Sandro Pacheco, propietario de esta empresa, decidió darle un valor agregado al cuero en el país para llevar sus productos al exterior. Sin embargo, con la crisis en el Viejo Mundo las ventas fueron bajando y su mediana industria se mantiene estable, pero sin poder crecer más.
La idea de instalar una microempresa dedicada a la industria del cuero surgió cuando Sandro Pacheco estudiaba en la Universidad Mayor de San Simón.
Corría el año 2001. Este emprendedor cursaba una maestría y decidió finalmente llevar a la práctica un proyecto que, para satisfacer las exigentes demandas del mercado, debía contar con una certificación ISO 9001.
Al poco tiempo Pacheco, que ahora es el gerente general de su propia compañía, acompañado por su esposa, aprovechó su viaje de bodas para visitar Europa y ver la posibilidad de conquistar un mercado en ese continente con la empresa que tenía en mente levantar.
Al retornar a Bolivia, su sueño se hizo realidad y, junto con su esposa, decidieron abrir la empresa denominada Leather Land (Tierra del cuero) que realiza trabajos de tapicería, guarnicionería, talabartería, zapatería, marroquinería y vestimenta que deriva de la manufactura del cuero.
Según Pacheco, Leather Land es la única manufacturera del departamento que se dedica a elaborar este tipo de productos, ya que otras empresas grandes están enfocadas solamente al rubro de la zapatería en cuero.
GENERACIÓN DE EMPLEO
La empresa conformada, primero por los familiares del propietario, fue creciendo poco a poco, hasta llegar a emplear a más de 120 trabajadores. Sin embargo, en los últimos años su actividad disminuyó y su personal se redujo a 30 personas.
Para obtener productos de primera calidad, la empresa tuvo el tino de enviar a parte de su personal a cursos de capacitación en distintas ciudades de la Argentina.
“Con mucho esfuerzo hemos hecho una inversión en nuestro personal enviándolo al exterior y ahora tenemos mano de obra calificada de la cual no podemos prescindir”, mencionó.
PRODUCCIÓN
Leather Land es una empresa mediana que solamente fabrica productos a pedido de sus clientes.
Entre los clientes más importantes que tiene Leather Land en Europa está la Guardia Civil Española, institución para la cual realiza una variedad de productos que van desde chamarras hasta accesorios, fundas de armas y escudos.
Si bien sus principales mercados son el europeo y el estadounidense, pero con la crisis económica que afecta a ese continente sus ventas han bajado, y los productos han empezado a ser comercializados en tiendas del interior del país.
Asimismo, los productos de la empresa empezaron a comercializarse en las ferias departamentales, con el objetivo, según Pacheco, de que los bolivianos puedan conocer estos artículos y se acostumbren a consumir cuero de alta calidad.
Los talleres industriales de esta empresa están situados en Tiquipaya y su tienda comercial en la avenida Tadeo Haenke y Melchor Pérez. En este punto se puede encontrar muebles tapizados con cuero, carteras, chamarras, cinturones, material de escritorio y guantes de raquetbol hechos con cuero de cabra.
El proceso productivo de estos artículos comienza con la selección del cuero, de origen natural y nacional.
Leather Land también cuenta con un equipo de gente que se encarga del diseño, y otro que está a cargo de la confección de los productos que en muchos casos son modelos únicos en su tipo.
Muchos de los accesorios como cierres, hebillas y otros que sirven para la fabricación de sus productos son importados del exterior porque no se fabrican en el mercado nacional.
Pacheco apuntó que como empresa familiar la única área que todavía les falta explorar es la comercial, con el objetivo de buscar nuevos mercados para sus productos.
CRECIMIENTO
Pacheco comentó que el objetivo de todo microempresario es comenzar con una pequeño emprendimiento, para luego tener una empresa grande. Sin embargo, debido a la competencia desleal del mercado informal, el contrabando y la falta de políticas de apoyo del Gobierno es muy difícil cumplir con esos objetivos.
Pacheco lamentó que en vez de ver crecer a su empresa y crear más empleos, la falta de apoyo está ocasionando que su personal vaya disminuyendo.
“No tenemos financiamiento de ninguna naturaleza, si queremos hacer empresa nosotros debemos hacerlo solos, con nuestros propios recursos”, señaló.
El empresario indicó que mantener este tipo de emprendimientos en el país es muy difícil porque llega un momento en el que como inversionista se siente abandonado.
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