Dos mujeres guiaron su camino profesional, su abuela, cuando era niño, y, posteriormente, su esposa.
E l médico Franz Freudenthal, nacido en La Paz, se adjudicó el primer lugar del concurso Innovadores de América 2014, por haber inventado un dispositivo oclusor que permite curar cardiopatías congénicas. Esta labor le ha permitido salvar la vida de unos 400 niños en el país, generalmente de escasos recursos. Su invento ya tiene demanda mundial.
"Hay cientos de niños que me levantan cada mañana y me dicen Franz estamos esperándote".
Inspiración, voluntad y apoyo. Freudenthal estudió medicina en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y sin terminar esta carrera —entre el cuarto y quinto año de estudio—ideó el dispositivo oclusor para las cardiopatías congénitas que determinaba que muchos niños fallezcan antes de cumplir los cinco años. Ya transcurrieron 30 años de aquello.
Los niños como Sarahí, Fabián o Gisela, hoy pueden correr y hacer actividades físicas que antes les era difícil, por este tipo de mal.
Sin embargo, asegura que la inspiración llegó de la necesidad de curar a la gente. Conmovido, asegura que "ninguno de los dispositivos que he creado fueron iniciativas mías. Vean en los hospitales y consulten con los médicos... Vean la impotencia que uno siente al perder un paciente...".
Fue becado a Alemania para seguir sus estudios y allí desarrolló su invento. Sin embargo, junto a su esposa, la médica Alexandra Hit, decidió volver a Bolivia, donde más se necesita este trabajo, porque en los países con altura es más común ese tipo de males. Sin embargo, lamentó que el país solamente halló la incomprensión de las autoridades y aún hoy le preocupa "que no exista apoyo del Gobierno para salvar a más pequeños".
Pese a ello, continuó su labor. Su voluntad y el apoyo de su esposa y amigos, así como de miembros de la Embajada alemana, y ahora el concurso Innova Bolivia, lo han llevado a desarrollar sus proyectos, a ampliar la ayuda a los niños y a ser reconocido.
Un hogar para un OSO. Freudenthal asegura que en los 12 años que su institución realiza las operaciones de corazón, afortunadamente no perdió ni un paciente, lo que atribuye principalmente al apoyo y la bendición de Dios.
Estima que su trabajo logró ayudar, en el mundo, a unos 50 mil pacientes y que con excepción de algunos países de África, el oclusor ya se usa en el resto.
El pediatra recibirá su premio el próximo jueves 21, en Medellín, Colombia, en una rueda de prensa y, por la noche, se hará la premiación que —se cree— será de 50 mil dólares.
Con un oso de peluche en las manos, Freudenthal espera que 25 familias necesitadas puedan tener un osito como ese en su hogar. Es que cada vez que regala una intervención cardíaca a un niño que lo necesita, regala uno.
10.000 personas han apoyado, mediante internet, el trabajo innovador de Franz Freudenthal.}
Una vida al servicio de los necesitados. El médico Franz Freudenthal también creó la Fundación Cardioinfantil, a través de la cual realiza una continua labor social con el uso del dispositivo oclusor.
Afrece ayuda a las familias con niños que presentan orificios en el corazón o ductus arterioso, a partir del análisis, diagnóstico e implantación del dispositivo, el cual, sin necesidad de una operación, se lo coloca en cinco minutos.
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