Más de 4 mil Mipymes (Micro, medianas y pequeñas empresas) que están establecidas en el departamento de Santa Cruz, no estarían en posibilidades de cumplir con el incremento salarial, debido a que, según justifican, registrarían mínimas utilidades y el recientemente desembolso del segundo aguinaldo.
Susana Cadena, gerente general de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía Santa Cruz (Cadepia), manifestó que este incremento salarial reciente acordado entre el Gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB), traerá efectos negativos a las pequeñas unidades productivas, puesto que actualmente muchas de estas estarían registrando ganancias mínimas, conllevando a estas a optar por la informalidad de los contratos de trabajo.
“Las Mypimes generan entre 5 a 10 fuentes laborales mínimamente, pero con este incremento salarial del 10%, muchos optarán por diferentes políticas como la informalidad de los contratos a los trabajadores, subir los precios de sus productos o en casos extremos acudirán a los despidos”, manifestó Cadena.
Además, enfatizó que el Gobierno Nacional antes de acordar este incremento salarial debió convocar a los empresarios para trabajar este tema a través de mesas sectoriales.
Entretanto, Julio Alvarado resaltó que el incremento salarial del 20% al mínimo nacional tendrá impactos diferentes dependiendo de la formalidad de los sectores. Pero advirtió que en algunos casos la propuesta gubernamental que fue aceptada por los trabajadores obligará a las empresas a la informalidad, especialmente de aquellas unidades productivas pequeñas.
En torno al impacto en el sector público, no será de magnitud por la baja incidencia de los salarios en el PGN. El Gobierno ha reconocido que por cada punto porcentual del incremento representa $us 17 millones y en la magnitud del aumento el costo para el sector estatal será de $us 170 millones, lo que representa una cifra que no implica otras consideraciones, mantuvo el analista.
Por su parte, Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara Departamental de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), lamentó que el sector empresarial exportador no haya participado de manera activa del proceso de negociación del incremento salarial, ya que esta medida resta competitividad al sector que ya se encuentra disminuido por las políticas restrictivas a las exportaciones, los subsidios y cupos de mercado interno.
“El sector productivo exportador viene siendo golpeado continuamente; primero fueron los controles de precios, las restricciones y los permisos de exportación. Hoy son los incrementos salariales desproporcionados y sin tomar en cuenta a quienes generan los empleos. Calificó esta política como regresiva dado que limita la competitividad de los productos y servicios exportables”, expresó Rojo.
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