Los 20 empleados de la empresa sobrevivieron a la etapa más compleja de la pandemia. Animan a que existan nuevas iniciativas
La crisis provocada por la pandemia provocó muchas pérdidas pero no mató los sueños de Daniel Callejas, el joven gerente de salteñería El Pícaro, quien expandió el negocio a otros barrios de La Paz luego de “19 años de presencia en el mercado”.
En medio de los efectos adversos que trajo consigo la crisis sanitaria que vive el planeta entero, la empresa ha podido salir adelante gracias al compromiso de sus 20 empleados y la tradición boliviana de consumir salteñas.
“Ha sido una experiencia que hemos tenido que afrontarla juntos (…). Hemos comenzado a valorar la salteña como tradición como algo que las personas quieren compartir. No hay boliviano sin una buena salteña”, sostuvo el ejecutivo de la empresa.
La experiencia de salteñería El Pícaro fue recuperada en una serie de videos testimoniales que produjo Banco BISA con el propósito de mostrar la fortaleza de los emprendimientos del país en un momento históricamente difícil para la economía de todo el mundo.
En ese marco, Callejas destacó el trabajo que desarrolló para poder obtener los permisos exigidos por las autoridades sanitarias y, de ese modo, operar bajo las normas de bioseguridad y la normativa ambiental.
El Pícaro, que se ganó el nombre gracias a las salteñas picantes, nació en Miraflores pero ya tiene sucursales en varios barrios de la ciudad; recientemente se instaló en Obrajes.
“Esta enfermedad ha venido a llevarse a muchas personas. Ha venido a llevarse la alegría de mucha gente, se llevó nuestras sonrisas, pero no dejemos que se lleve nuestros sueños y hagámoslos realidad”, remarcó el gerente.
Pero, además, dirigiéndose a otros emprendedores les animó a persistir a pesar de los golpes que puedan recibir en el desarrollo de sus respectivos proyectos.
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