Indicó que este material puede ser usado en carpintería o en la construcción y que ya tiene demanda.
"Éste es el primer emprendimiento de este tipo en Bolivia. La ventaja es que la plastimadera puede ser usada tanto en la carpintería como en la construcción. Ya tenemos clientes interesados que la usarán incluso en el área de la minería”, dijo Nina.
Al obtener la materia prima de los centros de reciclaje los costos se abaratan. Se ayuda, además, a combatir unos de los problemas más frecuentes de la población, que es el desecho de todo tipo de plásticos como bolsas, envolturas o etiquetas.
"La materia prima para la elaboración de estos tableros nos la proporciona el centro de reciclaje de Alpacoma, de donde nos mandan plástico de baja, media y alta densidad”, dijo Nina.
Explicó que la materia prima debe ser seleccionada por tipo, densidad y color. Luego de una selección, el material pasa a una maquina picadora que lo convierte en una especie de mixtura menuda.
"Llegado este momento, se prepara el molde de los tableros que tiene una medida de 2,55 por 1,25 metros e incluye antiadherente o papel para que el plástico fundido en los hornos no se pegue. Para elaborar una de estas laminas se requiere hasta 50 kilos de plástico”, señaló.
Con una mezcla variable de polietileno y polipropileno, la sustancia resultante del fundido es prensada para darle rigidez. "El acabado es un material no inflamable y muy resistente al daño o a las altas temperaturas”
Escolares estrenan 500 pupitres ecológicos de plastimadera
Una decena de escuelas públicas iniciará las clases el lunes con muebles ecológicos de plastimadera, fabricados por Emaverde. Cada pieza de los 500 juegos de bancos y mesas hechos de plástico reciclado representa -según sus constructores- "el amor por los niños y el respeto a la madre naturaleza”.
"En esta gestión vamos a implementar el mobiliario ecológico en 10 establecimientos. Los estudiantes de secundaria serán los primeros beneficiados, una vez que se termine la entrega de los 525 juegos”, dijo el director municipal de Educación, Jorge Gómez.
La plastimadera utilizada en estos muebles es resultado de un proceso de reciclaje de todo tipo de plástico que lleva adelante la comuna desde el año pasado.
En uno de los galpones del área de carpintería de Emaverde, 12 trabajadores se dedican a darle el acabado fino a los últimos muebles escolares. Simón Condori, uno de los obreros, con pijcho de coca en la boca, revisa cada imperfección que pueda afectar a los estudiante que todo el año utilizarán los muebles.
"Estamos dándole un fino acabado a los pupitres de las escuelas, cosa que los niños no se lastimen o se pinchen con alguna astilla. Cuando hacemos los muebles pensamos en nuestros hijos, porque si se lastiman con estos muebles, como padres podemos renegar, yo mismo puedo reñir a mis compañeros”, dijo Condori mientras lijaba y ponía masilla.
El gerente de Emaverde, Julio Linares, manifestó que para la fabricación de este primer lote de muebles ecológicos del país, además de la empresa edil descentralizada, intervino toda la ciudadanía paceña.
Indicó que la respuesta a las campañas barriales y en los mismos establecimientos educativos logró reunir 14 toneladas de diferentes tipos de plástico, entre bolsas y envases de diferentes productos.
En un aspecto parecido al corcho o al cartón prensado, las laminas de plastimadera adquieren tonos rojizos, verdes, amarillos o hasta dorados y plateados, dependiendo del plástico que haya sido utilizado. "Tienen una apariencia ecológica, a muchos les gusta, sin embargo, a otros no les agrada”, señaló Linares.
Comentó que en la primera entrega de los muebles, algunas personas se sorprendieron porque esperaban ver un plástico industrializado. "Esas reacciones son normales porque como sociedad recién empezamos a adoptar la idea de lo ecológico, que respeta la naturaleza”, dijo.