El recojo de basura y
la limpieza de espacios públicos realizados en Bolivia por las
alcaldías en 11 municipios tipo B y C pasaron a la historia. Hoy la
tarea está a cargo de microempresas creadas con este fin, las que
también promueven la recolección diferenciada y el reciclaje.
Éste es el resultado del programa Microempresa para la Gestión Integral
de Residuos Sólidos (ME-GIRS) en Municipios Rurales de Bolivia,
ejecutado por la Fundación Suiza de Cooperación para el
Desarrollo-Swisscontact con apoyo del Fondo Multilateral de Inversiones
del Banco Interamericano de Desarrollo con una inversión de $us 1,4
millones.
“El objetivo
del proyecto es generar empleos para poblaciones de escasos recursos en
zonas rurales, vinculados con la gestión integral de los residuos
sólidos, estableciendo un sistema innovador de recolección y separación
operado por microempresas compuestas por la población local”, explicó
Juan Carlos Rodríguez, coordinador de Proyecto ME-GIRS.
El primer Diagnóstico sobre Residuos Sólidos en Bolivia, elaborado por
la Dirección General de Gestión Integral de Residuos Sólidos (DGGIRS)
—dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA)— entre 2010
y 201, reveló que en Bolivia se producen 4.782 toneladas de desechos
por día.
Según esa
evaluación, de los 337 municipios que existían hace tres años (hoy suman
339), solo 29 contaban con entidades municipales de aseo y/o unidades
técnicas específicas encargadas de los desechos.
De acuerdo con el diagnóstico, apenas el 20% del área urbana era
barrido, la recolección se la realizaba una vez a la semana y los
desechos eran depositados en botaderos a cielo abierto o se procedía a
quemarlos, contaminando el medio ambiente.
“Tampoco había un personal exclusivo en los sectores, sino que se
trataba de funcionarios municipales que luego realizaban sus labores
como gendarmes, jardineros u otros”, explicó Leonardo Gorriti, encargado
técnico del proyecto ME-GIRS.
Por ello, se propuso cambiar su manejo terciarizando el servicio con la
creación de una empresa que nazca de los mismos pobladores, y se
trabajó en acuerdos estratégicos con las administraciones ediles para
darle sostenibilidad a la iniciativa.
Labor. Vecina recibe explicación del manejo de residuos.
En 2011, Swisscontact puso en marcha el proyecto de formación de
microempresas en municipios tipo B (5.001 y 15.000 habitantes) y C
(15.001 y 50.000 pobladores) cuyas áreas urbanas tenían entre 5.000 y
20.000 moradores.
En una
primera etapa se presentaron 21 interesados, sin embargo, por temas
políticos o presupuestarios, diez gobiernos locales decidieron dejar el
proyecto.
Los
municipios en los que se crearon microempresas se hallan en dos
departamentos. En La Paz: Batallas, de 19.897 habitantes; Coroico
(13.191), Patacamaya (25.559), Sorata (21.117 ) y Sica Sica (11.600).
En Santa Cruz están: Fernández Alonso (15.152), Portachuelo (16.408),
Samaipata (14.000), San Carlos (22.550), San Juan (10.740), Yapacaní
(42.929) y Buena Vista (15.903). Cada uno de los microemprendimientos
surgidos al calor de esta iniciativa brindan actualmente cinco
servicios básicos; barrido del 100% de los sitios públicos (1) y el
servicio de recolección diferenciada de residuos (2), para lo cual se
destinan un día a los orgánicos, otro a los inorgánicos y un tercero a
los no aprovechables.
Se generaron planes de aprovechamiento de los desechos sólidos, en el
caso de los orgánicos para elaborar el compostaje (3) y de los
reciclables, para su venta (4).
Las microempresas también tomaron a su cargo la disposición final (5).
Los desechos ahora se llevan hasta rellenos sanitarios, donde son
depositados y enterrados para minimizar olores, la aparición de vectores
y otros contaminantes.
“Los integrantes de las empresas son los mismos que trabajaban en la
limpieza o bien son personas con iniciativa a las que se dio
capacitación en todo el servicio”, comentó Gorriti.
Conciencia.
En los 11 municipios, las empresas desplegaron campañas puerta a puerta
para generar conciencia en la población sobre el manejo de residuos
sólidos y la necesidad de clasificarlos en el hogar.
También se hicieron trabajos de limpieza comunitaria con la participación de los habitantes.
Para hacer sostenible el trabajo, se planteó el cobro de una tasa de
recojo de basura que no supera los Bs 5, que están destinados a la
compra de algunos insumos y al mantenimiento de la maquinaria.
