Cuando se trata de iniciar un emprendimiento y crear una nueva fuente de empleo, los cochabambinos y bolivianos en general han demostrado ser creativos. De agosto del año pasado hasta agosto de este 2015, más de 50 emprendedores que “hacen patria” recibieron la cobertura del Observador Económico, por la originalidad de sus negocios o sus aportes sociales y ambientales.
En esta línea destacaron Eloy Aquino, ganador del último concurso EmprendeIdeas, por su pequeña factoría con la que convierte bolsitas de plásticos de yogur y jugos escolares en mangueras. A la fecha, con el premio, compró piezas para habilitar máquinas y hacer crecer su negocio.
También destacaron los alimentos. Vive Sano, de Jaqueline Herrera, elabora galletas sin gluten. Quinua Chisiway Mama amasa galletitas de quinua y chuño, y Cifema de la UMSS construyó máquinas para que los comunarios de Colomi elaboren pan de arracacha, un tubérculo injustamente menospreciado. AgroCaine y sus dulces de camote se abrieron mercado en el desayuno escolar de la zona.
Otro innovador en alimentos es Leonis Vargas, quien con sus sopas de pique, pizza, fetucini y burritos, revoluciona los gustos.
En el suplemento, las lombrices ganan escenario. Mientras Biodel, las utiliza para lograr un poderoso abono, el Complejo Jhesua da un paso más: convertirlas en galletas y comerlas.
Y si de romper mitos se trata, MiaFem presentó sus adaptaciones al conito inventado en Europa para que las mujeres puedan hacer pis de pie: aporte de salud e higiene.
Entre los que reciclan materiales, están los muebles de Mueca elaborados con pallets; Curupaú convierte restos desechados de cuero de pescado y de lagarto en billeteras, agendas y cinturones. La Caracola prosigue con su tarea de convertir botellas en llamativos adornos, mientras que Shine convierte botellas de plástico y trapos en mimosos muñecos. Hay que ser creativos para dar vida a un negocio.
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