La Feria de Alasitas 2015 arrancó ayer con la presencia de 2.500 comerciantes y miles de feligreses. El número de artesanos y vendedores se triplicó frente a la cifra del 2014 que sólo llegó a los 800.
Según informó el responsable de Comunicación de la Alcaldía de Quillacollo, Wilson Espinoza, se vende las miniaturas en la avenida Martin Cárdenas y en el Calvario. Dijo que los artesanos llegan desde otros departamentos del país como La Paz, Santa Cruz y Oruro.
Mil dólares a 1 boliviano, una bolsa con frutas a 10 bolivianos y un pequeño envase con fiambres a 15 bolivianos son algunas de las opciones que tuvieron las personas para abastecer sus “canastas familiares”. El sofocante calor no impidió que familias enteras visiten la feria.
“La gente pone sus necesidades básicas a los pies de María”, comentó el párroco del templo de San Ildefonso, Alberto Bortolini. Explicó que entre los feligreses y la Virgen de Urkupiña existe una relación maternal y por eso hacen bendecir las miniaturas que compran.
Bortolini informó que durante la semana se bendecirá en tres sectores del templo. Sin embargo, la gente manifestó su molestia por la demora para recibir la bendición de los monaguillos, quienes en algunos casos usaban escobas pequeñas para rociar con agua bendita las miniaturas.
Tras caminar por más de tres horas, Martha Rodríguez hacía fila frente al templo para hacer bendecir su canasta. Llegó de Potosí junto a sus hijos como cada año y le extrañó que no bendijeran en medio de la plazuela como en gestiones pasadas.
Mientras observaba las réplicas e imágenes de la Virgen de Urkupiña que sostenían varias personas, Gabriela Sempertegui esperaba que los monaguillos vuelvan a sacar agua para bendecir sus verduras.
Contó que asiste a la feria junto a sus padres desde que era niña.
Una planchita en miniatura, a 15 bolivianos, fue una de las novedades en cuanto a comida. Los visitantes también degustaron pique macho, chicharrón, charque y se refrescaron con una pequeña jarra de garapiña.
En medio de los abarrotes y objetos de aseo personal, algunos comerciantes ofrecían títulos profesionales computarizados. En minutos, los interesados adquirían sus títulos enmarcados en distintos modelos y tamaños.
Otra de las características de la fiesta de Alasitas es el despliegue de creatividad de los artesanos a la hora de exponer sus productos. Utilizan camiones a escala para exhibir pequeñas cajas de tomate y cargas de papa, papalisa, oca y camote.
La comandante de la Policía en Quillacollo, Lidia Senzano, informó que desplazaron 60 uniformados y 20 policías de apoyo en dos turnos.
“En la feria de Alasitas no hubo novedades de relevancia, sólo detuvieron a dos mujeres porque fueron denunciadas por robo”, agregó.
La misa central de la fiesta de Alasitas se realizará hoy a las 12:00, después se bendecirán las miniaturas en el frontis del templo San Ildefonso. La festividad de la patrona de Quillacollo culminará con la entrada de “Urkupiñita” el próximo domingo 30 de agosto.
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