“Nosotros como cooperación les entregamos a las microempresas la
indumentaria y las herramientas básicas para que realicen el trabajo. En
algunos lugares, (antes) las personas ganaban unos Bs 700 mensuales,
sin embargo, con el proyecto, logramos que sus ingresos suban a Bs 1.800
y Bs 2.000”, destacó Rodríguez, el coordinador del proyecto.
Sica sica. Obreros y vecinos sacan desechos de ríos.
Firmas paceñas buscan conciencia y apoyo edil
Guadalupe Tapia
Khanatatawi (Batallas), Qorimarka (Sorata), Pueblo Blanco (Coroico) y
Sanu Pukara (Sica Sica) son microempresas dedicadas al manejo de
residuos sólidos que se crearon en el departamento de La Paz y cuyos
responsables esperan que se consolide el apoyo de los gobiernos locales.
Francisco Urquizo, vecino y representante legal de Khanatatawi, contó
que antes de que se forme esa firma, en el municipio de Batallas —de
17.499 habitantes— los gendarmes de la Alcaldía efectuaban la
recolección una o dos veces por semana, motivo por el cual las calles no
siempre estaban limpias.
“Hemos fundado la empresa hace nueve meses, y siete personas nos
dividimos el trabajo. Recibimos capacitación y estamos comenzando a
trabajar con el reciclaje. Lo que logramos separar en cartón y plástico,
lo vendemos para tener más recursos”, explicó a La Razón.
Aida Choque, administradora de Pueblo Blanco, contó que hace un año y
siete meses la microempresa —en la que trabajan 11 personas—comenzó a
operar en Coroico, municipio que tiene 19.397 pobladores.
“Es difícil hacer que las personas entreguen su basura diferenciada;
sin embargo, todos estamos aprendiendo”, apuntó Choque. Hermógenes
Mamani, representante de Sanu Pukara que trabaja en la comunidad de
Lahuachaca de Sica Sica, señaló que la población está satisfecha con el
servicio y que espera el respaldo del municipio para continuar con su
labor.
“El contrato es anual, esperamos que haya una renovación para seguir en este trabajo”, apuntó.
Qorimarka trabaja con siete personas hace un año en Sorata, municipio
de 23.016 habitantes y su contrato vence a fines de mes. “Ésta fue una
excelente oportunidad para trabajar. Todavía necesitamos capacitación,
pero estamos encaminados”, dijo la trabajadora Celia Velasco.
Técnico dice que en Santa Cruz hay apoyo
Compromiso. Luego de la conformación de la microempresa, los vecinos de
Sorata ayudaron a los trabajadores para realizar una jornada de
limpieza en todo ese municipio. Foto: Swiss contact
Guadalupe Tapia Seis de siete municipios del departamento de Santa Cruz consolidaron microempresas de recolección de residuos sólidos.
Fernando Rojas, encargado técnico del proyecto Microempresas para la
Gestión Integral de Residuos Sólidos en Municipios Rurales, explicó que
la población está contenta con el servicio y que hay impulsores de estos
microemprendimientos que ya piensan en la expansión.
“Las empresas conformadas son de sociedad de responsabilidad limitada.
Hay una apropiación de las comunidades del servicio, así como de las
autoridades y el sector privado”, precisó.
Desde abril de 2013 opera en el municipio Fernández Alonso la empresa 3
de Febrero, que tiene 11 trabajadoras y un contrato que expira en 2015.
En Samaipata opera la
empresa La Pajcha, creada en octubre de 2013 y que trabaja con 12
personas. “Como es un municipio turístico, el servicio le cayó bien a la
población”, apuntó Fernández.
En San Carlos funciona la firma Pichajkuna, que trabaja con 17 personas
desde agosto de 2013. La microempresa amplió sus servicios de aseo a
las poblaciones de Santa Fe de Yapacaní y Buen Retiro.
En el municipio de San Juan se creó la firma Gahoole en abril de 2013 y cuenta con 14 empleados.
En septiembre de este año, en Yapacaní se formaron dos empresas: Tarumá que opera con 15 personas y Patujú, con 16.
Cada una se encarga del barrido y limpieza de calles y la recolección y transporte diferenciado de residuos sólidos.
En octubre, en Buena Vista comenzó a operar la empresa Surutumayu, con 12 obreros.
En la lista también estaba Portachuelo, con una firma de 21 socios, que no funcionó porque la Alcaldía abandonó el programa.
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