martes, 17 de marzo de 2015

5 errores típicos que comete un futuro microempresario

Cada vez más seguido se escucha hablar sobre las pymes o mypes. ¿Quién no tiene en su familia algún pariente emprendedor? Alguien que decide abrir su propio negocio: procesar granos andinos, importar autopartes japonesas, vender alimentos, maquilar textiles, envasar bebidas, crear embutidos, comprar y vender artesanías. Algunos surgen a partir de hobbies, otros lo aprendieron de sus padres, algunos nacen de la necesidad de cubrir algunas carencias.

El 90 por ciento de empresas registradas en Bolivia son pymes. Como principales actores del desarrollo económico local podrían ser asesorados y/o promovidos por el Estado. Además no requieren grandes inversiones inicialmente. Sin embargo, muchas de éstas llegan a sucumbir debido a una mala planificación, la informalidad, la falta de consecuencia y otros.

Osvaldo Castro, quien trabajó asesorando durante varios años a estas unidades, delegado por la Fundación EmprendeIdeas de Soboce, identifica al menos cinco errores que muchos de los innovadores de Cochabamba cometen en la consolidación de su empresa:

El dueño "todólogo"

El dueño se siente capaz de hacerlo todo él mismo: realiza actividades productivas, comerciales, y administrativas a veces también gestiona la fan page del Facebook. La sobrecarga de actividades y el consecuente incumplimiento a compromisos comerciales establecidos es un error frecuente. Castro recuerda el caso de un productor de pulpas en Chapare, que también se encargaba de la distribución y de la presentación de su producto en ferias. Tantas tareas hacía que descuidaba la producción y la entrega puntual de los encargos para atender los pedidos. El consejo que se le da, según explica Castro, es que comience a delegar tareas y responsabilidades a otras personas. Uno no puede hacerlo todo.

Ganancias "fantasma"

Además de hacer varias cosas el dueño de la Pyme no establece su costo real de inversión, y, en consecuencia, tiene falsos resultados de sus ganancias o utilidades. Ocurre que el tiempo que invierte en tal o cual diligencia no está integrado en su cálculo de costos. Tampoco sus labores de venta, “sus zapatos”, y otros gastos que realiza en el negocio. “Hacer diligencias, buscar clientes, realizar la distribución del producto, diseñar el logo o página de Facebook y hasta los sándwiches que nos da la mamá, porque lejos de aumentar nuestras utilidades, como pareciera que ocurre, en realidad estamos reduciendo nuestro patrimonio”, explica Castro.

"Empresas invisibles"

La informalidad, o las empresas invisibles es muy frecuente. Las Pymes prefieren evitar los correteos tributarios y por eso no tramitan la extensión de su NIT. Eso limita muchas veces su avance y dejan de tener una visión de crecimiento. Además, al quedarse en la informalidad, estas empresas quedan al margen de acceder a financiamiento de ONG, agencias de fomento como Pro Bolivia o créditos bancarios, quedando atrofiadas. Los emprendedores alegan en su descargo que son trámites costosos y complicados, por lo que Castro reconoce que la formalización de estas empresas debería ser también una política de estímulo y fomento por parte del Estado.

Menosprecio digital

Muchos de los nuevos empresarios no reconocen o menosprecian el gran valor del comercio digital o gestión de fun page de Facebook, herramientas gratuitas que permiten promocionar el negocio y llevarlo hasta la casa o la oficina de los clientes. En esta era digital, hay profesionales dedicados exclusivamente a esta tarea y no los saben aprovechar, explica Castro.

Ser "más o menos"

Hacer las cosas "más o menos" conscientemente y acostumbrarse a ello, planear a medias, cumplir a medias, es otro error típico de los empresarios novatos. "Por ejemplo: ser ambientalmente responsable en mi empresa hasta que me encuentro con la necesidad de ir seleccionando la basura e ir viviendo en una cultura empresarial a medias", explica Castro.

Por todo ello, la recomendación general es planificar bien, buscar asesoramiento cuando haga falta, delegar funciones, ser honesto con uno mismo en cuanto a inversiones y ser consecuente con el proyecto de la microempresa.

OPINIÓN

Osvaldo castro Desarrollo de Empresas Bolivia

"Aprender de los aciertos y fracasos"

Es muy difícil generalizar en este rubro, por eso un emprendedor debe aprender de los aciertos y fracasos propios, para conocer sus necesidades de mejora constante y promocionar sus fortalezas.

Bolivia es campeón en generación de Pymes de corto plazo (Estudio de la UCB) , pero también con una tasa alta de fracasos a largo plazo.

Estudios del BID muestran que ser emprendedor exitoso, depende de la clase social, del apoyo y respaldo familiar, del nivel de educación y capacidad de asumir riesgos.

Por eso, emprendedurismo no es necesariamente el vehículo más rápido de progreso, otros medios son capacitarse en oficios estratégicos.

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