Altiplano, oriente y trópico están combinados en un nuevo producto de exportación concebido por la empresa Palma Verde SA, que desarrolló una inusual combinación al unir quinua y frejol para ponerlos en conserva, listos para la mesa.
Esta inusitada combinación es producto de la crisis por falta de materia prima unida a la creatividad para buscar nuevas opciones.
La empresa tiene como actividad principal la exportación de palmito enlatado y sus operaciones datan de 2009, aunque antes ya operaba con otra razón social. En 2012, alcanzó volúmenes de exportación por encima de los 2 millones dólares y sus principales mercados fueron Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, señala su gerente general, Yuri Maldonado.
Sin embargo, la materia prima en el Chapare comenzó a escasear y dificultó cumplir con los contratos internacionales. “El precio sufrió un bajón y desincentivó la producción (de palmito), muchos productores abandonaron su cultivo y muchos otros se dedicaron sólo al cultivo de coca”, explica Maldonado.
A ese problema se sumó el de las malas condiciones climáticas en el Chapare que ocasionaron la baja del rendimiento por tallo de palmito, pues antes, para obtener una lata de 800 gramos, en condiciones normales, se requerían cinco tallos; pero en las condiciones actuales se precisan siete tallos, dice Maldonado para ilustrar la baja en el rendimiento de los campos.
Así, la preocupación por la escasez de materia prima hizo que la empresa buscara nuevas alternativas de productos para transformar y exportar.
Pero aunque podría pensarse que en el Chapare no es difícil enfocarse en otro producto como los cítricos, la papaya o la piña, existen problemas de calidad y cantidad que les restan competitividad a los denominados productos alternativos. Es por eso que Palma Verde SA "tuvo que girar la vista hacia otro lado", en palabras de Maldonado y su vista se posó en la quinua.
¿Por qué la quinua? Maldonado responde que la eligieron porque se produce en volúmenes bastante grandes lo que garantiza que no habrá problemas de abastecimiento. Por otra parte, apunta que la quinua todavía no alcanzó la universalidad del frejol, "que se conoce en todas partes", por lo que se pensó en usarlo como anzuelo y además como un elemento contrastante, inclusive en el color, pues la quinua blanca es combinada con frejol negro y con frejol rojo.
Maldonado cuenta que el desarrollo del producto, entre hacer combinaciones y pruebas, tomó unos cinco meses y demandó una inversión de 7.800 dólares.
Cuenta que la elección del frejol fue hecha después de un sondeo con importadores de productos bolivianos. Una empresa australiana, que hace muchos años importa sólo quinua boliviana fue la que ayudó a tomar la decisión.
El resultado es un producto cuyo buen sabor y aspecto hacen que pueda ser consumido directamente, aunque también podría calentarse un minuto en microondas. La idea de la empresa es que sea una guarnición y que acompañe, por ejemplo, a un filete; pero también puede consumirse solo.
El primer comprador es la empresa australiana citada que solicitó un volumen inicial de 21 toneladas del producto.
Maldonado afirma que Brasil, Alemania y Francia, "donde se conoce de sobra la quinua", son otros mercados potenciales.
Australia es el primer destino del nuevo producto. Alemania, Brasil y Francia están en perspectiva
Yuri Maldonado | Gerente General de Palma Verde SA
La escasez de materia prima en el Chapare nos obligó a girar la vista hacia otro lado
EL PRODUCTO
Ingredientes
La nueva conserva concebida por Palma Verde SA contiene quinua blanca, frejol, agua, sal y conservantes, detalla el gerente general de la empresa, Yuri Maldonado.
Precio interno
El objetivo inicial es la exportación del nuevo producto; pero también se promoverá en el mercado interno. El precio aún no está definido y dependerá de si se hace venta directa o a través de canales de distribución.
Lanzamiento
Maldonado señala que el primer envío a Australia debe salir antes de fin de año; sin embargo, el producto tendrá un lanzamiento internacional, a principios de 2014, en ferias internacionales de alimentos.
La materia prima escasea en el Chapare
Una de las principales preocupaciones de las empresas exportadoras de alimentos, que tienen sede en el Chapare, es la falta de materia prima, señala el gerente general de Palma Verde SA, Yuri Maldonado.
Añade que al problema de la escasez se suma el de la falta de calidad y explica que, por ejemplo, en el caso de la piña "es buena para transformar pero se necesita que tenga mayor calidad y que los precios sean competitivos. Se transforma piña, pero para un segmento muy específico y en volúmenes muy pequeños".
Algo similar sucede con la papaya pues para llenar un contenedor se demora al menos 3 a 4 meses, no porque no haya producto, sino porque varían mucho en color y tamaño y, como debe enviarse en frascos de vidrio, supone un problema de imagen, apunta Maldonado.
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