domingo, 19 de marzo de 2017

Nanay lleva el talento artesanal de la mujer boliviana a 7 países



Con el lema “Tejer felices para gente feliz”, Nanay impulsa desde 2007 el desarrollo laboral, económico y social de artesanas bolivianas, labor que le permite exportar prendas tejidas con fibra de alpaca a siete mercados.

Nanay Hand Made es ya una reconocida empresa con conciencia social y certificada por la Organización Mundial del Comercio Justo que se dedica a fabricar ropa de alta calidad para marcas extranjeras. Todo comenzó en la década del 2000, cuando Patricia Maldonado —hoy gerente de Nanay— participaba del programa Quipus del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que desde 1999 hasta 2004 apoyó el crecimiento de microempresarios del sector de las artesanías en Bolivia.

Entonces “fue cuando comenzamos a exportar ropa de niños de manera sostenible”, cuenta la emprendedora, quien —luego de dejar el programa— dio sus primeros pasos independientes en el mercado internacional con la ayuda de otros seis propietarios de hilanderías paceñas.

Los clientes que había contactado siendo parte del proyecto del BID “me pidieron seguir trabajando juntos” de manera autónoma, recuerda Maldonado.

Poco después (en abril de 2007) fundó Nanay, nombre que proviene de la palabra aymara ananay, que significa “¡Qué bonito!”. La empresa aglutina a 87 talleres textileros de La Paz y El Alto liderados por mujeres y que emplean principalmente a mujeres artesanas. “Hemos recibido reconocimientos por la creación de empresarias mujeres que tienen a 5, 10 o 20 personas trabajando junto a ellas”, comenta la gerente.

El talento de estas bolivianas se plasma en la ropa para niños y bebés diseñados por firmas internacionales que luego se comercializa en Dinamarca, Inglaterra, Francia, Italia, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. “Exportamos en promedio 56.000 prendas al año”, destaca Maldonado.

“Hay algunos talleres que pueden hacer 100 chompas, otras 1.000”, apunta la empresaria, quien precisó que hay unas 600 personas trabajando en los talleres legalmente establecidos que son parte del emprendimiento.

Para elaborar los productos, estas oficinas reciben los diseños y la fibra de baby alpaca que Nanay adquiere de las empresas bolivianas Altifibers y Coproca (50%), así como de compañías del Perú, que tienen una mayor disposición de materia prima y colores. Todos los productos se entregan a los clientes extranjeros luego de pasar por un exigente control de calidad.

IMPACTO. “Este trabajo es muy cuidadoso. La verificación de las medidas de un producto demora entre 5 y 15 minutos. Tenemos que ver todo, desde la colocación de los botones y etiquetas hasta el color de hilo y el acabado. En un día de mucho trabajo se controlan entre 120 y 150, pero si hay fallas unas 50.

Eso también depende del tamaño”, cuenta Helen Ulo, encargada del minucioso proceso.

También “se prueba la tensión, soltura y elasticidad del tejido”, agrega Inés Tumiri, otra de las 10 trabajadoras de la empresa.

Pero las prendas no son la única oferta de Nanay. Las tejedoras también elaboran juguetes y almohadas para bebés con divertidas formas de pulpos, burritos, tambores y botellas.

De acuerdo con Maldonado, el plus de los productos de Nanay es que son únicos, ya que solo Bolivia y Brasil producen la fibra de alpaca. “La razón por la que nuestros clientes siguen 15 años con nosotros y por la que seguimos creciendo es porque les damos un servicio tan bueno que nadie más se los podría dar.

Tenemos que apretarnos en costos de producción y ser excepcionalmente buenos para estar sobre los (productos similares) de Perú”.

El trabajo en Nanay es intenso, sobre todo cuando al país llegan diseñadores de marcas exclusivas para sentarse a planificar junto al personal de la empresa boliviana los modelos de la próxima temporada. Esta labor empieza en agosto de cada año, con la identificación de las tendencias y se completa en noviembre con la confección de las colecciones completas.

“Este año tenemos cuatro nuevos clientes y eso significa seguir creciendo”, por lo que “incluiremos cinco nuevos talleres a la producción” de la empresa, afirma la Gerente de Nanay Hand Made, quien en 2014 recibió de la Asociación Nacional de Mujeres Ejecutivas de Nueva York (Estados Unidos) la distinción “Emprendedora de las Américas”.

Cualidad empresarial

Propósito

Las tejedoras trabajan en sus propios talleres, que generalmente están en sus mismas casas, lo que permite que estén cerca de sus familias y pendientes de las actividades de sus niños mientras trabajan.

Presencia

El 90% de las personas que trabajan con Nanay son mujeres.

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