miércoles, 20 de enero de 2021

SELLO garantiza la miel 100% nacional

 A la crisis que afrontan los apicultores por el COVID-19, se sumó la falsificación de productos. Un nuevo reto al que hacen frente con un sello de garantía que certifica la pureza de la miel que procesan 5.500 familias productoras de Cochabamba.

Como consecuencia de la pandemia, la población en diferentes regiones del país incrementó el consumo de productos naturales como la miel, propóleos y jaleas, con el objetivo de fortalecer el sistema inmunológico.

Una situación que fue mal aprovechada por comerciantes inescrupulosos para la venta de productos falsificados, afectando la economía de los apicultores, sobre todo de Cochabamba.

Desde noviembre del año pasado a la fecha, la crisis social y sanitaria golpeó drásticamente a ese sector productivo, provocando que la actividad apícola se reduzca en casi un 80%.

“Existen números rojos y tenemos gente vendiendo colmenas. Ha sido un año muy deprimente para nosotros”, resumió el presidente de la Federación de Apicultores de Cochabamba (Fedac), Nabor Mendizábal.

Cuando los productores comenzaban a digerir la crisis una nueva dificultad se sumó a su desazón.  Como rima esa frase “sobre llovido, mojado”, las familias de apicultores fueron sorprendidos por la comercialización de productos de miel falsificados e inclusive adulterados, relató el apicultor cochabambino.

Entre cambiar de rubro productivo, iniciar acciones legales o mantenerse en el mercado, este sector prefirió la última opción y decidió aplicar un sello que garantiza la calidad y pureza de su producto.

“Es un sello que garantiza que la miel que estás consumiendo es miel de abeja de apicultores, miel de abeja de verdad”, destacó.

El citado sello consiste en la sigla y el logo de la Fedac, la marca de “sello de garantía” en fondo rojo y el logo de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), el cual comenzó a utilizarse el pasado mes con resultados positivos, ya que la población respondió favorablemente reconociendo el producto original y apoyando la producción nacional, comentó a este medio el directivo de los api cultores de Cochabamba.

Mendizábal explicó que a consecuencia de la crisis sanitaria y las cuarentenas aplicadas en el país, los productores de Cochabamba se veían perjudicados para trasladarse a las zonas donde se encontraban ubicadas sus colmenas, “por el terror” que les tenían los pobladores de los diferentes municipios que visitaban.

“La producción de miel obliga a colocar 20 o 30 colmenas cada tres kilómetros en línea recta, normalmente cercana a carreteras, a diferencia de la agricultura o ganadería que concentra la producción en una sola propiedad (…) y con la pandemia no nos podíamos mover”, dijo Mendizábal.

REACTIVACIÓN

El proceso de recuperación económica del sector apicultor boliviano no solo pasa por un sello de identificación de producto 100% nacional, sino también de la cooperación del Estado a través de políticas de incentivo y financiamiento para el mejoramiento productivo.

“La apicultura es una actividad que hemos demostrado que puede generar mucho dinero”, aseguró el presidente de la Fedac, quien también anticipó a este medio que ese sector gestiona un trabajo conjunto con los ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo para viabilizar “un sistema de créditos para la reactivación económica”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario