domingo, 3 de enero de 2016

Ana Palza, artesana que diseña joyas con identidad

CREATIVIDAD Y ORIGINALIDAD

JOYERÍA DE VANGUARDIA

Ana Palza es una artesana que vive y late como el corazón de la tierra de los Andes. Sensible y creativa como la naturaleza misma, se inspira en todo aquello que le rodea, y como ninguna, es también una visionaria que ha hecho de la joyería de vanguardia en la ciudad de La Paz, una corriente que se hace cada vez más fuerte.

A diferencia de la joyería tradicional en metales preciosos, su trabajo se centra más bien en una joyería que

hace uso de recursos diversos, y que combinados entre sí, dan como resultado nuevas formas de entender

lo real y lo hermoso, privilegiando así las texturas y los colores de la naturaleza andina, como la vertiente que contiene la belleza en la simplicidad de las cosas.

Con una propuesta pionera e innovadora, el trabajo de Ana Palza se hace cada vez más intenso, logrando atraer el gusto de distintas generaciones de cholas paceñas que quieren verse siempre distinguidas y “a la moda”. “Las joyas nacen en los mismos sueños de la chola paceña” nos comenta Ana, y poco a poco, este tipo de trabajo gana espacios que otrora eran reductos inamovibles de la joyería tradicional, al mismo tiempo que los trasciende y genera puentes de encuentro entre la mujer de los Andes y las mujeres del mundo.

ELEMENTOS DE LA NATURALEZA

Sus colecciones, enmarcadas siempre en los cuatro elementos de la naturaleza: el fuego, el agua, el aire y la tierra, han hecho de esta propuesta de arte un éxito total, no solo en la ciudad de La Paz, sino también en otros ámbitos internacionales en donde se consume la influencia de la moda que la chola paceña encarna.

La versatilidad y belleza de las piezas de su trabajo, hacen que esta propuesta nueva relegue a otros planos a la

joyería en metales preciosos, y no

solo por una razón de precio, sino también por una eminentemente

estética y versátil, considerando algunas de las limitaciones de usabilidad

y diseño que las joyas en metal presentan.

Gran parte de las cholitas guías en distintas morenadas de la ciudad cuentan que prefieren este tipo de joyas, debido al peso que suponen, además de los colores y motivos con los que

se pueden combinar las vestimentas.

“Las combinaciones y motivos son

ilimitados” comenta Ana Palza, quien además de plantear un objeto de arte que se funde al espíritu de la mujer que la precia en el pecho, el sombrero o los aretes; también propone una atención personalizada, en ambientes donde sus clientes, que no son solamente cholas, sino también mujeres de agregados culturales y embajadores, pueden diseñar junto a ella el concepto y el motivo de su pieza de arte.

MATERIALES DIVERSOS

Perlas, metales, semillas andinas

y textiles naturales, que recuperan

saberes y formas de la vestimenta

antigua de las mujeres aimaras

del altiplano, son solo algunos de los elementos que muestran la versatilidad de su propuesta, que es adaptable a cualquier necesidad.

Los colores que emergen de los tejidos antiguos, así como la influyente vanguardia de la moda internacional

son aspectos que definen la obra

de esta artista, así como la recuperación y puesta en valor de conocimientos andinos que transmiten sentido

y valor a los objetos que sirven para cubrir el alma. Huayrurus, habas, kutiwaynitos y otras semillas rituales son utilizadas para atribuir esencia a las joyas de Ana Palza, que ante la ausencia de los metales preciosos, éstas se cargan más bien

de un aura que emerge de la profundidad de la tierra para proteger y alimentar el espíritu de quien las porta, consolidando así también el valor de su trabajo, que no solo se centra en los procesos creativos, sino también en la investigación de los conocimientos recogidos en campo.

“Ya era tiempo de que se piense en recuperar tanto conocimiento y belleza, y sobre todo que la chola paceña tenga un lugar y una atención dignas de ella como mujer”, sostiene, mientras una de las clientes llega, para fundirse con su par de corazón, en una sola pieza y con la cual bailará como

el viento de los Andes, a través de la morenada.

Entretanto, nosotros nos maravillamos con el detalle de este trabajo que tiene alma, y que poco a poco se hace cada vez más visible entre la chola y la mujer que quiere llevarse un pedacito de la ciudad de La Paz en el corazón.




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