Una política de desarrollo productivo para las micro y pequeñas empresas (mypes) incluye la elaboración de un marco normativo que facilite el acceso a financiamiento y capacitación, en base a una agenda de trabajo coordinada entre todos los operadores públicos y privados.
Esa es una de las principales conclusiones del seminario internacional “Políticas para las mypes de desarrollo productivo”, organizado por el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural y la Plataforma de Organizaciones Empresariales que participan en el Proyecto de Productividad y Desarrollo, que ejecuta la Cámara Nacional de Industria con financiamiento de Dinamarca.
Los participantes en las mesas de trabajo recomendaron, de manera general, establecer una agenda de trabajo conjunta entre operadores públicos y privados. También se planteó la formación de un comité interinstitucional y regional.
Entre las conclusiones, se observa un énfasis en la temática de financiamiento para las mypes. ‘Consenso’, es el concepto clave para avanzar en cualquier normativa para este sector.
En ese marco, una de las reflexiones más importantes se relacionó a la flexibilidad que debe tener el crédito para adaptarse a las necesidades de las mypes, de manera que los créditos deben ser a mayor plazo y estar relacionados a los ciclos de producción y pago, especialmente en el sector agrícola. Respecto a los nuevos emprendimientos, a los que les es muy difícil conseguir financiamiento, se debería optar por el capital semilla.
Si bien, en la actualidad, los bancos tradicionales y de microfinanzas otorgan crédito, el mayor cuello de botella que enfrentan son las garantías, problema identificado también por la Autoridad de Supervisión y Fiscalización Financiera (ASFI).
Como no se cuenta con una ley de garantías para llegar con mayor efectividad al sector productivo y al área rural, la ASFI empezó por definir términos, como por ejemplo a qué se llama rural, qué implica crédito productivo y crédito no productivo, qué es una mype, cuáles son los elementos para otorgarles un crédito.
Con esta base se encontrarían “nuevas modalidades de garantías”. La maquinaria, el ganado, los contratos de venta, los avales de las organizaciones campesinas (OECAS) o la certificación comunitaria, tendrían un valor de respaldo. Todo esto apunta a que el sistema financiero esté regulado con criterios de igualdad de oportunidades, solidaridad y distribución, prioridad en demanda de servicios financieros, mayor bancarización y nuevos productos financieros.
La tarea pendiente corresponde al registro de bienes inmuebles y el funcionamiento de sociedades de garantías recíprocas que faciliten el acceso al financiamiento de mypes.
Los programas de educación y capacitación para mypes (en cualquier temática) deberían dejar de ser parte de esfuerzos aislados. Los participantes sostuvieron que es importante el desarrollo de una estrategia y de una sociedad estratégica concurrente con todos los actores interesados. En este aspecto, la agenda de trabajo público-privada es esencial. Se plantea que los servicios y programas deberían estar disponibles en una base de datos para aumentar la coordinación y evitar la duplicación. “Así, la difusión de los programas sería mucho más sencilla”, sostuvieron.
La conformación de un ente representativo que aglutine información sobre financiamiento, capacitación, asistencia técnica y mercados a favor de las mypes, formaría parte de la agenda de trabajo.
Anteproyecto. La Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) presentó el anteproyecto de Ley de Fomento a las Mypes. que tiene el objeto de “potenciar y desarrollar en forma sustentable las mypes”.
Se plantea que las mypes se clasificaran por ser de actividad domiciliaria, es decir, de trabajo familiar y que no tenga más de 10 dependientes; el valor de sus activos (sin considerar el valor del domicilio) no debe ser mayor a Bs 20.000, equivalente en UFV y sus ventas brutas anuales no deben ser mayores a Bs 100.000, también equivalentes a UFV.
La pequeña empresa se definiría como el trabajo en el que participan los propietarios; tienen dependientes de 11 a 50 personas; sus activos no deben ser mayores a Bs 500.000 UFV y sus ventas brutas anuales no deben ser mayores a Bs 1.500.000, equivalentes a UFV.
Prioridad que tienen las mypes
Precisan: ley para regular el financiamiento productivo; diagnóstico para saber dónde debe estar destinada la ayuda; capital semilla como montos no retornables y concursables que buscan generar impacto para el empresario; asesoramiento en gestión, contabilidad y diseño; iniciativas de desarrollo de mercado a través del incentivo asociativo para buscar mercados.
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