Hace siete años aparecieron por primera vez en el mercado cruceño nachos al puro estilo mexicano, envasados y listos para acompañar salsas y ensaladas en acontecimientos sociales. Entonces, no había una oferta similar en la ciudad de Santa Cruz, algo que la familia Maldonado Rojas aprovechó para emprender su empresa.
"Mis papás vivieron en México por unos años y aprendieron a hacer nachos. Cuando regresaron a Bolivia pensaron que los nachos podían gustar a la gente”, recuerda Tania Maldonado Rojas, una de las tres hijas de Armando Maldonado y Teresa Rojas.
La idea de convertirse en una industria impulsó en los primeros años a Armando y a su hijo Fernando a construir un aparato para la elaboración industrial de nachos; fue el primero hecho en Bolivia. "La construcción de la máquina fue la tesis de mi hermano, que estudiaba ingeniería industrial”, recuerda Tania.
Tras dos años de trabajo arduo, lograron una maquinaria que permitió un crecimiento importante en cuanto a producción y, por ende, ventas. "Ahora ya usamos un equipo que compramos en México, pero la máquina que hicieron mi hermano y mi papá sigue en buenas condiciones y cuando crezcamos la usaremos, es un orgullo de mi familia”, afirma Tania.
Usaron la maquinaria por mucho tiempo, hasta que hace algunos años pudieron adquirir otra que les permitió aumentar su producción. Hoy, Fernando ya no trabaja con su familia; se fue a ampliar sus estudios en Bélgica. Allá conoció a su actual esposa y se quedó a residir en ese país.
Empero, una vez por año el hijo mayor de la familia Maldonado Rojas llega a Bolivia de visita lleno de nuevos conocimientos sobre industria, los cuales comparte con sus padres y sus hermanas.
Tania asegura que tiene el emprendimiento corriendo por sus venas, por ello decidió estudiar ingeniería comercial. Y en la actualidad, junto a su hermana, Jimena, le da un mayor empuje a la empresa.
Sólo en Santa Cruz hay al menos ocho empresas que se dedican a la elaboración de nachos. Pero los Nachos Rancheritos, alega Tania, se diferencian en la calidad. "Son hojuelas de textura más delgada, no lastiman el paladar ni son llenas de condimentos”, describe.
El slogan de la empresa es "el auténtico sabor mexicano hecho en Bolivia”, después de que unos mexicanos lo dijeron en una de las tantas veces que participaron en la Expocruz.
La oportunidad de crecimiento
La producción de la fábrica Nachos Rancheritos es de al menos 3.000 bolsas por mes, tomando en cuenta las dos variedades y las tres presentaciones en cantidad.
Los Maldonado Rojas ofrecen nachos picantes y con queso en envases de 160, 350 y 800 gramos. Los planes son aumentar por lo menos dos variedades más: con sabor limón y picante y sin otro sabor más que el del maíz.
Con el apoyo de sus padres, el año pasado Tania participó en el concurso Emprendeideas, donde logró un premio que será el estímulo económico necesario para la compra de una máquina de envasado con la que la empresa dará un paso muy importante hacia el aumento de la producción.
"Ahora toda la familia se dedica a la producción y tenemos dos personas que trabajan con nosotros, porque en Santa Cruz hay tantos supermercados, que no llegamos a abastecer todo”, explica la ingeniera comercial.
Por el momento la demora en el proceso de envasado impide aumentar la producción. Una máquina envasadora industrial les dará la oportunidad de llegar a los mercados de Cochabamba y La Paz por lo menos hasta finales de este año. "Ya tenemos preparado el nuevo diseño del envase; además nuestros nachos tendrán más tiempo de duración y podremos posicionarnos mejor que los que ahora son primeros (Doritos) en el mercado”, dice Tania.
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