Trabaja como estilista y cosmetóloga desde hace 29 años, y tiene su salón de belleza “Anita”, camino a Tiquipaya, pero hace dos décadas se le ocurrió que ella podría aprender a elaborar sus propios productos de cosmetología de forma casera, pero más natural: champú, enjuague, gel y cera depiladora. Pasó años perfeccionándolos, hasta que en 2012 se le ocurrió patentarlos y comenzar a comercializarlos en las ferias y otros eventos con buena acogida. Este año, sus esfuerzos merecieron el reconocimiento de la Fundación EmprendeIdeas, de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce), concurso con el que ganó un programa de asesoramiento gratuito por seis meses.
Se llama Ana María Gonzales Omonte, una estilista cuya iniciativa la llevó a dar un salto hacia el trabajo industrial y empresarial. Sus productos llevan la marca Aniloe, una fusión de Anita y aloe vera, una de las materias primas empleadas, sobre todo en los tres primeros, que toman como base las pencas y la sábila, de donde se extrae el aloe vera.
Nuestra emprendedora cuenta que se le ocurrió aprender esta producción allá por 1993, cuando vio un anuncio de cursillos en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y supo de las propiedades de esas plantitas que se las encuentra hasta en la Coronilla. Tras capacitarse, su pasión por esta línea la llevó a cultivar más pencas y sábilas en el patio de su casa y a probar nuevas fórmulas en su cocina, en procesos que le tomaban al menos una semana en cada caso, hasta lograr su propia versión.
Según explica, ninguno de los productos lleva colorante y el resto de los insumos se colocan en dosis mínimas. Tampoco hay presencia de alcohol, lo que hace que sean naturales. El champú es neutro para todo tipo de pelo, evita la caspa y la caída de cabello. La crema de enjuague y el fijador sin alcohol también tienen como base la penca y la sábila y prescinden del alcohol, lo que hace que el cabello se amolde con suavidad y no provoque esa sensación de pelo de paja.
Finalmente, se encuentra lo que Ana María llama su “producto estrella”, la cera fría depiladora, natural, elaborada en base a limón, azúcar y agua, sin conservantes ni colorantes, algo que, según ella, mucha gente no lo cree.
Ocurre que el 90 por ciento de las depiladoras de la competencia son ceras calientes. Las hay también frías, que vienen en bandas, pero no son tan efectivas. La cera caliente, regularmente no es nociva para la salud, pero siempre hay personas que tienen la piel hipersensible. La cera Aniloe, en cambio, es fría y sólo necesita un baño María para comenzar el amasado. Una vez que la mole tiene consistencia de chicle se la aplica en la piel para arrancar las pilosidades.
Ana María Gonzales, Emprendedora
Desde ya que al ser productos naturales son mejores (...) Ahora de lo que se trata es de crecer y abrirnos mercado
En busca de mercado
Los productos Aniloe se encuentran ya en su segundo año de comercialización en supermercados, ferias y otros eventos económicos en Cochabamba con el apoyo de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía (Cadepia). Durante este tiempo, sin embargo, fue necesario perfeccionar las etiquetas y envases para su presentación al público.
Por ahora, el único que tiene registro ambiental es la cera depiladora, por ello el producto también se lo encuentra en supermercados.
Los otros, al exigirse mayores requisitos, sólo cuentan con la licencia ambiental municipal, mientras que el registro sanitario es un tema pendiente en Unimed. Ana María espera que el acompañamiento de EmprendeIdeas de Soboce la ayude en este proyecto y así ampliar su mercado.
Mientras tanto, los cuatro productos se encuentran en todas las ferias o pueden hacerse pedidos a los teléfonos 71746817, 4311066 y 60707989. La cera depiladora de 100 gramos cuesta 25 bolivianos; el champú y la crema de enjuague, ambos 400 mililitros, a 15, y el gel fijador de 200 gramos a 10 bolivianos.
PERFIL
Profesión
Ana María Gonzales Omonte es estilista profesional y muestra con orgullo más de una docena de títulos y certificados de cursos en los que participó, incluyendo la elaboración de productos.
Pasión y motivación
Aunque su pasión por el área es total, cuenta que al principio la motivaron razones económicas para sacar adelante a sus dos hijos. El mayor ya está en la universidad y el menor en colegio.
Proyección
No parece, sin embargo que alguno de sus dos hijos vaya a seguir los pasos de la cosmetología, aunque sí la ayudan bastante en la elaboración de productos, envasado y etiquetado. De cualquier manera, el objetivo por ahora es crecer.
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