por sus beneficios. Resiste a las inclemencias del tiempo. Si está en contacto con el medio ambiente puede durar hasta ocho años, a diferencia de otros materiales que se dañan cuando están en contacto con el sol.

Para ir un paso más adelante, la empresa Mamut ha incursionado en la fabricación de pisos para las pistas de atletismo y canchas de fútbol.

En el transcurso de 2014, el Ministerio de Desarrollo Sostenible otorgó un premio a la empresa Mamut por haber convertido esta idea de negocios en una realidad.

Innova Bolivia volvió a otorgar un incentivo a este emprendimiento porque desarrollan toda la cadena del reciclado.

"Lo que estamos haciendo es convertir las llantas en desuso, utilizando la tecnología adecuada, en pisos que son ecológicos y dan seguridad a las personas. Ese es nuestro aporte a Cochabamba y Bolivia", afirma Laredo.

DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Piden al Estado un apoyo decidido

Un pedido de Mamut es que las instituciones públicas, como la Alcaldía, les asegure un mercado para su producto, el cual se puede utilizar en los parques infantiles, por ejemplo.

Si se le asegura este mercado, la empresa está decidida a instalar una recicladora que requiere de una inversión de un millón de dólares.

Utilizan tecnología creada en el país

El proceso para convertir las llantas de goma en baldosas de caucho utiliza fórmulas químicas que se desarrollaron en el país, como un aporte de jóvenes bolivianos.

La goma de las llantas recicladas se mezcla con estos químicos para formar una masa que luego se moldea con prensas. El producto pasa el control de calidad.


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