domingo, 31 de mayo de 2009

“Fortalecer las pymes es luchar contra la pobreza”

Nació en Riberalta, Beni, David Suárez Núñez del Prado se formó académicamente en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, como economista con maestría en Finanzas Corporativas y actualmente es doctor en Economía y Finanzas. En Brasil cursó la especialidad de Teoría Económica en la Universidad Federal de Río Grande del Sur.

Trabajó en la Corporación de Desarrollo de Santa Cruz (Cordecruz) como Economista de proyectos y de empresas, y luego en el Banco do Brasil en el Departamento de Moneda Extranjera. Fue reconocido por el Colegio de Economistas de Santa Cruz, como Economista del año 2004. Ingresó a trabajar en la Cámara de Industria, Comercio y Turismo de Santa Cruz (Cainco) en 1988. Actualmente, es el director del Centro de Estudios Económicos del Centro Boliviano de Economía Cebec. Continúa en la docencia universitaria desde 1986, en cursos de pre y posgrado.

La lucha contra la pobreza y competitividad son temas que parecen estar fuera de la agenda económica nacional, ¿qué proponen los empresarios a través de la Cainco para retomar estos temas?
Estos temas parecen estar fuera de la agenda económica, pero la demanda de los bolivianos se centra precisamente en que se generen opor- tunidades de empleo y esto se da con mayores inversiones que, a su vez, genera mayor crecimiento económico.

Desde el sector privado estamos canalizando esta demanda y ejecutando proyectos, que sin descuidar a la mediana y gran empresa, aporten al crecimiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Nuestra propuesta, en este momento, se está concretando apostando al capital humano, porque el verdadero recurso de un país es su gente, si en ellos se invierte en capacitación, tecnificación, salud y educación se mejorarán sus ingresos, la productividad y competitividad del país. Así, desde hace cuatro años, hemos comenzado a trabajar más de cerca con las pymes.

El 70% de las empresas asociadas a la Cainco son pequeñas y medianas empresas. También, la institución abrió espacio para que se afilien empresas que tengan un patrimonio hasta de 1.000 dólares. Pero fuimos más allá. Trabajamos en un programa de capacitación de empresarios emprendedores en barrios populosos de Santa Cruz.

Los resultados fueron alentadores y a raíz de esta experiencia y sus efectos, la Comisión Europea confió en la Cainco para que administre el programa de fortalecimiento de pymes a nivel de la Comunidad Andina, proyecto que arrancó este año y que a nivel nacional nuestros socios ya lo están aplicando con la creación de núcleos empresariales, es decir, la reunión de empresas de un mismo rubro para conseguir sinergias en la provisión de insumos, servicios y conquista de mercados. Son aspectos prácticos que precisamente a través de capacitación les permiten a las empresas pequeñas ser más competitivas, focalizándonos en el capital humano. No hay que olvidar que se estima que en Bolivia hay 600 mil micro y pequeñas empresas que absorben casi el 75% del empleo nacional. Fortalecerlas a ellas es luchar contra la pobreza.



En este marco, el sector de las pymes puede ser más afectado que las grandes por la crisis, ¿por qué?
Cuando hablamos de empresas frente a la crisis o a un descuido de la agenda económica, es muy sutil la línea para definir cuál está más o menos afectada.

Primero, porque muchas de las empresas pequeñas y medianas tienen una relación directa con las grandes empresas al brindarles servicios o algún producto específico. Si se descuida una agenda económica ambas sufren.

Sin embargo, tomando en cuenta la crisis mundial de la cual no estamos blindados, algunos analistas señalan que las pymes que no tengan relación con el mercado externo no tendrían por qué preocuparse; pero esto no es así, porque la crisis mundial tiene diversos canales de transmisión que a su vez afecta también a aquellas empresas vinculadas con el mercado interno, ya que por un lado, el poder de compra interno disminuye afectando así a la demanda de productos de estas Pymes y por otro lado, la producción excedentaria de países vecinos se constituye en una seria competencia, más aún, tomando en cuenta la política cambiaria que tiene nuestro país, que pone en desventaja a la producción nacional frente a la extranjera.

¿Qué alternativa tienen en el corto plazo para retomar la agenda económica nacional?
Lo primero es trabajar para enfrentar adecuadamente esta crisis que está golpeando al mundo. El empresario está cuidando el empleo, por lo tanto hemos generado debates y foros para que la comunidad empresarial pueda asimilar herramientas para incrementar su competitividad, su productividad. También invirtiendo en la innovación para encontrar oportunidades en la crisis.

A ello, se suman los programas de capacitación para emprendedores de los barrios con el objetivo de que adquieran habilidades para desarrollar trabajos prácticos como jardinería.

¿Qué acción efectiva se necesita del Gobierno?
Que dé certidumbre. Bolivia saldrá adelante con la participación de todos, con señales de incentivo para que la inversión privada se incremente, de tal forma que sumada a la pública se genere un escenario de crecimiento sostenido.

Actualmente, la inversión privada y pública, con datos del 2008, llegó al 17% del PIB. Para crecer al 7% anual, lo que nos sacaría gradualmente de la línea de la pobreza, se requiere de una inversión entre pública y privada del 25% del PIB.

¿Es posible, en el actual escenario político y económico, establecer un diálogo efectivo público-privado?
Todo depende de la voluntad de diálogo sincero y alejado de una agenda política que se centre en el ciudadano boliviano y su demanda de empleo, de oportunidades para crecer. El sector privado ha demostrado en reiteradas ocasiones que está dispuesto a dialogar, a tratar los temas económicos para llevar adelante al país. Éste es un pilar que lo sustentamos con solidez.

¿De qué depende? ¿De quiénes? Y, ¿cómo?
Nuestra voluntad de diálogo está vigente.

Hay coincidencia que las exportaciones han sido las más afectadas por la crisis, pero, ¿qué están haciendo como privados para fortalecer el aparato productivo?
Trabajar para ser más competitivos y encontrar en la crisis las oportunidades para crecer.

Respecto a un reciente informe, La Paz y Santa Cruz, bajaron posiciones como ciudades con ambiente de negocios. ¿Es posible recuperar el atractivo desde la acción privada?
En lo que respecta a capital humano y trabajo en marca ciudad, como elementos que contribuyen al reconocimiento y a hacer a las ciudades atractivas para hacer negocios, estamos haciendo esfuerzos. Capacitando a los empresarios, generando espacio de negocios como ruedas y ferias especializadas.

En el tema de infraestructura se deben hacer avances más acelerados. Confiamos en los esfuerzos que hace el gobierno departamental y el municipal.

Esperamos que el Gobierno Nacional solucione lo más rápido los problemas en la estructura productiva que está en sus manos, especialmente en el área de hidrocarburos para apoyar de forma sostenida y efectiva al sector productivo nacional.

Poniéndonos manos a la obra y generando mecanismos de control para políticas públicas a nivel departamental, en el marco de las autonomías, estamos seguros que recuperaremos el espacio perdido.

“ En Bolivia hay 600 mil micro y pequeñas empresas que absorben casi el 75% del empleo nacional. ”

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