Ver oportunidades y aprovecharlas es una de las características de los emprendedores. Para el consultor financiero Omar Hambra, el concepto de emprendedor está irremediablemente atado a la idea de innovación y riesgo por parte de alguien que cree en sus ideas, por eso destaca algunas condiciones y principios para fundar y desarrollar un negocio.
Tener una Visión de negocios. La persona debe contar con una idea básica de en qué consiste el negocio que pretende realizar y algunas buenas razones que le permitan planificar de que desarrollará algún tipo de ventaja comparativa que le permita insertarse en el mercado.
Dar el primer paso. Una persona que decide desarrollar su propio negocio elige renunciar al confort y la seguridad que le podría ofrecer una relación de dependencia y prefiere ir detrás de sus sueños y hacerlos prosperar a pesar de los riesgos.
Sentir pasión por un proyecto. Quien decide emprender un negocio siente pasión por hacer realidad una imagen futura. En este sentido, el dinero funcionará como una herramienta fundamental, pero nunca un fin en sí mismo. El fin deberá ser realizar el proyecto, o carecerá de sustentabilidad.
Tener valentía y capacidad de sostén. Al momento de encarar un negocio propio, el miedo es un sentimiento no solo natural, sino hasta saludable. La valentía consiste, en no negarlo y en trabajar para superarlo. El entusiasmo suele ser un inestimable aliado. Así, cuando las cosas no andan como se espera, la capacidad de sostén puede mantenerse y allí reside el gran secreto del éxito.
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