Lo soñaron hace cuatro años, pero este año recién se pudo materializar el anhelo, luego de un sinfín de pruebas. Estudiantes y docentes investigadores de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) demostraron que en el país es posible fabricar un auto que funcione con energía solar. El prototipo se llama Alt-Katari MRC1.
El director de la carrera de Ingeniería Eléctrica de esa casa de estudios superiores, Sandro Centellas, es uno de los investigadores que desarrolló el modelo. Él y otros 24 especialistas lograron "hacer andar” este proyecto.
"Es un auto autónomo que genera su propia energía. Cuando está nublado también se carga…”, explica Centellas.
El costo de la inversión superó los 100 mil bolivianos. El precio de cada panel supera los 4.000 bolivianos, según Centellas. Este investigador cuenta que incluso algunos miembros del equipo debieron aportar "de su bolsillo” para los gastos. Esto demuestra -asegura- el compromiso y el amor a la ciencia.
El modelo funciona con ocho paneles solares, los cuales están dispuestos de forma horizontal sobre un armazón metálico. En cuestión de velocidad puede alcanzar 70 kilómetros por hora. Además, cuenta con un sistema que integra la batería de litio y el motor eléctrico, el cual genera corriente continua. Ambas piezas son de procedencia china.
"Si no hubiéramos hecho traer esa batería, tendríamos que utilizar unos cinco bloques de baterías convencionales”, asevera Centellas. El vehículo usa tres llantas de motocicleta para moverse, dos están en la parte delantera y una, en la trasera. El investigador sostiene que se decidió aquello debido a que el sistema "diferencial” para cuatro llantas habría agregado al menos 25 kilos al peso de la estructura.
El asiento del conductor es el de un coche de carreras y es resistente a los golpes. El acelerador y el freno están conectados al motor, que a su vez canaliza la energía transmitida por los paneles solares.
"Hemos aprovechado los materiales que teníamos. En su estructura es sencillo porque los autos solares son más complejos pero cumplen con todos los parámetros. No es un gasto directo, estamos en la carrera de Ingeniería Eléctrica. Por ejemplo, los paneles solares los hemos comprado para la materia de Energía Alternativa, el motor lo hemos comprado para otra materia”, afirma Centellas.
El docente investigador Diego Mendoza se encargó de la parte mecánica y estructural del prototipo. Este ingeniero explica que al principio se pensaba edificar el modelo con aluminio para reducir el peso, pero al final este material resultó ser costoso y se terminó utilizando acero liviano. "Se ha querido hacer lo más funcional posible”, cuenta.
Este especialista explica que el motorizado tiene una dirección mecánica "sencilla”. A futuro, menciona, prevé que se mejorará la parte aerodinámica, con el fin de hacer al prototipo más eficiente.
Los investigadores y técnicos que participaron en este proyecto están conscientes de que el vehículo puede ser perfeccionado y adelantan que trabajarán para realizar las modificaciones que sean necesarias, para así participar en ferias científicas internacionales.
"Queremos ser partícipes en el desarrollo a nivel nacional. Éste es el inicio para encauzar nuevos proyectos a posterior”, afirma el estudiante Fernando Valeriano, quien se encargó del diseño.
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