domingo, 13 de octubre de 2013

Cómo emprender tu negocio

Las razones por las cuáles deseas iniciar tu propio negocio pueden ser muchas, pero lo importante es que tus motivos te lleven justamente a mejorar tu calidad de vida, a convertirte en un líder, en un empresario que pueda dirigir con orgullo y tenacidad su empresa hacia el éxito. Si dichos motivos no están claros y fundamentados, es muy probable que esto no ocurra porque no tendrás el entusiasmo, la energía y la visión de lograrlo. Así que examínate a ti mismo y determina primeramente si lo que deseas es lo que realmente te haría sentir realizado. Analiza tus más profundos motivos por los cuáles deseas iniciar un negocio, esto te ayudará a enfocarte mejor hacia lo que quieres lograr, porque muchas personas intentan iniciar negocios por razones que no son precisamente las más acertadas: por presión de los padres o familiares, porque detestan su trabajo, porque no les gustan sus jefes, porque tienen un pequeño capital y desean invertirlo en algo, porque sus amigos tiene negocios propios y no les va mal, etc.

Y aunque no hay una fórmula mágica que nos garantice el éxito y las utilidades, si existen algunos elementos fundamentales que debemos considerar para que la experiencia de emprender un negocio, sea una experiencia gratificante.

Fe, convencimiento pleno de que tu idea de negocio va a funcionar, es el componente más importante de la fórmula que garantizara el éxito de tu empresa; comprometerte con tu negocio y contigo mismo a salir adelante sin escatimar esfuerzos y sacrificios. El miedo o la incertidumbre ante el futuro puede ser muy fuerte y suele ser la principal razón por la cual muchos emprendedores abandonan su empresa, aún antes de haberlo intentado. ¿Y si no funciona? ¿Y si pierdo mi dinero? ¿Y si las cosas no salen bien? ¿Y si alguien ya lo intentó?, son pensamientos que sólo se pueden vencer con optimismo y mucha acción, hacer, hacer y hacer. Si vas a emprender y quieres hacerlo con éxito, debes estar dispuesto a leer y documentarte constantemente y ser el mejor en lo que haces.

Lo primero que debemos comprender y tener muy claro es que iniciar una empresa es un proceso con diferentes etapas que nace con un sueño que se convierte en una idea, que debe planificarse y luego trabajar muy duro para construir el negocio a fin de que rinda los frutos deseados: ingresos y utilidades. Muchas personas en su afán de abandonar sus empleos lo antes posible, pretenden equivocadamente acelerar el proceso y hacer todo "más rápido" con los consecuentes inconvenientes que esto pudiera significar. Así que el primer consejo es: no te apresures y no inicies tu empresa bajo presión. Planifica detenidamente tu proyecto de negocios y procura seguir tu plan disciplinadamente. Sólo así lograrás comenzar con buen pie.

¿Y los demás componentes?

Define tu idea de negocio claramente. Si ya tienes una idea o si has estado considerando varias, toma una decisión al respecto y elige finalmente la clase de negocio y empresa que deseas construir. No temas equivocarte, de hecho el proceso emprendedor es un proceso de aprendizaje continuo en el que cada día necesitarás reevaluar tus resultados y tomar las decisiones

necesarias.

Escribe un plan de negocios. Poner en papel un plan de negocios es la mejor forma de poner en orden tus ideas. Un plan te ayuda a visualizar los pro y los contra de tu proyecto. Además es un documento que te permite descubrir posibles debilidades o aspectos no considerados que podrían ser importantes. Tu plan de negocios debería contener un presupuesto y todo lo necesario para la operación de tu negocio.

Plasma una visión de negocios. Esta es la parte intangible de tu negocio pero que es tremendamente importante para generar la energía y la emoción necesaria para trabajar y lograr grandes cosas. Todos los empresarios importantes conocen lo valioso de tener una visión y una misión que todos los colaboradores de su empresa compartan. Sueña en grande y escribe lo que esperas de tu empresa a corto, mediano y largo plazo.

Realiza un estudio de mercado. Si aún no lo has hecho, puedes elaborar un sencillo y práctico estudio de mercado que te ayude a identificar tus clientes potenciales y a tomar decisiones sobre dónde trabajar, cómo enfocar tus recursos de promoción y publicidad y la ubicación de tu local u oficina.

Define la imagen de tu empresa. La imagen de tu empresa tiene que ver con el nombre que eliges, un slogan, los colores que manejarás en tu publicidad y todo aquello que defina lo que deseas proyectar. Las empresas transmiten muchas cosas con su imagen: alegría, seriedad, profesionalismo, rapidez, comodidad, seguridad, etc. Lo que sea que quieras proyectar, defínelo desde un inicio con tu imagen.

Elabora un presupuesto. El presupuesto es importante en este punto ya que la inversión y los gastos de operación son fundamentales para el éxito de un negocio. Debes contemplar por separado el presupuesto de inversión, que debe reflejar cuánto dinero exactamente necesitas para arrancar y tener muy claro de dónde vendrá. Y segundo, debes contemplar un presupuesto de operación que incluya gastos fijos y variables. Esto te ayudará a ver con claridad si cuentas con lo necesario para iniciar en este momento y si tu negocio es rentable.

Realiza todos los trámites necesarios para formalizar tu empresa. Los trámites son necesarios siempre y habrá con toda seguridad muchos procedimientos de inscripción con los que deberás cumplir antes de abrir las puertas al público. Estos trámites tienen que ver con: registros de Empresa, patentes, licencias sanitarias, inscripciones en los registros tributarios, licencias especiales de operación, permisos municipales, etc. Omitir este paso o realizarlo a medias puede convertirse en un inconveniente a futuro.

Elige a tu personal. Ya sea que tú seas el único empleado o que comiences trabajando con algunos colaboradores, elige adecuadamente a tu personal y establece desde un inicio una cultura de servicio al cliente de altos estándares. El éxito de todo negocio tiene que ver con el servicio al cliente y con saber vender. De nada sirve una gran idea y toda la infraestructura si no vendes tus productos o servicios. Desde un inicio, asegúrate de vender y vender bien.

Promociona tu negocio. Lo primero que necesitas es darte a conocer. Habiendo realizado tu estudio de mercado, prepara una campaña de promoción y publicidad que te ayude a entrar al mercado dirigiéndote directamente a tus clientes potenciales. Es imprescindible que comiences ofreciendo algún beneficio adicional que sea atractivo para que tus clientes consideren tus productos o servicios como una opción atractiva para ellos.

Abre tus puertas. Finalmente, una vez que hayas planificado bien, estarás listo para abrir tus puertas y comenzar a operar tu empresa. Procura en lo posible que todos los detalles estén afinados pero no te afanes si algo sale mal, siempre podrás corregir.

Recuerda siempre que el proceso de emprender debe incluir en tu agenda la mejora continua. Debes evaluar regularmente lo que haces y cómo lo haces porque siempre hay algo que se puede hacer mejor. Adelante.



Extraído de la revista Ahora Microempresas # 86 de Cochabamba.

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