lunes, 18 de enero de 2016

EMPRENDEDORES vs. APROVECHADORES

La feria de los sábados en la Av. Villarroel, es un sitio de amables encuentros. Sobre la Av. América cada sábado está estacionada una vagoneta cargada de hermosas plantas tropicales, helechos, orquídeas, anturios de colores encendidos, chinos y variedad de otras hermosas plantas de hojas jaspeadas. Quien está a cargo de este jardín botánico transportable es un joven amable y emprendedor sonriente: Andrés Gonzáles Leigue, agrónomo que estudió en la famosa Universidad de Zamorano en Honduras. Andrés pertenece a una saga de hombres trabajadores: su abuelo, Don José, muy respetado agricultor, gran criador de canarios y su padre Fernando, ambos muy apreciados por su honorabilidad y capacidad de emprendimiento.

El problema con el que choca Andrés es poder transportar sus plantas desde Paracti y Cristal Mayu, sobre la carretera al Chapare, muchas veces interrumpida por causas de derrumbe o bloqueos políticos. Esta carretera, que debe ser una de las más costosas del mundo por los ingentes recursos gastados en su mantenimiento durante ya casi 50 años desde su entrega a fines de la década de los 60 del pasado siglo. Varios gobiernos han desembolsado recursos estatales y departamentales. Conocidas empresas nacionales y extranjeras han entregado solemne o apuradamente las obras realizadas. Cuando realicé el primer viaje por ella, recién terminada a fines de los 60, escuché a un experto geólogo el Dr. Karl Brockmann opinar que esa carretera impresionante traería siempre problemas pues estaba mal ubicada en “El Sillar” un terreno deleznable y que debía haber sido construida en otro lugar que no tuviera el problema permanente de los deslizamientos anuales. Se habla de otra licitación…. ¿alguien sabe cuántos millones se han invertido en ese tramo? ¿Cuántos más se beneficiarán con este permanente deterioro? Porque ya sabemos cuántos miles somos perjudicados, al igual que Andrés, por no contar con un camino seguro.

Y como este caso hay más. El más penoso, Misicuni , el peor engaño de algo que constituye un creo de fe cochabambino, tan lejano en su logro como el mar irrecuperable, pero que da rentas políticas. Obras de menor magnitud, pero también importantes, que constituyen un engaño formidable y descarado como e l Hospital infantil, la Escuela de Artes Plásticas, la vía elevada que se derrumbó a pocos meses de su inauguración y tantas concesiones sin licitación alguna, todo eso habla de abuso de poder que genera corrupción.

Esta actitud se filtra a todas las capas sociales, incluso los más pobres, el engaño en lo pequeño: “caserito comprame miel de Tablasmonte “, la que ofrece es una humilde campesina que te muestra un frasco abierto con una miel dorada y espesa; compras un botecito, llegas a tú casa y compruebas que es agua con un paso por aquí pasó la miel; eso se llama “viveza criolla” para algunos, para otros entre los que me cuento es robo, ama sua al agua. Si compras un kilo de carne puedes estar seguro que entre la vendedora y tú cocina se evaporan por lo menos 200 gramos. Y así con todo, el engaño es la ley y la regla, la honradez es la escasa excepción.

Ya resulta difícil confiar. Pues el robo y engaño se han tornado en norma de convivencia social. Y si no te gusta; “anda pues a comprar a otra parte, JA ¡!, al supermercado, Wua!

Dice la Biblia si eres fiel en lo poco serás fiel en lo grande. Apliquemos esto poniendo la palabra “infiel” y tendremos un triste diagnóstico de nuestra realidad multinacional.

Escribir no debe ser una tarea de destilar amargura, al contrario lo que escribes debe estimular al bien, a la verdad, a la justicia. Para que se cumpla la tan mentada trilogía ética andina, que queda en puro enunciado oportunista y manipulador de la realidad.

Desde estas líneas le digo a Andrés, tú nos traes esperanza sigue tu emprendimiento valiente y tenaz, aunque tengas que luchar contra viento y marea; tú ejemplo motivará a otros a elegir el camino del emprendimiento y no del oportunismo de los aprovechadores de turno. Y no temas a los envidiosos, que son muchos, camina con dignidad que te da el ser hijo y nieto de gente que vivió de su trabajo honesto y emprendedor.

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