El problema no es ser chicos, el problema es estar y actuar solos”, bajo ese lema, en diciembre del 2010 nació “Mi caserita”, un programa de tiendas de barrio que tiene como objetivos principales que los dueños del negocio se relacionen entre sí y con proveedores a través de una red de compras, mejorar las capacidades de gestión empresarial e incrementar las ventas y las ganancias.
El trabajo se está realizando en ciclos de capacitación de una duración de cinco meses. En cada uno de ellos se reúnen a propietarios de 120 tiendas de barrio de los macrodistritos de Cotahuma, centro y sur de La Paz.
La organización internacional, Fundes y el financiador del proyecto, Foundation for Ethics in Globalization (ELEA) son promotores de la iniciativa de capacitación empresarial.
“En las primeras 120 tiendas que trabajaron desde el año pasado, se consiguió que las ventas aumenten en más del 50%, que el número de clientes subiera en casi un 37% y el margen bruto de ganancia en un 57%”, detalló el director de Fundes Internacional, Ulrich Frei.
Leslie Claros, gerente general de Fundes Bolivia, explicó que esos resultados se lograron a través de 15 consultores que brindaron capacitación durante cinco meses (tres horas a la semana) a los propietarios de 10 tiendas (cada uno); en el manejo de inventarios y registros, mercadeo en el punto de venta, atención al cliente y mejora de imagen. “Les enseñamos a vender por impulso (promoción) y a ordenar y relacionar los productos, por ejemplo, que el pan esté cerca de la mantequilla y mermelada y no cerca del detergente”.
Delia Pacheco, como una de las beneficiarias de esa capacitación, indicó que para ella y la mayoría de las personas que participaron en el primer ciclo, fue muy beneficioso conocerse, y compartir experiencias. “La institución nos motivó a hablar de nuestros problemas comunes y a ayudarnos a solucionarlos”.
Añade que con la enseñanza recibida y con la organización de grupos para hacer compras conjuntas, cada 15 días en las oficinas de Fundes, también se logró tratar directamente con ocho proveedores, “como resultado de esa relación, tenemos descuentos de hasta un 20 y 30% en varios productos”.
Los beneficios de los “grupos de compra”, duran hasta 30 meses. El segundo ciclo de “Mi caserita” concluirá en septiembre y el tercero empezará los primeros días de octubre.
PROCESO. Leslie Claros manifiesta que el ciclo se inicia con un diagnóstico de la tienda, en el que se identifican sus fortalezas y debilidades y luego se definen planes de acción en merchandising (acomodo de productos por categorías, etiquetado de precios, etc). La etapa dura un mes y medio.
En esa etapa, se clasifica por espacio, infraestructura y número de empleados al negocio; en A (mediano), B (pequeño) y C (micro). “La micro y pequeña empresa tiene de 5 a 15 empleados, la mediana, de 15 a 50 y a la que tiene más, la consideramos una empresa grande. En Bolivia, todas las tiendas de barrio son microempresas, en las que trabaja la familia, muy pocas emplean eventuales”, expresa.
Señala que en las de categoría A, la capacitación se efectúa a través de un software para el control de inventarios, ventas, etc., y en las de B y C se usan registros manuales, que les ayudan a determinar sus ganancias.
El dueño de cada tienda, eroga un monto de dinero que depende de esa categorización. “Las más grandes pagan Bs 450 y las más pequeñas Bs 150. El pago se hace en los cinco meses que dura el proyecto y los fondos fortalecerán la red, según consenso de los participantes”, informa Claros.
“Para participar en el siguiente ciclo, los interesados, sólo deben presentar la fotocopia de su carnet y firmar el convenio con Fundes”, menciona.
La red se expandió a 4 países
Ulrich Frei recuerda que el proyecto empezó en México hace dos años, ahora cuenta con 5.000 tiendas participando en él. Dados los positivos resultados, se expandió desde el 2010 a Bolivia, el Salvador (que planea agrupar 1.500 negocios) y Panamá, donde está en marcha un piloto con 150. “En Bolivia queremos llegar a las 800 tiendas hasta el tercer ciclo”, adelanta.
Entidades que la impulsan
Leslie Claros informa que el proyecto de tiendas de barrio pudo ejecutarse en la ciudad de La Paz por la inversión de un millón de dólares. Monto que fue financiado por la Foundation for Ethics in Globalization (ELEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BIP) a través del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin).
Ulrich Frei: ‘Para ampliarlo, necesitamos más inversión’
“Con el éxito que tuvimos la primera ronda y gracias al financiamiento de ELEA, y el BID-Fomin tenemos muchas ganas de ampliar el proyecto e implementarlo en El Alto, Cochabamba y Santa Cruz considerando el gran número de tiendas que existen en el país. Todo depende del financiamiento del sector privado y las grandes empresas que venden más a través de las pequeñas”.
Peter Wuffli: ‘Las dueñas de tiendas hoy son empresarias’
“Visité varias de las tiendas que ya están trabajando y fue muy impresionante ver cómo las dueñas se convirtieron en empresarias. La fundación que represento tiene el propósito de facilitar el acceso a nuevas oportunidades a la gente pobre y darles armas para enfrentarse a la globalización y que así puedan acceder a nuevos mercados, a través de la capacitación en el uso de nuevas tecnologías”.
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